En la biblioteca de Socorro Venegas: ¡°En el mundo de la ficci¨®n encuentras lo que no est¨¢ en lo tangible¡±

Los pasajeros intentan dormitar un poco en el autob¨²s que parte a las cinco de la madrugada desde Cuernavaca hacia Ciudad de M¨¦xico. El sue?o se ve interrumpido por el sonido de una m¨¢quina de escribir Olivetti port¨¢til. Las teclas mec¨¢nicas resuenan con dureza y los pasajeros comienzan a chistar; quieren dormir. La chica que teclea al fondo del autob¨²s es Socorro Venegas (M¨¦xico, 51 a?os), quien en aquel momento de 1990 va de camino a la universidad y tiene que terminar su tarea pendiente. As¨ª se fue formando como escritora. Su primera novela, La noche ser¨¢ negra y blanca (Ediciones Era) vio la luz hace 15 a?os, y en 2024 se republic¨® para Espa?a y Argentina.

Cuando era muy ni?a, a los 11 a?os, conoci¨® la muerte de cerca: su hermano peque?o muri¨® tras una larga enfermedad. Su casa se llen¨® de visitas y dolientes durante el funeral y alguien dejo olvidado un libro de una autora francesa, un best seller. Eso atrapo la curiosidad de Venegas y desde entonces se convirti¨® en una lectora voraz. Descubri¨® que la ficci¨®n le permit¨ªa escapar de su realidad. Fue descubriendo a las autoras francesas antes que a las mexicanas. En una ocasi¨®n, al bajar del autob¨²s de regreso a su casa, paso por un peque?o supermercado y encontr¨® un libro de Marguerite Yourcenar a solo 100 pesos. Se volvi¨® su lectora.

La obra de Socorro Venegas, como su vida, siempre ha estado marcada por la muerte. Perdi¨® a su hermano y, a?os despu¨¦s, a su esposo. Reflejo de ello es libro de cuentos La memoria donde ard¨ªa (P¨¢ginas de Espuma). Su curiosidad la llev¨® siendo muy joven al taller de cuento que impart¨ªa Juan Villoro. ¡°Escuchar a Juan es escuchar a uno de los mejores¡±, dice al recordar sus clases con el cronista mexicano.

La vida de Venegas transita entre la capital mexicana, donde trabaja de lunes a viernes, y Cuauhnahuac [Cuernavaca en lengua n¨¢huatl], donde desde hace a?os va construyendo una casa sustentable, con ba?os secos y sistemas de recolecci¨®n de agua. Nunca se fue de la ciudad que le vio crecer y convertirse en una de las autoras m¨¢s conocidas de M¨¦xico. Por el amor que le tiene a su ciudad, se emociona mucho al hablar de uno de sus libros favoritos, Bajo el volc¨¢n, de Malcolm Lowry, y recuerda con emoci¨®n aquella carta que le escribir¨ªa el autor a Jonathan Cape, su entonces editor, donde le explica que con este libro buscaba escribir algo nuevo sobre el fuego del infierno. ¡°Qu¨¦ escritor no quiere escribir algo as¨ª¡±, comenta con una sonrisa melanc¨®lica.

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