Congresistas indisciplinados
Quitarle la funci¨®n disciplinaria a la Procuradur¨ªa para d¨¢rsela a los jueces penales equivale a quitarle el coordinador de disciplina a un colegio
En Colombia, pa¨ªs de leyes y abogados, el congreso, de la mano con el gobierno, avanza a toda velocidad en la aprobaci¨®n de una propuesta que dejar¨ªa a todos los funcionarios elegidos a trav¨¦s del voto popular ¨Cconcejales, diputados, alcaldes, gobernadores y congresistas¨C sin quien los llame al orden si llegaran a cometer actos que van en contrav¨ªa de los deberes y obligaciones que en el momento de su posesi¨®n juraron respetar.
Quienes defienden la propuesta dicen que, con este cambio en la Constituci¨®n, el pa¨ªs quedar¨¢ a tono con una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Hum...
En Colombia, pa¨ªs de leyes y abogados, el congreso, de la mano con el gobierno, avanza a toda velocidad en la aprobaci¨®n de una propuesta que dejar¨ªa a todos los funcionarios elegidos a trav¨¦s del voto popular ¨Cconcejales, diputados, alcaldes, gobernadores y congresistas¨C sin quien los llame al orden si llegaran a cometer actos que van en contrav¨ªa de los deberes y obligaciones que en el momento de su posesi¨®n juraron respetar.
Quienes defienden la propuesta dicen que, con este cambio en la Constituci¨®n, el pa¨ªs quedar¨¢ a tono con una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que se?al¨® que solo jueces de la Rep¨²blica podr¨¢n limitar los derechos pol¨ªticos de aquellas personas que resultaron electas por los colombianos. Sin embargo, esos mismos defensores parece que no vivieran en Colombia, sino en un pa¨ªs de telenovela en donde los procesos ante los juzgados duran tres cap¨ªtulos de una hora, para un total de tres d¨ªas para llegar a la sentencia, y no cinco, seis o siete a?os que es lo que acostumbran a durar los procesos en Colombia.
Imagine a unos ni?os de colegio a quienes les dicen que ya no hay coordinador de disciplina y que cualquier contravenci¨®n al reglamento ser¨¢ investigada y juzgada, con algo de suerte, cinco a?os despu¨¦s, m¨¢s o menos cuando ya se haya graduado. ?Eso servir¨¢ como acto disuasivo a la indisciplina? ?O al contrario llevar¨¢ a que el reglamento se vea como un bello adorno sin ninguna trascendencia? Los m¨¢s so?adores dir¨¢n que es una invitaci¨®n al autocontrol. Como si los pol¨ªticos supieran lo que es eso.
Seg¨²n la Constituci¨®n colombiana esa funci¨®n de disciplinar a los funcionarios (electos o no) recae sobre la Procuradur¨ªa General de la Naci¨®n. Una entidad que termin¨® siendo v¨ªctima de s¨ª misma al convertirse en un ente pol¨ªtico, de poca trascendencia en lo judicial, altamente costosa para el presupuesto de la naci¨®n, clientelizada y, en algunos casos, escenario de decisiones que m¨¢s parecen tomadas desde lo pol¨ªtico antes que desde el prisma de lo reglamentario. Sin embargo, quitarle la funci¨®n disciplinaria a la Procuradur¨ªa para d¨¢rsela a los jueces penales equivale a quitarle el coordinador de disciplina a un colegio: ahora los elegidos no tendr¨¢n a quien temerle.
Pongamos un ejemplo. Hace unos meses, cuando en plena campa?a presidencial el alcalde de Medell¨ªn hizo un video que a todas luces parec¨ªa campa?a a favor del entonces candidato Gustavo Petro, pues retomaba el eslogan que en ese momento se viraliz¨® ¡°el cambio en primera¡±, fue la Procuradur¨ªa la que lo suspendi¨® temporalmente y hoy avanza en la investigaci¨®n que podr¨ªa significar una sanci¨®n a dicho mandatario por participaci¨®n en pol¨ªtica, acci¨®n que est¨¢ terminantemente prohibida en Colombia. ?Cu¨¢ndo conoceremos esa sanci¨®n? Puede ser cuesti¨®n de un par de meses. Seguro menos de un a?o habr¨¢ pasado desde que se cometi¨® el acto, hasta que se publique la decisi¨®n a favor o en contra del alcalde. ?Cu¨¢nto tardar¨ªa si fuera a trav¨¦s de un juez penal? Con algo de suerte en el a?o 2026.
Si el camino es desaparecer a la Procuradur¨ªa ser¨ªa bueno que el Gobierno lo hiciera de frente. Sin aspavientos. Pero de igual manera que avance en la creaci¨®n de una jurisdicci¨®n disciplinaria que no siga congestionando la ya agobiada jurisdicci¨®n penal cuyos resultados a veces tardan tanto que los procesados mueren esperando un fallo. No hacerlo ser¨ªa dar un gran regalo a los pol¨ªticos indisciplinados.
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