Los aranceles con los que Trump amenaza a M¨¦xico y Canad¨¢ costar¨¢n 1.300 d¨®lares anuales a los hogares de Estados Unidos
Los primeros c¨¢lculos, que no incluyen el efecto de represalias ni el impacto negativo para la econom¨ªa, refuerzan el car¨¢cter inflacionario de la posible pol¨ªtica comercial del futuro presidente
Todav¨ªa no se concreta la amenaza de Donald Trump de imponer aranceles del 25% a Canad¨¢ y M¨¦xico ¡ªsus socios en un tratado de libre comercio vigente durante tres d¨¦cadas¡ª, para presionar en materia migratoria y presunto tr¨¢fico de drogas ilegales. Y tras la conversaci¨®n del presidente electo con la presidenta de M¨¦xico, Claudia Sheinbaum, este mi¨¦rcoles, todav¨ªa podr¨ªa no suceder, pero para anticipar lo que podr¨ªa ocurrir ya se han hecho algunas cuentas.
El Center for American Progress (CAP) calcula que una familia media gastar¨¢ unos 1.300 d¨®lares m¨¢s al a?o por estos impuestos a las importaciones. Brendan Duke, director senior de pol¨ªtica econ¨®mica del CAP considera que los costos de estos aranceles se pasar¨¢n en buena medida a los consumidores de dos maneras. La primera, a trav¨¦s de un aumento de precios finales producto de un traslado de costos por parte de productores en Estados Unidos que tendr¨¢n que lidiar con las tarifas en la compra de materiales y equipamientos.
El equipo de Duke estima que ser¨¢n aproximadamente unos 490 d¨®lares anuales en promedio. ¡°Todo depende de la estructura de gasto de las familias¡±, explica este experto a EL PA?S, para aclarar que hay quienes ver¨¢n un incremento todav¨ªa mayor porque, por ejemplo, est¨¦n amueblando una casa.
Pero no solo es algo que afecte a bienes, los precios de servicios tambi¨¦n se ver¨¢n alterados. Duke explica a modo de ejemplo que si el equipamiento m¨¦dico que se importa de M¨¦xico se encarece por estos tributos aduaneros, se ver¨¢ reflejado en un aumento en las facturas m¨¦dicas.
La segunda manera es directa: los productos importados sencillamente subir¨¢n de precio. Los nuevos aranceles van a suponer a una familia media unos costos de unos 150 d¨®lares m¨¢s en gasolina. ¡°En la zona norte del Medio Oeste el petr¨®leo llega de Canad¨¢, quienes manejen en esa zona pagar¨¢n m¨¢s¡±. Tambi¨¦n costar¨¢ m¨¢s la comida, como los aguacates y limones, para los que el comercio con M¨¦xico es crucial. Desde el CAP se calcula al menos una subida de 100 d¨®lares y 60 m¨¢s en el precio de aparatos electr¨®nicos. Ropa, muebles y juguetes tambi¨¦n subir¨¢n de precio.
En su campa?a, Trump insisti¨® repetidamente en que los aranceles los pagan los exportadores cuando la verdad es que se pagan como un porcentaje sobre el precio que un comprador paga a un vendedor extranjero. Es decir, paga el importador. Los economistas en general lo ven como uno de los ingresos del estado menos eficientes, pero miembros de la futura administraci¨®n los perciben como una herramienta de negociaci¨®n porque finalmente los precios repercuten en las ventas de los exportadores.
Sin embargo, para Duke, como para tantos otros expertos, estas propuestas son inflacionarias. Como lo eran las amenazas de la campa?a de imponer aranceles del 10% a todas las importaciones y del 60% para las de China. En ese caso, los costos para los hogares se incrementar¨¢n en unos 2.500 d¨®lares anuales para las familias de ingresos medios, seg¨²n las cuentas del CAP. El c¨¢lculo para el caso de que los aranceles lineales lleguen al 20% y no solo al 10% es de un incremento anual de 3.900 d¨®lares.
