¡°Pens¨¦ en matarme¡±: las estudiantes rompen el silencio sobre los abusos en un colegio de Bogot¨¢
Alumnas de varias generaciones de las Bethlemitas denuncian acoso sexual, homofobia y chantajes dentro de la instituci¨®n
Sandra P¨¢ez llevaba esperando este momento desde hace a?os. Frente al colegio en el que estudi¨® toda su vida quem¨® la falda del uniforme y sac¨® un grito que ten¨ªa atragantado desde que era una ni?a: ¡°En este lugar abusan y acosan¡±. La violencia contra las alumnas del Sagrado Coraz¨®n de Jes¨²s Bethlemitas ha dejado de ser la denuncia que se escucha en los pasillos desde hace a?os, sin que alguien haga algo. Estudiantes y exalumnas han decidido romper el silencio y actuar p¨²blicamente ante la impunidad dentro de la instituci¨®n. ¡°Qu¨¦ ardan los s¨ªmbolos por los que un d¨ªa fuimos acosadas¡±, dec¨ªa Sa...
Sandra P¨¢ez llevaba esperando este momento desde hace a?os. Frente al colegio en el que estudi¨® toda su vida quem¨® la falda del uniforme y sac¨® un grito que ten¨ªa atragantado desde que era una ni?a: ¡°En este lugar abusan y acosan¡±. La violencia contra las alumnas del Sagrado Coraz¨®n de Jes¨²s Bethlemitas ha dejado de ser la denuncia que se escucha en los pasillos desde hace a?os, sin que alguien haga algo. Estudiantes y exalumnas han decidido romper el silencio y actuar p¨²blicamente ante la impunidad dentro de la instituci¨®n. ¡°Qu¨¦ ardan los s¨ªmbolos por los que un d¨ªa fuimos acosadas¡±, dec¨ªa Sandra, tras quemar el pedazo de tela.
Hay decenas de testimonios. Ni?as acosadas sexualmente por profesores [hombres mayores de 30 a?os], ni?as maltratadas por ser lesbianas, ni?as que desearon morir porque no soportaban m¨¢s bullying. Los casos se empezaron a hacer p¨²blicos en enero, cuando un grupo de estudiantes cre¨® una cuenta en Instagram para publicar sus testimonios. Cada vez que se publicaba uno, aparec¨ªa otro m¨¢s. Algunas de las historias empezaron a aparecer escritas en papeles pegados en los postes de luz cercanos al colegio, en el barrio Chapinero. Las estudiantes no quer¨ªan que las denuncias se quedaran en internet. Despu¨¦s de empapelar toda una manzana con sus testimonios, convocaron a una protesta frente al colegio. ¡°No m¨¢s silencio, trae tu rabia¡±, llamaron a una manifestaci¨®n, que este mi¨¦rcoles reuni¨® a egresadas y a ni?as que todav¨ªa son estudiantes.
Carolina, alumna de ¨²ltimo grado y de 16 a?os, tomaba una clase de estad¨ªstica por tel¨¦fono mientras asist¨ªa a la manifestaci¨®n con permiso de sus padres. El martes en la noche, el colegio le avis¨® a su familia que este mi¨¦rcoles la jornada para algunas estudiantes ser¨ªa de modo virtual. ¡°Intentaron que no estuvi¨¦ramos aqu¨ª porque quieren evitar que todo se sepa. A las m¨¢s grandes nos pidieron quedarnos en la casa¡±, dice con una oreja en el m¨®vil. Esta vez, la instituci¨®n no pudo impedir que las estudiantes se unieran y destaparan lo que llevan encubriendo all¨ª adentro desde hace a?os, seg¨²n denuncian.
Valeria Gonz¨¢lez, de 23 a?os, presenciaba conmovida la manifestaci¨®n. ¡°Por mucho tiempo pensamos que lo que pasaba era normal porque eso nos hac¨ªan creer, pero ahora las chicas tienen un lugar seguro¡±. Las estudiantes tuvieron la valent¨ªa de se?alar con nombre propio a los profesores que las acosaron: Juan Manuel Torres, Juli¨¢n Bustamante, Nicol¨¢s Gonz¨¢lez, Iv¨¢n Benavides, Elver C¨¦spedes, N¨¦stor Vargas, Luis Eduardo P¨¦rez. En sus relatos tambi¨¦n aparece Patricia Bautista, la encargada de disciplina que ¡°desconoci¨®¡± los reclamos de las alumnas y las revictimiz¨®, se?alan los relatos.
