C車mo cambi車 Colombia bajo Iv芍n Duque, en cifras
La pandemia, la pobreza que trajo consigo, el repunte de la violencia y de la inseguridad, y la regularizaci車n de una base migratoria inusitada marcaron los cuatro a?os del mandato que termina este domingo
Cuando el pasado siete de agosto de 2018 Iv芍n Duque lleg車 a la Casa de Nari?o nadie esperaba, y menos 谷l mismo, que la cifra que iba a marcar su mandato era la de doscientas mil muertes no violentas. Ese es, aproximadamente, el n迆mero de fallecimientos de m芍s que ha visto Colombia durante la pandemia (es decir, comparando los decesos de 2020, 2021 y 2022 con la media de a?os anteriores). Y el 迆nico n迆mero por el que tiene sentido empezar esta lista de los que resumen estos cuatro a?os. Han sido,...
Cuando el pasado siete de agosto de 2018 Iv芍n Duque lleg車 a la Casa de Nari?o nadie esperaba, y menos 谷l mismo, que la cifra que iba a marcar su mandato era la de doscientas mil muertes no violentas. Ese es, aproximadamente, el n迆mero de fallecimientos de m芍s que ha visto Colombia durante la pandemia (es decir, comparando los decesos de 2020, 2021 y 2022 con la media de a?os anteriores). Y el 迆nico n迆mero por el que tiene sentido empezar esta lista de los que resumen estos cuatro a?os. Han sido, seg迆n las estimaciones de este peri車dico basadas en los reportes que de manera rigurosa ha aportado el Departamento Nacional de Estad赤stica con una premura inusitada, casi 216.000 hasta mediados de junio de este a?o. La inmensa mayor赤a en la primera mitad de 2021, antes de que la vacunaci車n se hiciera generalizada.
La ola de la covid golpe車 a todos los pa赤ses del mundo, sin apenas excepci車n. Y aunque a Colombia, como a otras econom赤as de ingreso medio, les ayud車 la mayor juventud de su poblaci車n ante una enfermedad que se ceb車 con las personas de m芍s edad, otros factores igualmente estructurales terminaron por desequilibrar el saldo agregado de la pandemia, empezando por la fragilidad econ車mica y social de partida.
Ciertamente, la econom赤a colombiana tard車 apenas un a?o en recuperar su volumen de renta pre-pand谷mico. Pero esta V esconde un hueco mucho m芍s profundo, sentido de manera desigual.
T車mese, por ejemplo, el empleo, indicador m芍s claro y frecuente del pulso econ車mico de los hogares al producirse mes a mes. Lo que al PIB le cost車 un a?o, a la ocupaci車n laboral le llev車 m芍s del doble: apenas en el segundo trimestre de 2022 la cantidad de personas con puesto volvi車 a donde estaba en febrero de 2020.
Ni siquiera est芍 claro que lo haya hecho de manera s車lida, dado lo reciente de los datos y lo incierto de la situaci車n econ車mica mundial actual, atravesada por una inflaci車n inusitada, y una reconfiguraci車n del comercio mundial y del flujo energ谷tico cuyo resultado es profundamente incierto.
Aunque la pandemia ha supuesto una dentellada a la econom赤a colombiana, la situaci車n ven赤a empeorando desde antes. O m芍s bien no mejoraba: la extraordinaria destrucci車n de pobreza que se hab赤a logrado durante la primera d谷cada del siglo se detuvo hacia 2014 en las ciudades y 2017 en las zonas rurales, repuntando incluso entre 2018 y 2019.
La pandemia tuvo, curiosamente, un efecto temporalmente igualador en la tasa de pobreza monetaria relativa entre campo y ciudad, al incrementar mucho la primera y descender significativamente la segunda. Desde esta 車ptica, las transferencias de renta de emergencia implementadas tanto por el gobierno Duque como por varios poderes locales fueron insuficientes para detener el golpe comparativamente mayor que tuvo la pandemia en econom赤as dependientes de los servicios y la relaci車n persona a persona, como las ciudades, pero sirvieron para recuperar as赤 fuera parcialmente la senda perdida de mejora en el resto del pa赤s. En 2021, la regresi車n a la media ha sido parcial, de suerte que (al menos por ahora) la pobreza relativa urbana sigue en m芍ximos de la d谷cada, pero la rural est芍 casi en m赤nimos.
Fue en 2014 cuando tambi谷n empez車 a empeorar la percepci車n subjetiva de los colombianos sobre la econom赤a de sus hogares, tocando m赤nimos en 2021.
