La Amazonia colombiana perder¨¢ bosques del tama?o de El Salvador si nada cambia

La Amazonia est¨¢ cada vez m¨¢s amenazada por la acelerada deforestaci¨®n. Desde 1990, cada a?o se destruyen 110.000 hect¨¢reas de bosque. Si Colombia sigue como va, la p¨¦rdida ser¨¢ irreparable. Investigadores del Instituto Amaz¨®nico de Investigaciones Cient¨ªficas SINCHI han creado un modelo predictivo hasta el 2040 que estudi¨® tres escenarios posibles ¡ªel tendencial, el extractivista y el de desarrollo sostenible¡ª para medir el impacto de la devastaci¨®n dependiendo del uso del suelo.

Desde la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno y las FARC aumentaron los incendios y la explotaci¨®n de la ganader¨ªa extensiva, que implica la destrucci¨®n de las selvas tropicales para la siembra de pastos y cultivos, pues, de acuerdo con el investigador Uriel Murcia, se requieren dos hect¨¢reas de pasto para mantener una cabeza de ganado. Con ello ha crecido la deforestaci¨®n en la regi¨®n.

En el escenario de que la depredaci¨®n siga como est¨¢, llamado ¡°tendencial¡± por los investigadores, es decir, sin cambio alguno en las tendencias actuales de la deforestaci¨®n y el uso del suelo, se podr¨ªan perder en 17 a?os al menos 2,1 millones de hect¨¢reas de bosques, equivalentes al ¨¢rea de El Salvador. El extractivista muestra que, si se incentivan la ganader¨ªa y los monocultivos como soja, ma¨ªz y palma, la deforestaci¨®n podr¨ªa impactar el doble: se perder¨ªan 4,3 millones de hect¨¢reas de bosques, una superficie similar a la de toda Dinamarca. El ¨²ltimo escenario, de desarrollo sostenible, podr¨ªa evitar la deforestaci¨®n de al menos 3,5 millones de hect¨¢reas. Eso requiere que se promuevan sistemas agroforestales de producci¨®n, se fortalezcan los liderazgos ambientales y se reduzcan la violencia y la ganader¨ªa en las ¨¢reas de bosque.

La Amazonia comprende el 42,3% del territorio de Colombia, con 483.164 kil¨®metros cuadrados, un ¨¢rea pr¨¢cticamente igual a la de toda Espa?a. ¡°Proteger cada hect¨¢rea de la Amazonia es importante para el cambio clim¨¢tico y la biodiversidad¡±, explica William Agudelo, doctor en Ciencias. Adem¨¢s de la ganader¨ªa extensiva, las selvas tropicales est¨¢n amenazadas por la miner¨ªa ilegal, la extracci¨®n de madera y el acaparamiento de tierras. ¡°Si se pierde el 40% de la selva tropical, los bosques podr¨ªan dirigirse a un punto de inflexi¨®n o punto de no retorno¡±, advierte el estudio.

El sistema de monitoreo del SINCHI, creado en 2002, se soporta en mapas de coberturas de la tierra a partir de im¨¢genes satelitales. El estudio revelado este lunes marca un hito: nunca se hab¨ªa hecho una investigaci¨®n similar, que simulara los futuros posibles y las consecuencias en la toma de decisiones. ¡°Siempre hab¨ªamos trabajado con lo que sucedi¨® o lo que est¨¢ sucediendo. Con esta serie de modelos nos adelantamos en el tiempo a las situaciones. Los resultados permitir¨¢n ajustar los instrumentos de planificaci¨®n, como los planes de ordenamiento territorial¡±, explica Uriel Murcia. El modelo de predicci¨®n tiene un nivel de acierto del 91%, de acuerdo con el estudio.

En 2020 la Amazonia colombiana ten¨ªa 39.448.000 hect¨¢reas de bosque; en 2022 ya solo eran 39.146.000. Es decir, se perdieron 294.000 hect¨¢reas, el 0,75%, en dos a?os. ¡°Una hect¨¢rea de bosque nativo amaz¨®nico ha durado miles de a?os evolucionando y llegando a ese nivel de complejidad de flora, de fauna y de recursos ecosist¨¦micos. Cuando se deforesta pasan much¨ªsimos a?os para que se acerque a tener otra vez esa misma organizaci¨®n¡±, dice el investigador Murcia. Explica que en esa p¨¦rdida incide m¨¢s la ganader¨ªa que los cultivos de coca y enfatiza en que los procesos de restauraci¨®n son lentos, dada la degradaci¨®n que sufren los bosques. Los ecosistemas de la Amazonia dan ox¨ªgeno y permiten estabilizar el clima, no solo en la regi¨®n, sino en el resto del mundo.

El monitoreo permite saber d¨®nde est¨¢ ocurriendo la deforestaci¨®n y cu¨¢nto bosque se est¨¢ perdiendo a?o tras a?o. ¡°Los bosques que se van perdiendo nos pueden ayudar a proteger los bosques que nos quedan¡±, advierte el investigador Agudelo. El estudio tuvo en cuenta 29 variables como el clima, las caracter¨ªsticas del suelo, las pr¨¢cticas de producci¨®n y degradaci¨®n ambiental, las carreteras, el l¨ªmite de las ¨¢reas naturales protegidas, entre otras. El m¨¦todo tambi¨¦n incluy¨® entrevistas con expertos ambientales de la Amazonia cuya informaci¨®n enlazaron con el modelo matem¨¢tico.

En el escenario tendencial los bosques peligran. La Amazonia tiene vocaci¨®n forestal, no ganadera. De acuerdo con Murcia, en la zona podr¨ªa incentivarse la econom¨ªa a trav¨¦s de ecoturismo, agroturismo o producci¨®n agroforestal, pero en todo caso hay urgencia de salvarla. ¡°La Amazonia es factor fundamental de la vida de la humanidad; debemos conservar los bosques¡±, dice.

A Agudelo le preocupa tambi¨¦n que la deforestaci¨®n est¨¦ afectando a los resguardos ind¨ªgenas. ¡°Una de las ¨¢reas protegidas m¨¢s importantes de la Amazonia, Chiribiquete, comienza a presentar deforestaci¨®n. La situaci¨®n en los bosques es complicada¡±, se lamenta.

Los escenarios planteados por el estudio permitir¨¢n al Estado tomar decisiones y crear estrategias que permitan proteger la biodiversidad y reducir la deforestaci¨®n. ¡°Es m¨¢s valioso para la sociedad mantener los bosques amaz¨®nicos en pie que permitir la tumba de 110.000 hect¨¢reas al a?o, y despu¨¦s empezar a hacer inversiones p¨²blicas para la restauraci¨®n ecol¨®gica¡±, concluye Uriel Murcia.

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