El Metro de Bogot¨¢ pone la primera piedra despu¨¦s de mil proyectos, cero estaciones y una discusi¨®n eterna

El metro de Bogot¨¢ tiene p¨¢gina web, Instagram, perfil en Twitter con 146.000 seguidores y hasta un grupo de amigos en Facebook. Pero no existe. Ni trenes, ni v¨ªas, ni estaciones. Hasta ahora solo ha sido una idea. Un plan que la ciudad comenz¨® a amasar en 1942, cuando ten¨ªa 400.000 habitantes. Han pasado 80 a?os, decenas alcaldes y proyectos guardados en cajones. La ciudad creci¨® hasta los casi ocho millones de bogotanos. El tr¨¢fico se convirti¨® en un caos eterno. Nunca nadie vio un vag¨®n en marcha. Los ciudadanos a¨²n arquean las cejas si se les pregunta por ¨¦l como si no se creyeran que ahora est¨¢ en construcci¨®n. La alcaldesa de la capital, Claudia L¨®pez, suena tajante despu¨¦s de a?os de anuncios incumplidos: ¡°La primera l¨ªnea no es un sue?o, no es un proyecto, es un contrato que va al 18%. El metro va y va ya¡±.

Los avances en Patio Taller, el lugar de mantenimiento y donde dormir¨¢n los trenes, le dan la raz¨®n: las obras est¨¢n en marcha, pero es f¨¢cil olvidarlo. El ruido alrededor de la mayor construcci¨®n del pa¨ªs contin¨²a. El plan ha pasado ya por tantas administraciones que tiene demasiados padres. Los alcaldes que metieron sus manos en el proyecto ¡ªGustavo Petro y Enrique Pe?alosa¡ª siguen discutiendo a estas alturas sobre qu¨¦ ser¨ªa mejor. Uno de los dos es hoy el presidente Petro, as¨ª que ha planteado una nueva revisi¨®n al proyecto ya pactado.

La historia viene de lejos. Los proyectos del metro no lograron avanzar durante 70 a?os. O bien porque el Gobierno de la ciudad lo paralizaba o bien porque el Gobierno nacional lo frenaba. El dinero nunca result¨® suficiente. Fue hace una d¨¦cada cuando empez¨® a tomar forma. Entonces era alcalde de Bogot¨¢ el hoy presidente. Juan Manuel Santos dirig¨ªa el Gobierno nacional. Petro avanz¨® mucho en el proyecto de un metro subterr¨¢neo e incluso acord¨® con Santos una aportaci¨®n nacional del 70% del presupuesto. Pero su mandato acab¨® antes de hacerlo realidad.

Luego hay dos versiones. La de Petro, que dice que dej¨® el metro listo para construirse. Y la de Pe?alosa, que dice que al llegar a la alcald¨ªa vieron que a causa de la devaluaci¨®n del peso en 2014 el proyecto hab¨ªa dejado de ser viable en funci¨®n de los costes/beneficios. La realidad pasa por dos puntos clave: el metro de Petro no lleg¨® a licitarse nunca, con lo que no lleg¨® blindado a la alcald¨ªa siguiente, y Pe?alosa, por su parte, era partidario de hacer un metro elevado y priorizar la puesta en marcha del Transmilenio, el sistema de autobuses articulados que circulan por v¨ªa propia. Cuando el segundo relev¨® a primero, plasm¨® su proyecto. Y esa pelea entre ambos contin¨²a hasta hoy.

Andr¨¦s Escobar, gerente de la Empresa Metro con Pe?alosa y al principio de alcald¨ªa de L¨®pez, no critica el plan de Petro, pero s¨ª sostiene que era inviable, al menos en 2015: ¡°No se pudo hacer. No porque el proyecto fuera malo, sino por la devaluaci¨®n y los costos de operaci¨®n¡±. El Gobierno de Santos, dice Escobar, le advirti¨® al nuevo alcalde de que no habr¨ªa m¨¢s dinero del comprometido a su antecesor. Entonces, Pe?alosa y su equipo encargaron una comparativa entre el metro subterr¨¢neo ¡ªel de Petro¡ª y el metro elevado ¡ªde Pe?alosa¡ª, que result¨® un 19% m¨¢s econ¨®mico, lo que a priori no es una sorpresa. Es m¨¢s costoso tunelar y construir bajo tierra que en superficie, y m¨¢s caro mantener un metro subterr¨¢neo que necesita iluminaci¨®n artificial y ventilaci¨®n. El proyecto sali¨® a licitaci¨®n y Apca Transmimetro, un consorcio chino, lo gan¨®. Entretanto ya hab¨ªan pasado cuatro a?os y se acercaban unas nuevas elecciones en la ciudad. El metro a¨²n exist¨ªa solo en mapas de papel.

