Del aumento de la gasolina a la regla fiscal: la estabilidad macroecon¨®mica lastra la velocidad del cambio que propone Petro
Las primeras decisiones y declaraciones de Ricardo Bonilla como ministro de Hacienda mantienen la senda de su antecesor, Jos¨¦ Antonio Ocampo
Aumentar la gasolina 600 pesos de un d¨ªa para otro significa incrementar en m¨¢s de un 5,2% el costo de un insumo b¨¢sico para el transporte de decenas de miles de colombianos que se mueven todos los d¨ªas en sus veh¨ªculos, incluyendo taxis o motocicletas. Hacerlo tambi¨¦n arriesga la favorabilidad de cualquier Gobierno, y m¨¢s de uno que toma directamente esa decisi¨®n y anda de capa ca¨ªda en las encuestas. Y le pega m¨¢s a un ministro de Hacienda nuevo, poco conoc...
Aumentar la gasolina 600 pesos de un d¨ªa para otro significa incrementar en m¨¢s de un 5,2% el costo de un insumo b¨¢sico para el transporte de decenas de miles de colombianos que se mueven todos los d¨ªas en sus veh¨ªculos, incluyendo taxis o motocicletas. Hacerlo tambi¨¦n arriesga la favorabilidad de cualquier Gobierno, y m¨¢s de uno que toma directamente esa decisi¨®n y anda de capa ca¨ªda en las encuestas. Y le pega m¨¢s a un ministro de Hacienda nuevo, poco conocido y que llega a un Gobierno que ha prometido aumentar el gasto p¨²blico para ayudar a superar una desigualdad innegable. A pesar de todo, eso fue lo que anunci¨® Ricardo Bonilla cuando llevaba menos de 48 horas posesionado en su nuevo cargo.
Bonilla lleg¨® al Ministerio de Hacienda en momento dif¨ªcil. En lo pol¨ªtico, el remez¨®n de Gabinete significaba el final de una coalici¨®n pol¨ªtica que le aseguraba amplias mayor¨ªas al Gobierno de Gustavo Petro para sacar adelante no solo sus reformas sociales sino incluso su plan de desarrollo y una importante adici¨®n presupuestal. En lo econ¨®mico, con una inflaci¨®n que no hab¨ªa encontrado su techo, una tasa de cambio con altibajos, y un escenario global de incertidumbre, que se sumaba a la zozobra en Colombia. En las dos facetas, era clave lo que ¨¦l hiciera. Eso por lo significativo de la salida de su antecesor, Jos¨¦ Antonio Ocampo, quien hab¨ªa servido como contrapeso a los ministros m¨¢s activistas y radicales, y que funcionaba como prenda de garant¨ªa para los inversionistas, los acreedores del gobierno y el sector privado en general.
Por eso la importancia de sus primeras declaraciones. Al d¨ªa siguiente de posesionarse, el martes, el nuevo ministro particip¨® en un foro acad¨¦mico que ven¨ªa organizando el Ministerio con el centro de pensamiento Fedesarrollo. ¡°Vamos a profundizar el horizonte tributario y el manejo s¨®lido de la econom¨ªa colombiana, garantizando la estabilidad. Que vamos a seguir en la senda de bajar los d¨¦ficit fiscal y de cuenta corriente¡±, dijo. En la misma l¨ªnea del llamado al equilibrio fiscal, le asegur¨® al diario El Tiempo que ¡°es solo un cambio de persona pero la pol¨ªtica se mantiene. Lo que buscamos es la estabilidad de la econom¨ªa¡±.
Este viernes, el ministro se reuni¨® con los miembros del comit¨¦ de la regla fiscal, un grupo consultor aut¨®nomo que revisa si el Ejecutivo est¨¢ desarrollando una pol¨ªtica fiscal que evite el sobreendeudamiento, de acuerdo con un c¨¢lculo establecido en la Constituci¨®n. Una fuente del comit¨¦ le dijo a este diario que en ese encuentro, y en tres previos que han tenido con el hoy ministro desde inicios de 2022, est¨¢ claro que Bonilla ¡°entiende lo que se debe hacer y su importancia¡±.
M¨¢s all¨¢ de lo dicho, la decisi¨®n sobre la gasolina muestra que las palabras de Bonilla tienen un respaldo en los hechos. Aunque demor¨® un par de d¨ªas la decisi¨®n sobre el precio del combustible, pues en lugar de implementarse el primer d¨ªa del mes ocurri¨® el tercero, demostr¨® que sigue la l¨ªnea de Ocampo. En este caso, incluso la profundiz¨®: desde que el Gobierno de Duque empez¨® a reducir el subsidio despu¨¦s de las elecciones, ha sido el mayor aumento en un mes.
Para el macroeconomista Marc Hofstetter, quien estuvo en el comit¨¦ de la regla fiscal y es profesor de la Universidad de Los Andes, el mensaje de Bonilla y del Gobierno es claro. ¡°En efecto ha tratado de mandar un mensaje de continuidad e incluso hicieron un ajuste de gasolina m¨¢s duro que los anteriores. Habla de respeto a la Regla fiscal, a la autonom¨ªa del BR. Mensajes correctos¡±, dijo a este diario. Pero tambi¨¦n encuentra los que llama ¡°dos zonas grises¡±, nubarrones que planean sobre el futuro.
Uno es que el d¨¦ficit fiscal probablemente sea mayor del estimado por el petr¨®leo. Ese producto es una de las mayores fuentes de ingresos del Estado a trav¨¦s de los dividendos de Ecopetrol y de los impuestos de todo el sector, y su precio ha estado relativamente bajo en lo que va de 2023, entre 70 y 85 d¨®lares el barril. En el plan financiero para 2023, el Gobierno lo estim¨® en 94,7 d¨®lares en promedio. Si el promedio de todo el a?o fuera de 85 d¨®lares, el Estado recibir¨ªa entre 3 y 5 billones de pesos menos de lo esperado, estiman los observadores, y al final del a?o estar¨ªa m¨¢s endeudado de lo previsto. La contracara es que el subsidio a la gasolina es menos oneroso si el petr¨®leo est¨¢ m¨¢s barato, y el hueco que deja, que en mayo es de unos 80.000 millones de pesos diarios, se reduce.
El segundo nubarr¨®n que se?ala el profesor es de otra ¨ªndole: la menor diversidad en el Gobierno. ¡°Ocampo no ten¨ªa empacho en contradecir otros ministros, al propio presidente y frenar malas ideas. Creo que Bonilla tendr¨¢ menos de eso¡±, explica. Bonilla, aunque es reconocido por haber hecho una buena labor como secretario de Hacienda de Bogot¨¢ y es respetado como acad¨¦mico, se caracteriza por su lealtad y fidelidad al presidente. Petro respald¨® a Ocampo en sus principales decisiones de pol¨ªtica econ¨®mica, pero una segunda etapa de su Gobierno, con un acento m¨¢s revolucionario, puede marcar nuevas prioridades econ¨®micas, m¨¢s distantes de la ortodoxia fiscal y que podr¨ªan darle m¨¢s peso a aumentar el gasto social.
Los primeros d¨ªas de Bonilla no se?alan ese camino. Y el Gobierno que busca aumentar subsidios como la renta ciudadana y fortalecer la que ha llamado econom¨ªa popular, por ejemplo, con la posibilidad de contratar sin licitaci¨®n a organizaciones sociales de base para que hagan obras peque?as, terminar¨¢ sopesando esas dos prioridades, en un camino m¨¢s largo pero tambi¨¦n m¨¢s responsable a su promesa de cambio.
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