Museo del abandono

M¨¢s para mal que para bien Colombia no es un pa¨ªs de museos. Hay algunos pocos que se destacan, como los museos de arte moderno de Bogot¨¢ y Medell¨ªn, el Museo Botero y el Museo Miguel Urrutia del Banco de la Rep¨²blica, el Museo Nacional en Bogot¨¢, el Museo de Antioquia y el Museo La Tertulia en Cali. Sin duda hay otros. Algunos dedicados al arte colonial o a la historia de la Inquisici¨®n. Hay Museo del Oro y Museo de la Esmeralda, ambos en Bogot¨¢. Y en la que se vanagloria de ser la ciudad m¨¢s importante y moderna del Caribe colombiano hay dos museos, el Museo del Caribe y el Museo de Arte Moderno de Barranquilla. Estos ¨²ltimos ya no son museos, sino edificios abandonados.

Acercarse a la plazoleta donde est¨¢n los dos museos, ubicada en pleno coraz¨®n de Barranquilla, da dolor, tristeza e ira.

Dolor porque el Museo del Caribe que lleg¨® a ser la propuesta muse¨ªstica m¨¢s atractiva del norte de Colombia, hoy mantiene sus puertas cerradas como lo han estado por ya varios a?os.

Un edificio estupendo, dise?ado por uno de los arquitectos m¨¢s reconocidos del pa¨ªs, propon¨ªa un recorrido por la historia y la prehistoria de nuestra cuenca Caribe. Ir bajando por las rampas y escaleras del Museo era una experiencia fenomenal, educativa y refrescante en medio del bochorno que se cuela por doquier a orillas del r¨ªo Magdalena. Los sonidos de nuestra m¨²sica caribe?a se mezclaban con los tejidos incre¨ªbles de las comunidades del r¨ªo grande y las tradiciones de un pueblo que es orgullo de Colombia. Hoy nada de eso se puede ver. Hoy todo est¨¢ abandonado, acumulando polvo y vini¨¦ndose abajo por falta de mantenimiento en la ciudad que se precia de ser la que m¨¢s invierte en calidad de vida para sus ciudadanos.

Tristeza porque a pocos pasos del abandonado Museo del Caribe est¨¢ el esqueleto sin vida del que iba a ser el Museo de Arte Moderno de Barranquilla.

Un edificio inconcluso, en obra negra, donde la hierba crece por entre las placas de concreto y las vigas met¨¢licas se oxidan con la brisa marina que llega de no muy lejos. Esa verg¨¹enza ajusta cerca de cinco a?os en ese estado. Nadie la mira. Nadie da un peso por ella. El museo parece una obra de arte contempor¨¢neo que representa el abandono a las artes y la cultura en la ciudad del mill¨®n de ¨¢rboles y el malec¨®n del r¨ªo.

Ira es lo que da cuando se habla de la F¨®rmula Uno en Barranquilla. Cuando se promueven los juegos panamericanos de Barranquilla. Cuando se insiste en que all¨ª todo est¨¢ pasando para bien de la sociedad, pero esa misma administraci¨®n avanza a pasos de tortuga en la tarea para que esos dos faros de cultura para el Caribe puedan brillar con toda su luz.

En febrero de este a?o el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, dijo que ¡°dentro de poco se abrir¨¢ el Museo del Caribe¡±, pero ha pasado ya casi un a?o y nada de la reapertura. ?Qu¨¦ ocurri¨®? ?Cu¨¢nto tiempo m¨¢s se debe esperar?

Ojal¨¢ pronto ese Parque Cultural del Caribe revitalizado haga parte de las obras que enorgullecen a los Barranquilleros. Los amantes de los museos seguiremos esperando.

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