El mal fue hipn¨®tico: ¡®Los Soprano¡¯
David Chase, su creador, cuenta que la serie nace de la tenebrosa historia que ¨¦l tuvo con sus padres, con una madre especialmente da?ina. Tambi¨¦n de sus muchas horas de psicoan¨¢lisis
Qu¨¦ gusto recordar aquella ¨¦poca gloriosa, en la televisi¨®n, en un medio que ni siquiera te cautiv¨® cuando eras ni?o, en ese perenne templo de la estupidez y la vulgaridad, que ha condicionado y condiciona a la mayor¨ªa del pueblo llano. Si tanta gente puede asegurar que la televisi¨®n ha formado parte trascendental de su existencia yo me alegro de haber pose¨ªdo otros divertimentos. Por ejemplo: el cine, los libros, la m¨²sica, los amigos, las mujeres, esas cosas siempre perdurables en la memoria.
Pero la televisi¨®n se torn¨® gloriosa, magn¨¦tica, con algo a la altura de tus gustos cuando ap...
Qu¨¦ gusto recordar aquella ¨¦poca gloriosa, en la televisi¨®n, en un medio que ni siquiera te cautiv¨® cuando eras ni?o, en ese perenne templo de la estupidez y la vulgaridad, que ha condicionado y condiciona a la mayor¨ªa del pueblo llano. Si tanta gente puede asegurar que la televisi¨®n ha formado parte trascendental de su existencia yo me alegro de haber pose¨ªdo otros divertimentos. Por ejemplo: el cine, los libros, la m¨²sica, los amigos, las mujeres, esas cosas siempre perdurables en la memoria.
Pero la televisi¨®n se torn¨® gloriosa, magn¨¦tica, con algo a la altura de tus gustos cuando apareci¨® un milagro llamado HBO. Aquello fue un para¨ªso del arte, de la transgresi¨®n, de historias y personajes admirablemente narrados. Ocurri¨® a finales del pasado siglo y en los comienzos del presente. El gran capital se puso de acuerdo con el arte, la personalidad, el estilo, la inteligencia, regalaron en grado superlativo entretenimiento y personalidad para que fueran consumidas por espectadores al principio escasos y despu¨¦s masivos. Un p¨²blico digno, aburrido de que les tratara ancestralmente como a idiotas. Eso desapareci¨®. Normal. Seguimos en el rollo ancestral. Y da un poco de asco.
Lo compruebo viendo y escuchando a uno de los grandes creadores de aquel para¨ªso. Ocurre en el documental, exhibido en Movistar Plus+ y Prime Video a lo largo de dos cap¨ªtulos y titulado Wise Guy Los: Soprano por David Chase. El entrevistador y el creador de la serie se re¨²nen en un despacho parecido al de la doctora Melfi. Donde aquella dama dotada de sabidur¨ªa, elegante, inolvidable cruce de piernas, asustada, colgada en alg¨²n momento, violada, se reun¨ªa con su volc¨¢nico paciente, con aquel jefe de la mafia que indescriptiblemente un d¨ªa empez¨® a llorar y se desmay¨® cuando los amados patos que acampaban en su piscina emigraron al norte.
Y aparece David Chase, el inventor maravilloso de todo esto. A diferencia del universo que ¨¦l cre¨® en Los Soprano, no le encuentro especialmente apasionante, pero s¨ª retorcido y sincero. Cuenta que Los Soprano nace de la tenebrosa historia que ¨¦l tuvo con sus padres, con una madre especialmente da?ina. Tambi¨¦n de sus muchas horas de psicoan¨¢lisis. Y desfilan por este documental muchos de los productores, los guionistas y los int¨¦rpretes que hicieron posible una obra maestra.
Y Chase insiste en que ese submundo que ¨¦l creo representa al mal. Y es tan honrado como fundamental admitir eso en Los Soprano. Cada vez que los espectadores nos vamos a enamorar de alguno de ellos, de comprenderlos, de sentir que al fin y al cabo nos reconocemos con sus sensaciones, que pueden pensar y sentir como nosotros, aparece algo salvaje que te recuerda su tenebrosa condici¨®n. Son la mafia. Asesinan, torturan, chantajean, todo en nombre de su negocio, independientemente de que les ocurran en su vida cotidiana cosas que podr¨ªamos sentir todos. Te amo David Chase, al igual que a David Simon, creador de The Wire. Me hicisteis feliz. Me lo segu¨ªs haciendo.