Olvidadas, perdidas o coleccionadas: los espa?oles dejan sin devolver pesetas por valor de 1.575 millones de euros

Es suficiente dinero para costear la ampliaci¨®n del aeropuerto Adolfo Su¨¢rez-Madrid Barajas programada por el Gobierno, o para multiplicar por nueve la ¨²ltima oferta del Real Madrid por el jugador del PSG Kylian Mbapp¨¦. Pero lo que el 30 de junio era una fortuna desperdigada por miles de hogares, hoy no vale nada fuera de los c¨ªrculos de coleccionistas. Los espa?oles se han quedado con pesetas por valor de 1.575 millones de euros (unos 262.000 millones de pesetas), seg¨²n el balance definitivo publicado por el Banco de Espa?a, unos 33 euros por cabeza si se repartieran de forma equitativa entre los 47 millones de espa?oles.

Olvidados en cajones o ba¨²les, perdidos por playas, campos o calles de toda la geograf¨ªa espa?ola, o guardados con mimo como nost¨¢lgico recordatorio de un periodo de la historia de Espa?a quedan as¨ª 793 millones de euros en billetes y 782 millones en monedas. Una cantidad alta si se compara por ejemplo con Portugal (apenas 40 millones de euros sin canjear en total), o con la otra vecina, Francia, donde sus ciudadanos solo dejaron sin devolver 526 millones de euros en billetes de francos pese a ser una econom¨ªa m¨¢s grande y pujante que la espa?ola y haber dejado menos plazo disponible ¡ªhasta febrero de 2012¡ª.

Aunque la cifra es mareante para cualquiera, una amplia mayor¨ªa de las pesetas fueron retornadas hace ya mucho. El euro entr¨® en circulaci¨®n el 1 de enero de 2002, y en sus primeros seis meses de vida se canje¨® el 94,5% del importe de las pesetas. A partir de entonces ha habido un goteo de devoluciones durante 19 a?os en los que el porcentaje ha crecido al 96,8% de las pesetas.

Eso quiere decir que un 3,2% ya nunca viajar¨¢n a manos de las autoridades. Pero el Estado no se beneficiar¨¢ de ese dinero ahora invalidado como si de una inyecci¨®n de millones se tratase. Seg¨²n explica el Banco de Espa?a, tras la introducci¨®n del euro estimaron la cantidad de pesetas que podr¨ªa quedarse sin canjear, la cual se provision¨® en el balance del banco y luego se ha ido ajustando durante estos a?os seg¨²n iba a avanzando el canje. En 2020 quedaba una provisi¨®n de solo 14,73 millones, y con eso ha sido suficiente para el ¨²ltimo arre¨®n de cambio de billetes. Lo que sobre, vuelve a reservas del banco. En el caso de las monedas, competencia del Tesoro, lo que se ha ido canjeando se ha descontado directamente de su cuenta en el Banco de Espa?a.

El proceso avanz¨® sin hacer mucho ruido hasta su parte final. Las restricciones por la pandemia llevaron al Banco de Espa?a a ampliar seis meses la fecha l¨ªmite de devoluciones, inicialmente prevista para el 31 de diciembre de 2020. Pero pese a esa nueva extensi¨®n y a las casi dos d¨¦cadas con las ventanillas abiertas, el ¨²ltimo d¨ªa hubo largas colas, frustraci¨®n entre los que llegaron demasiado tarde y ya no pod¨ªan ser atendidos e incluso un improvisado mercado de trueque de pesetas a euros entre los que se quedaron fuera y los que estaban a punto de entrar.

El destino de esos billetes y monedas a cambio de los cuales los espa?oles trabajaron durante 133 a?os es conocido. Una vez en su poder, el Banco de Espa?a entrega las monedas al Tesoro, y ellos deciden si las achatarran, las venden o les dan otro uso. Las monedas de una peseta han sido con frecuencia reutilizadas para barriles de cerveza; las de 10, 50 y 200, para tuber¨ªas de refrigeraci¨®n, y las piezas de 5, 25, 100 y 500, para h¨¦lices de barco. En el caso de los billetes, el banco se encarga de reducirlos a porciones milim¨¦tricas, el material se compacta y la mayor¨ªa se reciclan. Puede que de ese modo, irreconocibles, vuelvan a estar en contacto con sus anta?o poseedores.