Colombia construye su primer archivo digital de lenguas ind¨ªgenas de la Amazonia
M¨¢s de cien audios ya se pueden consultar en un nuevo archivo de la biblioteca digital de la Universidad Nacional de Colombia, que busca conservar un extenso cat¨¢logo con todas las lenguas de la selva amaz¨®nica
Se oyen al fondo gotas de lluvia y la madera de una fogata que se quema lentamente. En el centro de la grabaci¨®n, de 1995, est¨¢ la voz de Enokakuiodo, o Oscar Romualdo Rom¨¢n Jitdutjaa?o, un hombre mayor y miembro de la cultura Murui en el Amazonas colombiano. ¡°Entonces, ?d¨®nde no hay sal? En todo hay¡±, dice su voz pausada, pero en su lengua: ¡°meita n?nomo ?aiza? i?e naana ite¡±. Ese ingrediente, explica en una grabaci¨®n que se titula ...
Se oyen al fondo gotas de lluvia y la madera de una fogata que se quema lentamente. En el centro de la grabaci¨®n, de 1995, est¨¢ la voz de Enokakuiodo, o Oscar Romualdo Rom¨¢n Jitdutjaa?o, un hombre mayor y miembro de la cultura Murui en el Amazonas colombiano. ¡°Entonces, ?d¨®nde no hay sal? En todo hay¡±, dice su voz pausada, pero en su lengua: ¡°meita n?nomo ?aiza? i?e naana ite¡±. Ese ingrediente, explica en una grabaci¨®n que se titula Discurso de la sal, no es solo un mineral sino que es la fecundidad, la abundancia, un elemento central en la creaci¨®n. ¡°Nosotros tambi¨¦n fuimos condimentados¡±, a?ade al decir ¡°ka? daaje izoi ja?kui?ogaka?¡±. ¡°Hablamos con su palabra, con palabra de sal, con palabra amorosa¡±, contin¨²a, en murui, sobre ?aiza?, la palabra para decir sal, o m¨¢s bien dijo ¡°Afem?e uaido uurit?ka? ?ai¡¯uaido ka?ma uaido¡±.
Este discurso meditativo sobre la sal se extiende por muchas horas, grabadas en distintas sesiones y durante varios a?os, hoy disponibles al p¨²blico en el primer archivo digital que construye Colombia para guardar el sonido de las lenguas ind¨ªgenas amaz¨®nicas. ¡°Hay unas 45 lenguas en la amazonia colombiana, y en toda la Amazonia son unas 200¡å, cuenta el antrop¨®logo colombiano Juan ?lvaro Echeverri, acad¨¦mico de la Universidad Nacional en la sede de la Amazonia, y quien ha encabezado este proyecto de digitalizaci¨®n y archivo con un equipo de ling¨¹istas e investigadores ind¨ªgenas.
¡°Desde el punto de vista de la UNESCO, todas estas son lenguas en peligro, algunas en estado cr¨ªtico como el mag¨¹t¨¢¡±, a?ade, explicando que en parte lo cr¨ªtico se debe a la falta de transmisi¨®n de estas lenguas a las nuevas generaciones. ¡°La mayor¨ªa est¨¢n por debajo de mil hablantes, y un buen n¨²mero por debajo de cien hablantes; son lenguas que f¨¢cilmente pueden desaparecer y quisi¨¦ramos que queden los archivos orales¡±, concluye.
En el archivo no est¨¢n a¨²n las 200 lenguas de toda la Amazonia, ni las 45 de la selva colombiana¡ªel proyecto naci¨® recientemente, en febrero, y est¨¢ en b¨²squeda de aliados y financiaci¨®n para expandirse a toda la regi¨®n. Pero ya se pueden escuchar m¨¢s de cien audios en murui (de la familia ling¨¹¨ªstica Witoto), mira?a (de la familia ling¨¹¨ªstica Bora), y mag¨¹t¨¢ (una lengua independiente).
Y este archivo, p¨²blico para todo el que entre a la Biblioteca Digital de la Universidad Nacional, viene cargado de ¡°palabras amorosas¡±, como las llamar¨ªa Enokakuiodo. Todas las personas grabadas, la mayor¨ªa entre 1990 y el a?o 2000, tomaron cientos de horas para explicar a las generaciones futuras la leyenda de un armadillo o la centralidad de la coca, el tabaco y la yuca en la historia de sus pueblos. O para registrar los arrullos que conocen para dormir a los beb¨¦s. Por ejemplo est¨¢ grabada la abuela Agustina Manduca, en 1996, cantando una canci¨®n de cuna desde la regi¨®n de Arara, una wawa? para los m¨¢s chicos.