¡°Siempre me amenazaban con decirle a mi mam¨¢ que yo era lesbiana. Me obligaron a alejarme de una amiga, y al final cumplieron la amenaza. La relaci¨®n con mi familia se rompi¨®¡±, cuenta Paula, de 22 a?os. ¡°Fue un momento muy dif¨ªcil, yo ten¨ªa apenas 13 a?os. Ah¨ª ya sab¨ªa que no era la ¨²nica a la que pasaban cosas as¨ª en el colegio¡±, dice. Recuerda que en 2014 era muy activo un grupo de Facebook, que hab¨ªan creado para divertirse y termin¨® convertido en una especie de confesionario en el que se desahogaban. ¡°Bethlemita que se respete, tuvo ganas de suicidarse tres cuartas partes del periodo escolar¡±, escrib¨ªa una estudiante en 2013. El deseo de morir aparece escrito en varios testimonios. Las estudiantes se?alan al colegio de no tener un manejo adecuado de la atenci¨®n psicol¨®gica. ¡°Llegu¨¦ a pensar en matarme¡±, dice una v¨ªctima de bullying. ¡°Al inicio del a?o todos llev¨¢bamos tapabocas por obligaci¨®n, en el momento en que me lo quit¨¦, todos empezaron a hacer comentarios sobre m¨ª: que me ve¨ªa fea, que parec¨ªa una cerda¡±, dice la estudiante que tuvo que abandonar el colegio, en un caso reciente.
El Me Too de las estudiantes colombianas
En los relatos publicados en Instagram, las estudiantes denuncian tocamientos por parte de los profesores. ¡°Esto me pas¨® con el anterior profesor que echaron, Luis Eduardo. Cuando me dijo que iba a perder el a?o me puse a llorar. Me empez¨® a decir que lo ¨ªbamos a arreglar y todo eso. Me empez¨® a tocar las piernas y yo me quitaba de su lado para que no lo hiciera y ¨¦l segu¨ªa¡±, dice una denuncia. ¡°Como en ese momento estaba asustada, nunca le cont¨¦ a nadie hasta ahora que sale esto. Despu¨¦s de eso ¨¦l solo llamaba a mi casa a decir que yo era muy impulsiva y que ten¨ªa problemas de ira. Fue horrible lo que ese profesor me hizo sentir. Este es mi testimonio. Cuento esto porque mi error fue nunca hablarlo y no me gustar¨ªa que a otra estudiante le pase lo mismo¡±.
Muchas dicen haber callado por miedo y porque ya hab¨ªan visto como en otros casos el colegio no hab¨ªa hecho nada. ¡°S¨¦ que no deb¨ª quedarme callada, pero ten¨ªa miedo y no me iban a creer¡±, dice Sof¨ªa, que por primera vez se atreve a contar su caso p¨²blicamente. En la protesta lleva un cartel dirigido a su acosador: ¡°Profe, ?todav¨ªa me imagina en ropa interior?¡±.
F¨¦lix Ospino es pap¨¢ de tres ni?as que han estudiado en las Bethlemitas y cuenta que un profesor de ingl¨¦s acos¨® sexualmente a la menor. ¡°Ten¨ªa 13 a?os, expusimos el caso ante las directivas y no pas¨® nada¡±, dice frente al colegio, junto a un grupo de mam¨¢s. ¡°Si no es por esto, nunca me habr¨ªa enterado. Solo esta ma?ana, despu¨¦s de muchos a?os, mi hija me cont¨® que un profesor le tocaba las piernas¡±, cuenta una de las mam¨¢s.
La Secretar¨ªa de Educaci¨®n (SED) anunci¨® unos espacios de ¡°di¨¢logo¡± con la instituci¨®n y la oficina de convivencia escolar del Distrito para revisar las denuncias. La Fiscal¨ªa y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar reconocieron la gravedad de las afirmaciones de las estudiantes, muchas menores de edad, y designaron a un equipo para que acompa?e los casos.
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