Una encuesta de la empresa especializada Harris para el diario The Guardian refleja que m¨¢s de dos tercios de los estadounidenses creen que los aranceles subir¨¢n los precios de los bienes. Y no solo es algo que piensen los dem¨®cratas, tambi¨¦n el 59% de los republicanos.
Haciendo ¨¦nfasis en sectores espec¨ªficos, la Consumer Technology Association explica que con las subidas de aranceles anunciadas en campa?a los computadores port¨¢tiles y tablets pueden subir un 46%, las consolas de videojuegos 40% y los tel¨¦fonos celulares inteligentes un 26%. La Federaci¨®n Nacional de Comerciantes calcula que los costos de estos impuestos a las importaciones son demasiado elevados como para que se puedan absorber por productores y comercios y que los consumidores pueden ¡°perder entre 46.000 y 78.000 millones de d¨®lares al a?o¡±. Desde esta federaci¨®n se apunta a que el gasto en ropa puede subir un m¨ªnimo de 13.900 millones al a?o, el de los juguetes 8.800 millones y el del calzado unos 8.500 millones.
Todas estas cuentas pueden terminar siendo todav¨ªa m¨¢s duras de afrontar si adem¨¢s las tasas de inter¨¦s se mantienen altas para controlar una inflaci¨®n que est¨¢ a merced de las imposiciones comerciales y sus posibles represalias.
Hay un precedente muy cercano. La Tax Foundation lleva a?os recordando de que hay estudios tanto del propio Gobierno como de acad¨¦micos que certifican que las subidas de los aranceles por parte de Trump y mantenidos por Joe Biden sobre importaciones chinas han subido precios (por el efecto directo del arancel y por la reducci¨®n de la competencia) y reducido el crecimiento econ¨®mico y el empleo. ¡°A largo plazo estimamos que el PIB se reducir¨¢ en un 0.4% y el empleo en 344.900 puestos de trabajo¡±, explican en esta organizaci¨®n que es conservadora en el c¨¢lculo porque no incluye los efectos de las represalias que puedan tomar los exportadores ¡°o los da?os adicionales que puedan deducirse de empezar una guerra comercial global¡±.
Duke, por su parte, no descarta bancarrotas y un aumento del desempleo. Es algo que el ministro de econom¨ªa de M¨¦xico, Marcelo Ebrard, tambi¨¦n destac¨®. Ebrard ha cifrado en 400.000 los trabajos que se podr¨ªan perder en Estados Unidos con esta pol¨ªtica que amaga el futuro presidente Trump.
Al final, el terremoto de que causar¨¢n los aranceles a dos de los socios comerciales m¨¢s importantes del pa¨ªs, puede tener muchas r¨¦plicas a lo largo y ancho de la econom¨ªa. M¨¦xico es el primer exportador a Estados Unidos tras pasar a China hace meses. El a?o pasado las importaciones desde M¨¦xico ascendieron a 476.000 millones de d¨®lares y las exportaciones a este pa¨ªs sumaron 323.000 millones.
Estados Unidos es el mercado para el 80% de las exportaciones mexicanas, desde alimentos, metales, manufacturas, bebidas, instrumentos m¨¦dicos y, sobre todo, autos. De hecho, la industria automotriz est¨¢ muy integrada en Norteam¨¦rica y Duke explica que los componentes pueden cruzar las fronteras hasta siete veces antes de que el automovil llega a un concesionario. Esos son muchos aranceles y el costo de montaje se multiplicar¨¢.
Canad¨¢ tambi¨¦n es crucial. El 66% de las exportaciones canadienses se dirigen a Estados Unidos. Del vecino del norte se compra petr¨®leo, principalmente, pero tambi¨¦n madera para la construcci¨®n, aluminio y uranio, productos primarios que pueden afectar precios mucho m¨¢s adelante en la cadena.