En la biblioteca de Ian Gibson: ¡°Lorca me salv¨® de la desesperaci¨®n¡±
Desde el libro de Rub¨¦n Dar¨ªo que despert¨® su pasi¨®n por la literatura espa?ola al ¡®Ulises¡¯ de Joyce, buceamos en los imprescindibles que el hispanista siempre ha llevado consigo
Ian Gibson (Dubl¨ªn, 1939) encontr¨® en Espa?a la mayor aventura quijotesca de su vida. Nuestro pa¨ªs le brind¨® una vocaci¨®n y le ayud¨® a ser m¨¢s libre. A sus ochenta y cuatro a?os, pero con el mismo brillo en la mirada que de ni?o, es hoy m¨¢s consciente de esto que nunca. ¡°Lorca me salv¨® de la desesperaci¨®n. Mi hermano termin¨® sus d¨ªas en una cl¨ªnica en Alemania, era maniaco depresivo, y yo tengo esa misma semilla plantada en mi persona. No s¨¦ qu¨¦ habr¨ªa sido de m¨ª sin Federico...¡±, dice dejando la pregunta en el aire en el v¨ªdeo de este nuevo episodio de En la biblioteca de.
En su peque?o piso del barrio madrile?o de Lavapi¨¦s, el hispanista est¨¢ rodeado de sus libros imprescindibles, en los que, da igual el tiempo que pase, encuentra siempre un refugio. Sin embargo, los que le han acompa?ado en sus investigaciones y viajes permanecen archivados en la Casa Museo de Federico Garc¨ªa Lorca, en Fuente Vaqueros. El hispanista sigue enviando nuevas cajas de vez en cuando con manuscritos, correspondencia o documentos: ¡°Cuando voy tengo una sensaci¨®n rara porque es como ver mi tumba antes de estar muerto, pero tenerlo todo junto es una gran satisfacci¨®n¡±.
Aunque tambi¨¦n ha estudiado en profundidad a Antonio Machado, Miguel Hern¨¢ndez o Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, la gran obsesi¨®n de su vida ha sido investigar la muerte y la vida de Lorca y el universo infinito de su obra. Todo empez¨® cuando ten¨ªa dieciocho a?os y encontr¨® en una librer¨ªa de Dubl¨ªn, por casualidad, una edici¨®n del Romancero Gitano. ¡°Me entristece mucho que todav¨ªa no se haya encontrado su cuerpo. Solo queremos saber d¨®nde est¨¢ enterrado para llevarle rosas y rezar. No hay nada en ¨¦l que pueda ofender a la derecha porque el mensaje de Lorca es siempre de una empat¨ªa profunda con la persona que sufre¡±, se lamenta.
La provincia que vio nacer y morir a nuestro poeta m¨¢s internacional es un lugar muy especial para Gibson, tal y como explica en sus memorias Un carmen en Granada. En ellas, narra su vida sin pudor ni autocensuras. ¡°Me asusta publicar esto porque lo que digo de m¨ª familia es bastante fuerte, pero de all¨ª vengo...¡±, admiti¨® en el Instituto Cervantes el d¨ªa de la presentaci¨®n. ¡°Ahora, unos meses despu¨¦s, me siento ligeramente mejor porque ten¨ªa muchas cosas dentro sobre mis circunstancias familiares en aquella Irlanda puritana que no hab¨ªa contado. Me alegro mucho de haberlo hecho¡±, admite observando, pensativo, los tejados del centro de Madrid.
?C¨®mo es la peque?a biblioteca de Ian Gibson? ?Qu¨¦ quer¨ªa ser cuando era peque?o? ?Por qu¨¦ Azul... cambi¨® para siempre su vida? Descubrimos la biblioteca de Ian Gibson en este formato de v¨ªdeo de EL PA?S, en el que tambi¨¦n hemos conocido la del premio Nobel Mario Vargas Llosa, la de novelistas como Arturo P¨¦rez-Reverte, Javier Cercas o Rosa Montero, pol¨ªticos como Jos¨¦ Manuel Garc¨ªa-Margallo y ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde, o personalidades de la cultura y el cine como Fernando Trueba, Peridis o Juan Diego Botto, entre otros.