Los fot¨®grafos musicales reconstruyen la memoria del rock colombiano
La exposici¨®n ¡®Rapsodia Nacional¡¯ en la Fundaci¨®n Gilberto Alzate Avenda?o re¨²ne a 10 artistas para plasmar la diversidad de un trabajo-afici¨®n que no suele exhibirse en galer¨ªas
Alejandra Mar ama ir a un concierto y ver a los aficionados que gritan, lloran y sudan. Su perspectiva visual como fot¨®grafa hace que aprecie a las multitudes, a las personas pegadas a las vallas tras d¨ªas de espera. Para ella, su trabajo es un acceso privilegiado a su otra gran pasi¨®n: la m¨²sica. Retrata hace a?os la memoria de los conciertos y por eso est¨¢ emocionada con Rapsodia Nacional, una exposici¨®n en Bogot¨¢ que rompe la rutina de fot¨®grafos que usualmente no exhiben sus trabajos. Ella y nueve compa?eros buscan narrar, juntos, 15 a?os del ...
Alejandra Mar ama ir a un concierto y ver a los aficionados que gritan, lloran y sudan. Su perspectiva visual como fot¨®grafa hace que aprecie a las multitudes, a las personas pegadas a las vallas tras d¨ªas de espera. Para ella, su trabajo es un acceso privilegiado a su otra gran pasi¨®n: la m¨²sica. Retrata hace a?os la memoria de los conciertos y por eso est¨¢ emocionada con Rapsodia Nacional, una exposici¨®n en Bogot¨¢ que rompe la rutina de fot¨®grafos que usualmente no exhiben sus trabajos. Ella y nueve compa?eros buscan narrar, juntos, 15 a?os del rock colombiano.
La fot¨®grafa musical tiene 30 a?os y casi siempre ha trabajado para medios. A veces es dif¨ªcil porque siente que el personal de log¨ªstica la subestima por ser una mujer joven. ¡°?Usted para d¨®nde va, ni?a con c¨¢mara?¡±, le dicen. Pero le encanta su trabajo, sobre todo ¡°el foso¡±, como se le llama al espacio desde el que los reporteros retratan a los cantantes. Desde all¨ª, ella y sus compa?eros sienten la presi¨®n de reflejar las emociones de un concierto completo a trav¨¦s de las ¨²nicas tres canciones a las que tienen acceso. Despu¨¦s, ya se alejan de las estrellas y se suman al p¨²blico aficionado.
El trabajo implica moverse r¨¢pido y buscar ¨¢ngulos de un lado al otro. Un concierto necesita un poco de todo: el p¨²blico importa, as¨ª como tambi¨¦n las panor¨¢micas y los detalles. Por eso, quiz¨¢, Alejandra resalta una foto alejada del foso como una de sus favoritas. All¨ª, se observa al grupo colombiano Los Petitfellas, que toca rodeado de un p¨²blico que levanta los brazos con pasi¨®n. Una mano tapa la ¡°P¡± de un cartel de la banda, sin impedir que se lea el nombre. Para Alejandra, el gesto simboliza la uni¨®n de los artistas y el p¨²blico.
No obstante, el acceso privilegiado que sue?an los dem¨¢s aficionados tambi¨¦n tiene l¨ªmites. Los cantantes no son f¨¢ciles; mantienen la distancia y no quieren desconcentrarse. As¨ª lo explica David Micolta, de 40 a?os, que se?ala que no hay que asumir que est¨¦n acostumbrados a ser retratados. ¡°Nacieron para ser m¨²sicos, no modelos o portadas de revistas¡±, dice. Por eso no extra?a tanto su tiempo como reportero gr¨¢fico en prensa, cuando el privilegio estaba limitado a las tres canciones del foso. Ahora, disfruta m¨¢s con trabajos que otorgan un poco m¨¢s de acceso, como los contratos de promoci¨®n con artistas o con las empresas que organizan festivales.
Retratar ¡°la intimidad¡± del artista tras bastidores es la ambici¨®n de todos. Los fot¨®grafos saben que siempre ven al personaje, no a la persona detr¨¢s. Pero de todos modos insisten en acercarse lo m¨¢s posible. Por eso a Alejandra le encanta Camilo B¨¢ez, un fot¨®grafo de 27 a?os que resalta por capturar estos momentos. Se?ala un retrato de la cantante colombiana Mabiland, durante un concierto en Bogot¨¢. Se ve c¨®mo disfruta del momento, con una sonrisa exultante y una inclinaci¨®n hacia atr¨¢s de su cuerpo. Est¨¢ en blanco y negro. Y no por edici¨®n, sino por un juego de contraluces que contrasta la oscuridad de los telones con los reflejos en la piel negra de la cantante.
Camilo ahora sigue a Fonseca, un cantautor que mezcla ritmos folcl¨®ricos colombianos con varios g¨¦neros. No es su artista favorito en t¨¦rminos musicales, pero trabajan bien juntos. Tanto que Camilo todav¨ªa disfruta la vida sacrificada de las giras, de viajes constantes y de un ritmo acelerado sin horarios fijos. Reconoce, sin embargo, que alg¨²n d¨ªa quiere volver a trabajar con bandas. Son un desaf¨ªo que implica valorar a m¨¢s personajes, con contrastes marcados en sus personalidades.
Rapsodia Nacional re¨²ne a Alejandra, David, Camilo y otros siete fot¨®grafos que quieren revivir los conciertos. El l¨ªder es Camilo Rozo, un fot¨®grafo de 51 a?os que se describe como ¡°m¨²sico frustrado¡± y que resalta en el grupo porque es uno de los ¨²nicos que tiene experiencia en otras tem¨¢ticas m¨¢s all¨¢ de la m¨²sica. Parte importante de la revista Rolling Stone en Colombia, ha colaborado con EL PA?S en todo tipo de reportajes. Para ¨¦l, sin embargo, la fotograf¨ªa musical mantiene un lugar especial por ser la combinaci¨®n de sus dos pasiones. ¡°No queremos vivir de esto, sino en esto, cerca de lo que les gusta a nuestros o¨ªdos¡±, enfatiza.
La idea de la exposici¨®n ha sido mostrar el auge de la m¨²sica colombiana, que los fot¨®grafos han visto crecer junto a ellos. Camilo Rozo explica que en su juventud se despreciaba lo local, pero que ahora ha triunfado en el mundo con artistas internacionales como Shakira o Carlos Vives. No solo el rock, sino tambi¨¦n las diversas fusiones de ritmos que siempre caracterizaron al pa¨ªs y que despu¨¦s se exportaron a trav¨¦s de la di¨¢spora. Rapsodia Nacional, que se inaugur¨® el mi¨¦rcoles, retrata 15 a?os a trav¨¦s de 75 fotos: desde la granizada en Rock al Parque en 2007 hasta el Est¨¦reo Picnic pospand¨¦mico de 2022. La selecci¨®n, con la curadur¨ªa del periodista cultural Eduardo Arias, puede visitarse hasta el 24 de febrero en la Fundaci¨®n Gilberto Alzate Avenda?o (FUGA).
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