La guerra de Donald Trump contra las ciudades santuario ha empezado
Una detallada amenaza judicial enviada por America First Legal a 249 jurisdicciones que por ley no colaboran en materia migratoria es el primer ataque formal a uno de los obst¨¢culos m¨¢s grandes para implementar la deportaci¨®n masiva
El primer disparo de la batalla de Donald Trump contra las ciudades santuario ha sido una carta enviada 249 veces. Pas¨® un poco desapercibida. El 23 de diciembre, en plenas celebraciones navide?as, lleg¨® la comunicaci¨®n de la organizaci¨®n trumpista America First Legal que dejaba constancia expl¨ªcita de las graves consecuencias judiciales, y econ¨®micas, que podr¨ªan enfrentar las jurisdicciones que por ley no colaboran en materia migratoria con el Gobierno federal. Despu¨¦s de meses de campa?a en los que el candidato y ahora presidente electo y muchos de quienes lo rodean, especialmente el halc¨®n antiinmigraci¨®n Stephen Miller, pon¨ªan a esas ciudades en el punto de mira, la amenaza sin matices se lee como una declaraci¨®n de guerra.
Se podr¨ªa pensar que, ya que la organizaci¨®n America First Legal no es parte de la futura Administraci¨®n de Trump, la carta no supone una amenaza real. Sin embargo, cuando se tiene en cuenta que el fundador y presidente de la entidad es precisamente Miller ¡ªuno de los principales ide¨®logos de la ret¨®rica migratoria del trumpismo, anterior consejero s¨¦nior y futuro asesor de Seguridad Nacional y jefe adjunto de Gabinete¡ª y que en su mesa de directivos tambi¨¦n est¨¢n varios otros altos cargos del pasado y futuro Gobierno de Trump, esa idea se disipa r¨¢pidamente.
La carta comienza sin pre¨¢mbulos. ¡°La ley federal es clara: los extranjeros presentes ilegalmente en Estados Unidos est¨¢n sujetos a expulsi¨®n del pa¨ªs, y es delito ocultarlos, darles cobijo o escudarlos. Tambi¨¦n es delito impedir que los funcionarios federales hagan cumplir la ley de inmigraci¨®n. Estas leyes fueron debidamente promulgadas por los representantes elegidos por el pueblo. En virtud de la Cl¨¢usula de Supremac¨ªa de la Constituci¨®n de Estados Unidos, son la ley del pa¨ªs y sustituyen a cualquier ley estatal o local en sentido contrario¡±. Si el mensaje entre l¨ªneas no es suficientemente transparente, el siguiente p¨¢rrafo, que dice, ¡°las jurisdicciones llamadas ¡®santuario¡¯ que proh¨ªben el cumplimiento de la ley federal de inmigraci¨®n y la cooperaci¨®n con los oficiales que la aplican est¨¢n, por lo tanto, rompiendo la ley¡±, cristaliza el mensaje.
Las 249 jurisdicciones estatales, municipales y hasta organizaciones no gubernamentales a las que se les ha mandado la carta han sido acusadas, en la lectura de America First Legal, de estar rompiendo la ley. ¡°Tal anarqu¨ªa le expone a usted y a sus subordinados a un riesgo significativo de responsabilidad penal y civil¡±, alerta la carta.
Aunque no hay una lista p¨²blica de los destinatarios de las cartas, se sabe que los alcaldes de Los ?ngeles, Nueva York, Denver, Chicago, Boston, Washington D.C., Baltimore, Altanta o Nueva Orleans est¨¢n entre ellos. Pero tambi¨¦n han recibido cartas oficiales de ciudades menores o los administradores de algunos condados espec¨ªficos. Hasta el jefe de polic¨ªa de Los ?ngeles, Jim McDonnell, recibi¨® una. ¡°Hemos identificado a Los ?ngeles como una jurisdicci¨®n santuario que est¨¢ violando la ley federal. De hecho, como jefe de Polic¨ªa de Los ?ngeles, usted ha declarado claramente su apoyo a la ciudad para ignorar la ley federal, declarando el 8 de noviembre de 2024, que el Departamento de Polic¨ªa de Los ?ngeles, ¡®no cooperar¨¢ con las deportaciones masivas¡¯, declarando as¨ª su intenci¨®n de violar descaradamente la ley federal de inmigraci¨®n¡±, se lee en la misiva dirigida a McDonnell.
El resto de la larga carta va detallando leyes espec¨ªficas que las jurisdicciones santuario y otros organismos est¨¢n, de acuerdo a su lectura, rompiendo: desde la interferencia de comunicaci¨®n entre instancias locales y el Gobierno federal sobre la situaci¨®n migratoria de individuos, hasta el cobijo de migrantes ¡ªincluso migrantes actualmente legales, pero que hayan entrado originalmente de manera irregular¡ª.
Las denuncias dibujan de manera m¨¢s clara que nunca el guion que los abogados seguir¨¢n para atacarlos sin piedad. Se hablan de posibles condenas de hasta cinco a?os de c¨¢rcel por cada migrante albergado, as¨ª insinuando posibles sentencias casi eternas. Tambi¨¦n se asegura que los casos se pueden avanzar como casos de conspiraci¨®n, afectando a numerosos acusados de la misma jurisdicci¨®n que por activa y pasiva han presuntamente incurrido en el mismo delito. Esto significa que no solo los altos cargos est¨¢n amenazados, sino cargos medios y bajos tambi¨¦n pueden ser puestos en la diana. Asimismo, la carta abre la puerta a que las personas sean sujetas a demandas civiles por supuestos da?os causados por sus acciones de apoyo a los migrantes, lo cual, como poco costar¨ªa miles de d¨®lares en defensa legal, y como mucho, puede suponer multas importantes a administraciones e individuos.
Estas amenazas desmesuradas se leen, sin embargo, como serias, pues una y otra vez la carta cita el apoyo del Tribunal Supremo a su lectura de las leyes migratorias, en particular en que son jurisdicci¨®n federal y que cualquier interferencia es un delito grave. Teniendo en cuenta que el actual Supremo es ultraconservador y tres de sus nueve miembros fueron nombrados por Trump mismo, a quien la corte ya ha favorecido en varias ocasiones con sentencias en l¨ªnea con sus intereses, las advertencias adquieren un tono todav¨ªa m¨¢s inquietante. La insinuaci¨®n es que si los acusados de estar cometiendo estos cr¨ªmenes deciden dar la batalla legal, instancia por instancia, llegar¨¢n hasta un Tribunal que est¨¢ a favor de la interpretaci¨®n de America First Legal, Miller y Trump.
¡°Las leyes o pol¨ªticas de santuario de su jurisdicci¨®n son una burla de la democracia estadounidense y demuestran una escandalosa falta de respeto por el Estado de Derecho. Solo por estas razones, deber¨ªa abandonarlas. Pero independientemente de sus opiniones sobre nuestra Uni¨®n, el hecho es que usted y los dem¨¢s funcionarios que apoyan o aplican leyes, pol¨ªticas y reglamentos de santuario tienen un inter¨¦s muy personal en el asunto: cada uno de ustedes podr¨ªa enfrentarse a un proceso penal y a responsabilidad civil por sus actos ilegales¡±, concluye la carta, antes de, por ¨²ltimo, invitar a los oficiales e individuos acusados a que den vuelta atr¨¢s y se ahorren las molestias. Este peri¨®dico contact¨® con algunas ciudades santuario y con America First Legal para un comentario acerca de la carta y los pr¨®ximos pasos que prev¨¦n dar, pero hasta el momento de publicaci¨®n no ha recibido respuesta.