¡°Yo vot¨¦ por Claudia porque dijo que no iba a hacer el metro elevado¡±, sostiene hoy una analista colombiana, visiblemente enfadada. L¨®pez asegur¨® en campa?a era mejor opci¨®n el subterr¨¢neo. Incluso lo dice ahora. ¡°Yo tengo cierta predisposici¨®n a que sea subterr¨¢neo, Bogot¨¢ ya es una ciudad hecha y construida y muy densa¡±, dice a EL PA?S. Pero el contrato para la primera l¨ªnea ya estaba firmado cuando ella lleg¨® y dar marcha atr¨¢s significaba un nuevo retraso. Asegura que se limit¨® a continuar lo avanzado para resolver cuanto antes un problema de d¨¦cadas. De hecho, la segunda l¨ªnea de metro, que ya se ha proyectado durante su Gobierno, ser¨¢ subterr¨¢nea ¡ªsi logra que se licite antes de que ella deje la Alcald¨ªa en enero de 2024¡ª.

Petro, embarcado en mil frentes desde que comenz¨® su Gobierno en agosto, se niega a soltar la obra. Hace unas semanas, se reuni¨® con la alcaldesa para pedirle informaci¨®n sobre la posibilidad de hacer subterr¨¢neo un tramo de la primera l¨ªnea. La Alcald¨ªa sostiene que est¨¢n estudiando la posibilidad y el consorcio chino est¨¢ haciendo un proyecto paralelo para ver cu¨¢l ser¨ªa el sobrecoste. Se lo presentar¨¢ al presidente el 16 de enero. ¡°El problema es si es viable jur¨ªdicamente con el contrato como est¨¢ y financieramente¡±, dice L¨®pez.

Por el camino se han perdido millones de pesos en proyectos y estudios que nunca ver¨¢n la luz. Pe?alosa sigue insistiendo en que no se puede hacer subterr¨¢neo por el suelo inestable de Bogot¨¢, aunque t¨¦cnicamente podr¨ªa hacerse. El debate contin¨²a entre ellos en Twitter y en declaraciones p¨²blicas confundiendo a la poblaci¨®n, que a¨²n se pregunta: ?se est¨¢ construyendo ya el metro o no?

Lo que hay hoy

La construcci¨®n de la llamada primera l¨ªnea del metro de Bogot¨¢ ya ha comenzado y se trata del proyecto elevado que cerr¨® el Gobierno de Pe?alosa. Est¨¢ previsto que entre en operaciones en 2028. Tendr¨¢ 24 kil¨®metros y 16 estaciones y est¨¢ presupuestado en 22,3 billones de pesos (unos 4.675 millones de d¨®lares). Aunque todo podr¨ªa cambiar el pr¨®ximo enero si el presidente opta por el proyecto que prepara el consorcio chino para hacer subterr¨¢neo un tramo. Se trata de la mayor infraestructura en construcci¨®n del pa¨ªs. La segunda l¨ªnea metro, que debe licitarse en 2023 y empezar a construirse en el 2024, deber¨ªa empezar a funcionar en 2032. Son 15,4 kil¨®metros, con 11 estaciones y un presupuesto de 34,93 billones de pesos. Pero el metro no es la ¨²nica obra en marcha. Hay mil abiertas en la capital, 500 menores y 500 mayores. Colegios, hospitales, carreteras, cables a¨¦reos, corredores verdes... L¨®pez asegura que ¡°la ciudad ser¨¢ otra en 2032¡å, pero hasta entonces habr¨¢ que sufrirlo.

Bogot¨¢ tiene un tr¨¢fico p¨¦simo. Seg¨²n un estudio de Traffic Index, es la cuarta peor ciudad del mundo en tr¨¢fico vehicular y la primera de Am¨¦rica Latina. Eso quiere decir que cada bogotano pierde al a?o 126 horas en los atascos, lo que supone un 55% de retrasos en los recorridos. Las obras dificultar¨¢n m¨¢s el tr¨¢nsito, pero los problemas de movilidad de la ciudad exigen nuevas infraestructuras. Los autobuses urbanos son ineficientes y el servicio de transmilenio que puso en marcha Pe?alosa alivi¨® una parte del problema a principios de los 2000, pero hoy tambi¨¦n resulta insuficiente y la gente viaja hacinada en los veh¨ªculos.

El metro parece que ya arranca, pero en esta historia es mejor no ser contundente. EL PA?S ya public¨® en 2017 que, si no hab¨ªa nuevos obst¨¢culos, la primera l¨ªnea comenzar¨ªa a construirse en 2019. Y los hubo. Ahora el comienzo de las obras es un hecho, pero hasta ah¨ª puede decirse. El proyecto de Pe?alosa a¨²n podr¨ªa acabar incluyendo al proyecto de Petro.

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