Colombia quiere acabar con un servicio militar clasista, pero ¨²til para la seguridad
Los cr¨ªticas a la medida se centran en c¨®mo lograr unas fuerzas armadas 100% profesionales en un pa¨ªs marcado por la violencia
Jhon Jairo Bernal acababa de cumplir los 18 a?os y entre sus planes no estaba hacer el servicio militar. Hab¨ªa estado ahorrando para empezar a estudiar. Tres meses despu¨¦s de cumplir la mayor¨ªa de edad, hizo los tr¨¢mites para ¡°comprar¡± la libreta militar. El sistema que, todo el que puede, utiliza para evitar el Ej¨¦rcito. Mientras esperaba su libreta, se cruz¨® una tarde con un cami¨®n. Era septiembre y no pensaba en nada concreto al atravesar la plaza central de Calarc¨¢, en el Quind¨ªo, donde viv¨ªa con su madre y su hermano. Vio al veh¨ªculo pararse y a sus ocupantes uniformados pedir la libreta ...
Jhon Jairo Bernal acababa de cumplir los 18 a?os y entre sus planes no estaba hacer el servicio militar. Hab¨ªa estado ahorrando para empezar a estudiar. Tres meses despu¨¦s de cumplir la mayor¨ªa de edad, hizo los tr¨¢mites para ¡°comprar¡± la libreta militar. El sistema que, todo el que puede, utiliza para evitar el Ej¨¦rcito. Mientras esperaba su libreta, se cruz¨® una tarde con un cami¨®n. Era septiembre y no pensaba en nada concreto al atravesar la plaza central de Calarc¨¢, en el Quind¨ªo, donde viv¨ªa con su madre y su hermano. Vio al veh¨ªculo pararse y a sus ocupantes uniformados pedir la libreta a ¡°todos los chinos¡± que se cruzaban. A Bernal no le sirvieron de nada sus explicaciones. Con lo puesto, lo subieron y no volvi¨® a pisar su casa hasta cuatro meses despu¨¦s. Pas¨® un a?o y medio en un batall¨®n de Tolima.
El Colombia el servicio militar es obligatorio solo para el que no puede pagarlo. En una sociedad tan clasista como la colombiana, el Ej¨¦rcito es terreno de los m¨¢s desfavorecidos. Un informe de la Defensor¨ªa del Pueblo, publicado en 2014, mostr¨® que el 80% de los j¨®venes reclutados pertenecen al estrato socioecon¨®mico cero, uno o dos. Apenas un 0,13% son de estrato cinco y un 0,01% de estrato seis, el m¨¢s alto.
El Gobierno quiere acabar con la obligatoriedad y ofrecer como alternativa un servicio social para la paz. La idea es que los j¨®venes puedan ayudar a mejorar la vida de los colombianos en los territorios m¨¢s apartados y empobrecidos del pa¨ªs y avanzar hacia un camino en el que, en algunos a?os, ¡°no tengan que ir a las armas¡±, ha dicho el ministro de Interior, Alfonso Prada, .
La iniciativa, una de las promesas de campa?a de Petro, ha causado rechazo en parte de la oposici¨®n de derechas y el Ej¨¦rcito. La seguridad es una obsesi¨®n nacional en un pa¨ªs atravesado por d¨¦cadas de todo tipo de violencia y la idea de perder efectivos es para algunos un suicidio. El general Juvenal D¨ªaz, que se retir¨® del Ej¨¦rcito en octubre por los cambios en la c¨²pula militar ordenada por Petro, calific¨® la eliminaci¨®n del servicio militar obligatorio como ¡°un atentado contra la seguridad nacional¡±.
Las mayores cr¨ªticas se centran en el adelgazamiento que sufrir¨¢n las fuerzas de seguridad si los j¨®venes deciden optar en masa por el servicio social. En los ¨²ltimos cinco a?os, 460.113 hombres fueron reclutados para el servicio militar. No es poco si se tiene en cuenta que hay unos 240.000 profesionales de las fuerzas armadas. Un fallo de la Corte Constitucional impide que estos j¨®venes sean enviados a zonas de combate, pero realizan funciones clave en mantenimiento, seguridad y control de infraestructuras militares. ¡°El Ej¨¦rcito no se debilita con esto si las amenazas internas est¨¢n disminuidas, pero si no es as¨ª, no se podr¨ªa quitar el servicio militar obligatorio¡±, opina el coronel retirado Carlos Alfonso Vel¨¢squez.
Se trata, al final, de un tema de recursos. Las labores que no cubran los reclutados tendr¨¢n que cubrirlas militares profesionales, explica Hugo Acero, experto en temas de seguridad y justicia. Para Mar¨ªa Victoria Llorente, directora de la Fundaci¨®n Ideas para la Paz, ¡°da?ar la seguridad es algo que se paga pol¨ªticamente muy fuerte¡± y, sin negar que la medida sea buena, s¨ª apunta al costo que debe asumir el Estado para tener una fuerza militar 100% profesional. ¡°Mientras reconstruyes el edificio, tiene que seguir funcionando¡±, a?ade. La idea del Gobierno es que la implantaci¨®n sea progresiva y que la obligatoriedad solo quede para casos de guerra en el exterior.
El Ejecutivo est¨¢ decidido a sacar la medida adelante y esta semana tuvo que echar mano de su astucia electoral para salvar el proyecto de ley. Este lunes, la oposici¨®n, vali¨¦ndose de la ausencia de dos congresistas del Pacto Hist¨®rico, logr¨® tumbar la propuesta. El mi¨¦rcoles, el proyecto volvi¨® al Congreso por otro lado y fue respaldado por una amplia mayor¨ªa, aunque a¨²n necesita m¨¢s tr¨¢mites pasar para ser ley. La vicepresidente Francia M¨¢rquez celebr¨® esta primera victoria de lo que considera una cuesti¨®n de justicia. ¡°?No parimos hijos para la guerra!¡±, dijo.
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