En paralelo, se multiplic車 de manera alarmante el porcentaje de personas que reportaban haberse quedado ※sin comida§ en alg迆n momento ※de los 迆ltimos tres meses§ al Bar車metro de las Am谷ricas: hasta 4 de cada 10 en la encuesta del a?o pasado. Tambi谷n, de manera menos inmediata y con efectos potencialmente enormes a largo plazo, las estimaciones de fracaso electoral dieron un salto vertiginoso en 2020, especialmente en el mundo rural, ofreciendo una imagen menos esperanzadora de la que pintaban los datos de pobreza.
Estos tres puntos de informaci車n (la fragilidad del empleo, la regresi車n parcial de la pobreza a la media aliviada en el medio rural por la din芍mica y las pol赤ticas pand谷micas, el empeoramiento de la percepci車n de los hogares desde antes no ya de la covid, sino incluso de la llegada de Duque al poder) enmarcan la ola de protestas que enfrent車 el presidente saliente: especialmente urbanas y centradas en una frustraci車n de expectativas que, aunque se volcaba sobre el objetivo pol赤tico actual, no parec赤a deberse 迆nicamente a las diferencias ideol車gicas.
Otra manera de ver estos datos es la ausencia de un ※dividendo de paz§ del tama?o esperado. Sea por promesa inflada del gobierno anterior o por las fallas en la implementaci車n del actual, no hubo ni siquiera antes de 2020 un boom de prosperidad compartida. Y, de hecho, los indicadores de seguridad tampoco han mejorado. Resulta siempre arriesgado resumir en un par de n迆meros un contexto tan complejo, con tantos frentes abiertos como el colombiano (violencia contra l赤deres sociales, luchas de control territorial ante el vac赤o dejado por las viejas FARC, cambios en las econom赤as ilegales regionales que van m芍s all芍 del narcotr芍fico, micro-din芍micas metropolitanas y rurales). Pero el n迆mero m芍s socorrido es el de la tasa de homicidios, probablemente porque condensa cualquier p谷rdida agregada de vida a manos de otras personas. Y, en 2021, Colombia vio su primer repunte significativo en casi una d谷cada.
No son s車lo las muertes violentas: la sensaci車n general de seguridad tambi谷n se ha deteriorado, de manera incluso m芍s profunda.
Al igual que con los homicidios, el estancamiento o empeoramiento no se circunscribe a los a?os del mandato de Duque, pero s赤 se profundiza en ellos. Esto, de hecho, deber赤a relativizar las lecturas de la presidencia saliente como causa de todos los males (o bienes) de Colombia. Las valoraciones de los gestores p迆blicos vivir赤an mejor bajo la formulaci車n de qu谷 ha hecho tal o cual mandatario por enfrentar los retos que ya le esperaban al llegar a la presidencia, y c車mo se ha plasmado esa acci車n en los datos. Algo, por dem芍s, complicado de medir en s赤 mismo, pues nunca se dispone de un pa赤s id谷ntico al evaluado pero sin las medidas aplicadas para dilucidar si la evoluci車n en los indicadores es por culpa de (o gracias a) dicha acci車n. A lo m芍s a lo que se puede llegar en este tipo de ejercicios es a describir e intuir.
Y, en ese sentido, un 芍mbito, el 迆ltimo quiz芍s de los grandes n迆meros, en el que el balance es notablemente distinto al anterior e indudablemente atado a la gesti車n de Iv芍n Duque es el de los migrantes. A mediados de 2022 la poblaci車n venezolana residente en Colombia rozaba los 2,5 millones tras una actualizaci車n de datos a manos de Migraci車n Colombia que dimensionaba de manera m芍s precisa el descomunal desaf赤o que enfrenta un pa赤s poco acostumbrado a acoger en las 迆ltimas d谷cadas. Cuando el gobierno actual entr車 a la Casa de Nari?o, no eran ni un mill車n los contados. La mitad estaban en situaci車n irregular.
Hoy, gracias a la decisi車n (no sin titubeos previos, pero inequ赤voca al fin) de Iv芍n Duque y su equipo de regularizar al contigente en el pa赤s, las personas migrantes en situaci車n de vulnerabilidad e incertidumbre jur赤dica son menos que en octubre de 2018 a pesar de que el volumen total se haya multiplicado.
El proceso a迆n se demorar芍 a?os, como lo har芍 la posible consolidaci車n de los sistemas de transferencia y la bancarizaci車n lograda durante la pandemia, o los impactos en millones de hogares que ahora transitan por la pobreza (y antes no) o por la ausencia de sus ni?os del colegio. Pasar芍n, tanto en lo bueno como en lo malo, a formar parte del grupo de ※factores estructurales§ con los que tocar芍 evaluar, de nuevo de manera inevitablemente incompleta y relativa, los logros y desaciertos de los presidentes que est芍n por llegar.
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