Cuando prometer no es cumplir

A los pol¨ªticos no se les puede creer. Menos cuando est¨¢n en campa?a. Sin embargo, caemos una y otra vez cada cuatro a?os al dejarnos ilusionar con sus promesas. Tontos que somos los ciudadanos y maquiav¨¦licos ellos que logran encontrar nuestros puntos d¨¦biles para casi llevarnos de la mano a darles nuestro voto el d¨ªa de elecciones.

Hace casi cuatro a?os, la hoy alcaldesa de Bogot¨¢, Claudia L¨®pez, prometi¨® en campa?a que no iba a hacer de una las v¨ªas hist¨®ricas de Bo...

A los pol¨ªticos no se les puede creer. Menos cuando est¨¢n en campa?a. Sin embargo, caemos una y otra vez cada cuatro a?os al dejarnos ilusionar con sus promesas. Tontos que somos los ciudadanos y maquiav¨¦licos ellos que logran encontrar nuestros puntos d¨¦biles para casi llevarnos de la mano a darles nuestro voto el d¨ªa de elecciones.

Hace casi cuatro a?os, la hoy alcaldesa de Bogot¨¢, Claudia L¨®pez, prometi¨® en campa?a que no iba a hacer de una las v¨ªas hist¨®ricas de Bogot¨¢, la carrera s¨¦ptima, una troncal de buses del sistema de transporte masivo de la ciudad, Transmilenio.

Pasaron los meses, Claudia result¨® electa alcaldesa. La ilusi¨®n creci¨®. Pero tras el inevitable proceso que lleva a decantar las promesas y lo real, el discurso cambi¨®: ¡°no habr¨¢ Transmilenio, empez¨® a decir, haremos un Transmilenio verde¡±. En el mundo culinario esto viene a ser como decir que hoy no se sirve pasta, porque el men¨² es lasa?a. Pasta es pasta, as¨ª le cambien la presentaci¨®n.

Desde el origen del proyecto, hace m¨¢s de 10 a?os, muchos cr¨ªticos propusieron que en vez de un sistema de buses con carril exclusivo se construyera un tranv¨ªa sobre ese corredor de la capital colombiana. La respuesta de los promotores de la idea siempre fue: un tranv¨ªa no puede llevar los 20.000 pasajeros por trayecto y por hora que lograr¨¢ el Transmilenio. Sin embargo, hoy con sorpresa nos enteramos que un tramo completo del nuevo Corredor Verde, el que va desde la calle 26 hasta la 92, solo va a transportar 8.000 pasajeros por trayecto por hora. ?Acaso no era eso lo que tanto criticaban al tranv¨ªa?

Bogot¨¢ parece condenada a los buses. Sean estos el¨¦ctricos o a gas, pero a fin de cuentas buses. Es como si estuviera fuera de discusi¨®n contemplar una intermodalidad que adem¨¢s sea generosa con la ciudad y el urbanismo.

En algunos a?os tendremos metro elevado, que es bien sabido afecta seriamente el entorno cuando se construye de esa manera en pa¨ªses donde la informalidad y la delincuencia est¨¢n a la orden del d¨ªa. E igualmente en algunos a?os seguiremos con buses en este corredor hist¨®rico, que adem¨¢s tendr¨¢ en algunos tramos unos pasos subterr¨¢neos que seguramente embellecer¨¢n lugares como la centenaria mansi¨®n de Villa Adelaida (1920), reci¨¦n restaurada y que ahora tendr¨¢ justo frente a su entrada una poco patrimonial rampa para soterrar los buses en ese tramo del centro de negocios de Bogot¨¢.

Cuando empiecen casi al tiempo las obras del Metro de Bogot¨¢ y el Corredor Verde de la S¨¦ptima el caos del tr¨¢nsito ser¨¢ fenomenal. Los dos ejes viales m¨¢s importantes del oriente de la capital estar¨¢n con desv¨ªos y cierres. El colapso no tendr¨¢ nombre.

Afortunadamente eso no le va a tocar a la alcaldesa actual. Ella se va el 31 de diciembre de 2023, cuando apenas est¨¦ empezando a desarrollarse el contrato del Corredor Verde que muy pronto saldr¨¢ a licitaci¨®n. El problema ser¨¢ para el alcalde que venga, quien seguro tambi¨¦n nos har¨¢ promesas que tampoco va a cumplir.

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