¡°Son colecciones de grabaciones que fueron, desde el inicio, concebidas como proyectos educativos, como materiales dirigidos a la futura generaci¨®n¡±, dice Echeverri. Los arrullos y canciones mag¨¹t¨¢, como el de la abuela Agustina Manduca, fueron grabados en una campa?a de preservaci¨®n del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar que dur¨® de 1991 al 2006. Cuando se fren¨® la campa?a el ling¨¹ista Abel Santos, hablante de la lengua mag¨¹t¨¢, guard¨® los cassettes durante a?os en distintas cajas, a?ej¨¢ndose en el olvido antes de que llegaran a este nuevo archivo digital.
Otras grabaciones fueron esfuerzos de preservaci¨®n de las familias ind¨ªgenas, como el esfuerzo de Elio Mira?a o N?jpayko Naave. ?l es un investigador ind¨ªgena que se dedica a la revitalizaci¨®n de la lengua mira?a, y su t¨ªo era un gran cantautor y pedagogo que ve¨ªa cada vez a menos j¨®venes interesados por la lengua. Entonces decidi¨® grabarse. ¡°El dec¨ªa: ¡®yo s¨¦ que ustedes van a necesitar esto m¨¢s adelante¡¯, y grab¨® unos cantos muy completos de varios rituales¡±, explica el profesor Echeverri. El t¨ªo falleci¨® en 2005, sus audios casi fueron quemados en su funeral, pero el sobrino los cuid¨® y pronto estar¨¢n restaurados en la plataforma.
El profesor Echeverri aclara que otros esfuerzos importantes han archivado lenguas ind¨ªgenas en formato digital, pero en repositorios ubicados en Estados Unidos o Europa. Est¨¢ por ejemplo el archivo AILA (Archive of the Indigenous Languages of Latin America) en la Universidad de Austin, Texas, que tiene grabaciones de todas partes del mundo, incluyendo unas pocas de lenguas amaz¨®nicas. Tambi¨¦n est¨¢ DOBES (Documentation of endangered languages) de un proyecto en Holanda llamado El Archivo de Lenguas, con algunas grabaciones amaz¨®nicas del bora, ocaina, nonuya y res¨ªgaro.
¡°Hay un par de repositorios en el mundo, ?por qu¨¦ no tener uno ac¨¢ en la amazonia colombiana? ?Uno que nosotros controlemos?¡±, pregunta el profesor Echeverri. ¡°Un problema de entregar todo a las plataformas en Europa es que, si bien son te¨®ricamente de acceso abierto, son muy poco amigables y se vuelven restrictivas. En Colombia ha habido otras iniciativas que no cuajaron, por ejemplo en el Archivo Nacional¡±, a?ade. En la iniciativa del Archivo contact¨® a varios antrop¨®logos que ten¨ªan audios viejos, pero el proyecto muri¨® con un cambio de director de la entidad.
La misma Universidad Nacional intent¨® un archivo hace varios a?os, pero se fren¨® en laberintos burocr¨¢ticos y legales porque hacer un archivo digital es engorroso. En la nueva p¨¢gina no cualquier audio es inmediatamente traducido y publicado: se debe tener el consentimiento libre e informado de la persona grabada, o de la comunidad de quien fue miembro si es imposible contactarle. Como no siempre es f¨¢cil contactar a quienes fueron entrevistados hace d¨¦cadas en la Amazonia, por ahora el archivo ¨²nicamente publica grabaciones cuyo objetivo era inicialmente ser difundido p¨²blicamente, como los audios del ICBF.
Echeverri a?adi¨® al archivo 63 audios que ¨¦l mismo empez¨® a grabar en los 90s. Una parte de estos est¨¢n transcritos en su libro Tabaco fr¨ªo, coca dulce / Ji?rue d-iona, r-ie?rue ji?i?bina, que recibi¨® Premio Nacional al Rescate de la Tradicio?n Oral en 1993 y fue reeditado en 2008. Son de una conversaci¨®n con el curandero Hip¨®lito Candre (k?nera?, en lengua murui), que buscaba transmitir a los j¨®venes c¨®mo curar enfermedades con plantas como el tabaco o la coca, que tienen capacidades medicinales, sociales y espirituales. En un audio sobre el Yetarafue, la palabra para designar disciplina, el curandero habla de quienes dejaron de interesarse por aprender la lengua:
Id? uai / Esa propia palabra
mei jae feeide / pues se olvid¨®.
Ie jira komo ka? jenua / Por eso apenas la estamos buscando,
?ue / para bien.
Uruia? komuiya eroikana / Mirando en los ni?os que crecen,
ta?nomo ka? o?ega / no es en vano que la sacamos,
akie izoide / as¨ª es.
La palabra la encontrar¨¢n los j¨®venes en la coca y tabaco, en la yuca dulce y el man¨ª, dice k?nera?. ¡°Sentimos que este archivo no es simplemente unas grabaciones, que se archivan, sino que son cosas que est¨¢n vivas, que son nuestra responsabilidad, que son fundamentales¡±, a?ade Echeverri, antes de concluir: ¡°Entender una lengua no es simplemente aprender un c¨®digo para decir lo mismo en otro c¨®digo. Aprender otra lengua es aprender otra forma de pensar, y eso es ac¨¢ lo fundamental¡±.
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