Hombres peque?os, cargos grandes
Al presidente Petro le corresponde bajarle a las revoluciones y sopesar el alcance de sus palabras
Al presidente Petro le corresponde bajarle a las revoluciones y sopesar el alcance de sus palabras. Uno entiende su llamado leg¨ªtimo para que la Fiscal¨ªa explique al pa¨ªs su falta de acci¨®n para evitar asesinatos. Pero no puede ser con frases y trinos fuera del orden constitucional, que terminan sembrando en muchos la sensaci¨®n de que a ¨¦l lo est¨¢n saboteando, cuando la realidad puede ser otra.
Despu¨¦s del debate de la semana pasada, aquellas persona...
Al presidente Petro le corresponde bajarle a las revoluciones y sopesar el alcance de sus palabras. Uno entiende su llamado leg¨ªtimo para que la Fiscal¨ªa explique al pa¨ªs su falta de acci¨®n para evitar asesinatos. Pero no puede ser con frases y trinos fuera del orden constitucional, que terminan sembrando en muchos la sensaci¨®n de que a ¨¦l lo est¨¢n saboteando, cuando la realidad puede ser otra.
Despu¨¦s del debate de la semana pasada, aquellas personas que creen a pies juntillas todo lo que dice Petro (que no son pocos) quedaron convencidos (y ya nadie los sacar¨¢ de ese error) de que el Presidente es el jefe del Fiscal. De nada servir¨¢n los reportajes, las declaraciones y hasta el comunicado del mismo Presidente reconociendo la independencia de la Rama Judicial. Ya hay un grupo de ciudadanos, vaya usted a saber cu¨¢ntos, que en vez de entender nuestro Estado como lo se?ala la Constituci¨®n Pol¨ªtica, entender¨¢n al Estado como lo dijo Petro.
Por eso digo: al Presidente le corresponde bajarle a las revoluciones antes de lanzar al aire ideas que en su cabeza considera son ciertas, pero que merecen un an¨¢lisis juicioso y menos apasionado.
El comunicado que emiti¨® Presidencia reaccionando al llamado de atenci¨®n desde las Altas Cortes por el claro absurdo de romper la separaci¨®n de poderes demuestra que las cosas s¨ª se pueden medir con buen ojo y afirmar con tino. Eso nos evitar¨ªa melodramas como con los que cerramos la semana anterior y sobre todo da claridad sobre aquello que quiere transmitir el primer mandatario.
Menos revoluciones necesitamos todos en Colombia para dejar de estar causando incendios en cada rinc¨®n, en medio de un pa¨ªs que ya tiene suficientes problemas.
El Fiscal, quien tambi¨¦n es un hombre que aprecia el brillo que le da la frase asertiva en una entrevista o en una rueda de prensa, podr¨ªa haber manejado de otra manera la crisis de la semana pasada. M¨¢s a¨²n si sent¨ªa que el presidente quebraba el hilo institucional. ?Qu¨¦ debi¨® haber hecho? Pues convertir la suya en una respuesta hiper institucional. Un comunicado de prensa con los puntos claros y sin derrapar hacia esas infortunadas frases que nos hablan de un destino que no queremos para Colombia.
Por acciones como las de hace unos d¨ªas tanto Presidente como Fiscal terminan deshilachando m¨¢s y m¨¢s nuestro fr¨¢gil tejido social. En vez de ser hombres que apuestan a proteger las instituciones, haci¨¦ndolas ver como lo que son: majestades por encima de los simples funcionarios, terminan dando espect¨¢culos personalistas, egoc¨¦ntricos e incendiarios que poco o nada ayudan a mejorar la actual situaci¨®n de Colombia.
El Presidente y el Fiscal se podr¨¢n odiar, pero las Instituciones est¨¢n por encima de ellos. Un Fiscal que no se habla con el Presidente o viceversa no sirven para un pa¨ªs sumido en la violencia y ahogado en la delincuencia.
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