El miedo a ir al m¨¦dico se extiende entre los migrantes de Texas
La ola antimigratoria y las restricciones al aborto alejan a las mujeres de recibir atenci¨®n sanitaria
En temas de salud reproductiva, el p¨¢nico y la incertidumbre han mostrado diversas caras en Estados Unidos desde la reelecci¨®n de Donald Trump. Por un lado, las solicitudes de anticonceptivos de largo plazo y las esterilizaciones permanentes han aumentado desde noviembre entre la poblaci¨®n general. Y por otro, entre las poblaciones migrantes ha disminuido el n¨²mero de personas que acuden al m¨¦dico, especialmente entre las mujeres indocumentadas y en los Estados con gobiernos republicanos como Texas, que ya han implementado pol¨ªticas migratorias agresivas y pol¨ªticas que obstaculizan el acceso a la atenci¨®n obst¨¦trica y ginecol¨®gica. All¨ª donde ir a un m¨¦dico implica presentar documentos ¡ªuna licencia de conducir, un seguro m¨¦dico, papeles¡ª no lo hacen por miedo, aunque necesiten una simple prescripci¨®n de pastillas anticonceptivas.
¡°En un Estado como Texas, que no solo tiene una criminalizaci¨®n del aborto, sino tambi¨¦n una pol¨ªtica antimigratoria tan fuerte, las comunidades migrantes tienen susto de ir a los m¨¦dicos¡±, ha dicho la directora ejecutiva del Women¡¯s Equality Center, Paula ?vila Guill¨¦n en una entrevista telef¨®nica con EL PA?S. La informaci¨®n que ella recibe de las organizaciones que trabajan en el Estado es que ha disminuido la cantidad de personas que acuden a estos servicios y se prev¨¦ que las mujeres sean quienes enfrenten las peores consecuencias de la falta de atenci¨®n. ¡°En el momento en que conviertes un hospital en una sala de interrogaci¨®n, est¨¢s dici¨¦ndole a las mujeres que no vayan (...) El miedo a la criminalizaci¨®n o la deportaci¨®n puede ser muy grande. Esos miedos pueden llevar a la gente a no buscar servicios de salud y a que las mujeres decidan (incluso) dar a luz en casa. Y si se presentan complicaciones, ?qu¨¦ pasa?¡±, dice ?vila Guill¨¦n.
Texas tiene las prohibiciones al aborto m¨¢s restrictivas de Estados Unidos. En ese Estado est¨¢ prohibido terminar un embarazo despu¨¦s de las primeras seis semanas de gestaci¨®n, cuando muchas mujeres a¨²n no saben que est¨¢n embarazadas, y tambi¨¦n practicar abortos en caso de complicaciones m¨¦dicas, sin cumplir ciertos criterios que para los m¨¦dicos son difusos. ¡°Cuando los m¨¦dicos tienen casos de mujeres que llegan al hospital con embarazos deseados, pero con complicaciones, terminan llamando primero al abogado antes de actuar. Porque los protocolos no son claros en t¨¦rminos de si est¨¢ en riesgo o no la vida de la persona embarazada o no. En la mayor¨ªa de los casos permiten que estas mujeres terminen en cuidados intensivos antes de ofrecerles unos servicios de aborto que les podr¨ªan salvar la vida¡±, explica la directora del Women¡¯s Equality Center.
Una investigaci¨®n de ProPublica revel¨® en noviembre que al menos dos mujeres de Texas fallecieron luego que los m¨¦dicos retrasaran la atenci¨®n de abortos espont¨¢neos, en casos de embarazos deseados. Una de ellas fue Joselin Barnica, una inmigrante de Honduras de 28 a?os, residenciada en Houston, que tuvo complicaciones a las 17 semanas de gestaci¨®n y muri¨® por un ¡°s¨ªndrome s¨¦ptico¡± relacionado con ¡°productos de la concepci¨®n¡± en 2021. En marzo de 2023, 13 mujeres de Texas a las que se les neg¨® un aborto ¡ªpese a que sus vidas o las de sus fetos se encontraban en peligro¡ª demandaron al Estado para que clarifique en qu¨¦ casos puede haber excepciones cuando los embarazos se complican por motivos de salud.
Estas restricciones y la desinformaci¨®n que gira a su alrededor tambi¨¦n han tenido un efecto indirecto en el acceso a servicios esenciales de salud reproductiva para las mujeres migrantes y personas embarazadas en situaci¨®n vulnerable. ¡°La gente deja de asistir al doctor a hacerse sus chequeos anuales o a hacerse pruebas de embarazo, porque prefieren no conocer la verdad, no saber si est¨¢n embarazadas o no pensar qu¨¦ van a hacer si necesitan un aborto. Entonces dilatan ese cuidado m¨¦dico y para nosotros eso es lo m¨¢s preocupante¡±, explica la directora de comunicaciones de Planned Parenthood en asuntos latinos, Alejandra Soto, durante una entrevista telef¨®nica. Planned Parenthood es el mayor proveedor de servicios de salud reproductiva y planificaci¨®n familiar en Estados Unidos, con filiales en 49 de los 50 Estados del pa¨ªs, tres de ellas ubicadas en Texas.
Para mitigar el temor entre sus clientes, Planned Parenthood ha formado coaliciones con organizaciones comunitarias y consulados latinoamericanos que lleven a los migrantes el mensaje de que s¨ª pueden confiar en los m¨¦dicos. Tambi¨¦n han revisado sus protocolos para guardar la informaci¨®n de los pacientes para que est¨¦ protegida y recopilar solo los datos que sean m¨¦dicamente necesarios.
¡°Hasta ahora no ha habido un caso donde un m¨¦dico se vea forzado a divulgar informaci¨®n privada y protegida bajo las leyes que protegen esas conversaciones de m¨¦dico-paciente (...) Pero nos preocupa qu¨¦ leyes o medidas puede intentar el Gobierno de Trump para forzar a proveedores, hospitales y centros de salud a compartir informaci¨®n¡±, avanza Soto.