Iv¨¢n Duque y el s¨ªndrome de Peter Pan
Se cuenta que Peter Pan no solo no quer¨ªa crecer, sino que no dejaba madurar a los dem¨¢s. Eso le pas¨® a Colombia en estos cuatro a?os con un presidente que se comport¨® como un ni?o caprichoso
Iv¨¢n Duque alista sus maletas para salir del poder y en pocos d¨ªas volver¨¢ al mundo real, ese que tanto intent¨® evitar durante sus cuatro a?os de mandato en los que gobern¨® Colombia bajo el s¨ªndrome de Peter Pan. Desde que fue elegido, Duque nunca dej¨® de comportarse como un ni?o caprichoso de esos que cree que el mundo gira alrededor de ¨¦l.
En su imaginaci¨®n se invent¨® un pa¨ªs del Nunca Jam¨¢s para que sus amigos y ¨¦l se pudieran dedicar a pasarlo bien ¡ªa vivir sabroso¡ª, sin tener que rendirle cuentas a nadie. Viaj¨® con sus amiguetes por el mundo, a costa del bolsillo de los colombianos, difundiendo sus f¨¢bulas e inventando guerras que nunca libr¨®. Tuvo tiempo para sus parrandas vallenatas y para recorrer en cuatrimoto una isla que hab¨ªa sido arrasada por un hurac¨¢n, y se dio el lujo de grabar videos en ingl¨¦s para que los colombianos nos di¨¦ramos cuenta de lo bien que hablaba ese idioma.
As¨ª gobern¨® estos cuatro a?os. Encerrado en su mundo infantil y narciso, resisti¨¦ndose a crecer, exagerando y magnificando sus peque?os logros y responsabilizando a otros de sus grandes fracasos.
Al gobierno de su antecesor, Juan Manuel Santos, lo responsabiliz¨® por el aumento de los asesinatos de l¨ªderes sociales durante su gobierno, y a los j¨®venes que salieron a protestar en las calles en el estallido social los se?al¨® de ser los causantes de las p¨¦rdidas econ¨®micas que sufrieron los empresarios en la ¨¦poca de pandemia.
En sus viajes por el mundo, Duque intent¨® montar la patra?a de que ¨¦l era el gran defensor del acuerdo de paz cuando en realidad hizo todo por acabarlo y asfixiarlo. Su primer a?o de gobierno lo invirti¨® en ver c¨®mo acababa con la JEP, el tribunal de justicia transicional que se cre¨® con los acuerdos de paz para juzgar a los responsables de los delitos atroces que se cometieron durante los 60 a?os de guerra contra las FARC. Permiti¨® que sus amigotes pol¨ªticos saquearan los dineros destinados a la implementaci¨®n de la paz y hasta el final de su mandato se neg¨® a reconocer los atropellos cometidos por los militares en materia de derechos humanos durante la guerra. Su cacareado compromiso por la implementaci¨®n del acuerdo de paz fue una mentira que Duque fabric¨® para congraciarse con la comunidad internacional que s¨ª tiene los ojos puestos en Colombia.
Duque tambi¨¦n insiste en presentarse como el h¨¦roe que sac¨® al pa¨ªs de la crisis de la pandemia. Pero, en el mundo real, su gobierno supuso un retroceso en casi todos los ¨®rdenes.
Su gobierno nos deja un d¨¦ficit fiscal que es el m¨¢s alto en los ¨²ltimos 70 a?os y un pa¨ªs mucho m¨¢s pobre y desigual que hace cuatro a?os. Durante la pandemia, Duque benefici¨® con ayudas a sus amigos empresarios y se olvid¨® de la clase media y de los m¨¢s vulnerables. Las consecuencias de esa manera de gobernar fueron nefastas para Colombia porque el pa¨ªs retrocedi¨® m¨¢s de una d¨¦cada en la lucha contra la pobreza durante su gobierno.
Nuestro presidente Peter Pan no solo gobern¨® para complacer a sus amigos empresarios. Tambi¨¦n fue muy generoso con sus compinches pol¨ªticos. Duque favoreci¨® con grandes contratos y prebendas a las poderosas y corruptas ¨¦lites pol¨ªticas de las regiones que terminaron siendo su sost¨¦n. En el Congreso le dio fuelle a reformas que el pa¨ªs no necesitaba, pero que si satisfac¨ªan la sed burocr¨¢tica de las mafias pol¨ªticas corruptas y que, con su bendici¨®n, terminaron apoder¨¢ndose de los organismos de control.
Mientras sus amigotes hac¨ªan de las suyas, el presidente se divert¨ªa jugando al mandatario verde y fabricaba para la audiencia internacional cifras falsas sobre sus ¨¦xitos en la lucha contra la deforestaci¨®n. Seg¨²n Duque, su gobierno es el tit¨¢n de la lucha contra el cambio clim¨¢tico porque logr¨® frenar la tasa de deforestaci¨®n para este ¨²ltimo trimestre. La verdad es que en su gobierno se registr¨® la tasa de deforestaci¨®n m¨¢s alta en la historia de Colombia, con 700.000 hect¨¢reas de selva devastadas. Eso dicen las cifras oficiales.
Duque tambi¨¦n se opuso a que el Congreso colombiano aprobara el acuerdo de Escaz¨², ese tratado firmado en el 2019 por varios pa¨ªses de Am¨¦rica Latina y el Caribe y que aboga por la adopci¨®n de pol¨ªticas transparentes en materia de acceso a la informaci¨®n, que impulsa la participaci¨®n de la ciudadan¨ªa y crea mecanismos para la protecci¨®n de defensores del medio ambiente. El mandatario decidi¨® respaldar a los gremios y empresarios que no quieren avalar el acuerdo por considerar que los ata a compromisos con las comunidades que no est¨¢n dispuestos a conceder.
Duque no pasar¨¢ a la historia por grandes cosas, pero se le recordar¨¢ por su habilidad para cantar vallenatos y azotar baldosa, dos cosas que siempre hizo muy bien.
En la historia original se cuenta que Peter Pan no solo no quer¨ªa crecer, sino que no dejaba madurar a los dem¨¢s. Eso le pas¨® a Colombia en estos cuatro a?os. Los que quer¨ªan madurar y a?oraban el cambio fueron vistos como enemigos y los que se plegaron a sus infantiles designios se convirtieron en actores de reparto de una f¨¢bula que se invent¨® Duque, el presidente que se neg¨® a crecer.
Su salida del poder le devuelve a la pol¨ªtica colombiana una conexi¨®n y una empat¨ªa con la realidad que hab¨ªamos perdido. Ya era hora.
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