Slums en Dacca
El alto precio de la ropa barata
Explotados en f¨¢bricas que, de tanto en tanto, se desploman matando a cientos, incluso miles. Esta es la vida de quienes trabajan en la industria del textil en Bangladesh. Todas las historias que encontrar¨¢n en este c¨®mic son tan reales como las camisetas a 4,99 euros
Rina no puede dejar la f¨¢brica
Tiene 34 a?os y vive junto con sus dos hijos en una habitaci¨®n alquilada en un 'slum' de la capital de Bangladesh, Dacca. Trabaja como costurera por poco m¨¢s de 60 euros al mes; un empleo mal pagado que no abandona para que sus hijos no tengan que trabajar. Este es su testimonio
La vida en los barrios m¨¢s pobres de Dacca
La inmigraci¨®n del campo a la ciudad no siempre es el camino de oportunidades que sus protagonistas imaginan. Normalmente, las familias acaban en viviendas de una sola habitaci¨®n sin agua, saneamiento ni oportunidades laborales que les permitan salir de la pobreza extrema. Entramos en sus vidas gracias a la realidad virtual en una experiencia 360?
La perseverancia de Abu Hanif para salir adelante
Duerme en el suelo de la habitaci¨®n que comparte con su familia, de una sola cama, en un barrio informal de Dacca. Pero este joven de 17 a?os no se resigna a ser pobre toda su vida. Va a la universidad y trabaja en su tiempo libre para contribuir a la maltrecha econom¨ªa del hogar. Sue?a con crear su propia empresa de inform¨¢tica y que sus padres puedan volver a su aldea y descansar
La f¨¢brica de empaquetado que acab¨® convertida en escombros
No solo en la industria textil de Bangladesh sucede la desgracia de que colapse un edificio matando a los trabajadores que hab¨ªa dentro. Mientras se investigaba la inseguridad en las factor¨ªas de ropa para elaborar este especial, se derrumb¨® el centro de Tampaco Foils: 35 personas murieron. As¨ª sucedi¨®
?Qui¨¦n manda en los barrios?
En Gawair, uno de los barrios m¨¢s pobres de Bangladesh, el jefe local es Hossain Toffazzal. ?l controla que las f¨¢bricas cumplan las condiciones m¨ªnimas de seguridad (eso dice) y resuelve peque?os conflictos entre vecinos. Si hace falta, azota con las varas que lleva en su coche a los que "no se comportan como deben"