El peque?o avance de la igualdad de g¨¦nero en las elecciones de octubre
Las candidaturas femeninas y de la poblaci¨®n LGBTIQ+ muestran un progreso, aunque enfrentan la violencia y la discriminaci¨®n
En el barrio Pesca¨ªto, en Santa Marta, la capital del departamento de Magdalena, la valla publicitaria que anunciaba la candidatura de Taliana G¨®mez fue destruida. Solo su propaganda fue da?ada y orinada. Las vallas de los otros candidatos quedaron intactas. Esa ha sido solo una de las tantas agresiones que ha sufrido; la m¨¢s grave lleg¨® por una llamada en la que en medio de insultos transf¨®bicos la amenazaron de muerte si no renunciaba a su aspiraci¨®n electoral. Un ejemplo de las ...
En el barrio Pesca¨ªto, en Santa Marta, la capital del departamento de Magdalena, la valla publicitaria que anunciaba la candidatura de Taliana G¨®mez fue destruida. Solo su propaganda fue da?ada y orinada. Las vallas de los otros candidatos quedaron intactas. Esa ha sido solo una de las tantas agresiones que ha sufrido; la m¨¢s grave lleg¨® por una llamada en la que en medio de insultos transf¨®bicos la amenazaron de muerte si no renunciaba a su aspiraci¨®n electoral. Un ejemplo de las violencias que afrontan las mujeres y la poblaci¨®n LGBTIQ+ en su vida pol¨ªtica y que se han agudizado de cara a las elecciones regionales del pr¨®ximo 29 de octubre.
Ese tipo de ataques son una parte de todo un entramado de obst¨¢culos que sortean estas poblaciones a nivel nacional cuando de inclusi¨®n y representaci¨®n electoral se trata. Para ahondar en ello, la Misi¨®n de Observaci¨®n Electoral (MOE), una organizaci¨®n de la sociedad civil, lanz¨® este jueves un informe en el que recoge cifras sobre la inclusi¨®n y la diversidad en este per¨ªodo de elecciones. El documento se?ala un incremento en el peso de las candidaturas femeninas para los diferentes cargos. De acuerdo con la MOE, el 39,39% de las 128.208 candidaturas son mujeres, frente a 37,2% en las anteriores elecciones regionales y locales, en 2019.
Pese a ese progreso, la cifra sigue muy lejos del 50% para lograr la igualdad b¨¢sica, y del 55,1% que corresponde al porcentaje de la poblaci¨®n adulta que es femenina. Adem¨¢s, en 8 de los 32 departamentos no hay ni una sola mujer participando para ser gobernadora. En algunos, como Norte de Santander, en 2019 tampoco hab¨ªa mujeres en ese tarjet¨®n. Eso no quiere decir que no haya avances: en el Cesar hay por primera vez mayor¨ªa femenina, con seis de los nueve aspirantes, incluyendo las dos con mayor intenci¨®n de voto seg¨²n la m¨¢s reciente encuesta.
En los comicios para las Alcald¨ªas en esta edici¨®n se presenta un fen¨®meno particular. Comenzando por el caso de Bogot¨¢, considerado como el segundo cargo elegido popularmente m¨¢s importante del pa¨ªs, donde no hay ninguna mujer aspirando, un escenario que no ocurr¨ªa desde 2008. La situaci¨®n es la misma en tres ciudades capitales: Barranquilla, Sincelejo y Neiva. Solo en Mit¨², la capital del amaz¨®nico Vaup¨¦s, hay tantas candidatas como candidatos.
Para la poblaci¨®n LGBTIQ+ las cifras tambi¨¦n mejoraron en estos cuatro a?os, aunque siguen teniendo una participaci¨®n marginal. Gracias a la plataforma Voto por la Igualdad, que Caribe Afirmativo impulsa desde 2015, cuantificar su participaci¨®n es m¨¢s f¨¢cil. En esta ocasi¨®n registran 200 candidaturas abiertamente LGBTIQ+. De las registradas, el 17% son lesbianas; 11% son bisexuales; 47% son gays; 8,5% no binarias; 1,5 pansexuales y 15% personas con experiencias de vida trans. De nuevo, para las mujeres lesbianas, bisexuales y mujeres trans el camino es m¨¢s dif¨ªcil que para sus compa?eros hombres, y son solo el 32% de los candidatos LBGTIQ+.
La MOE y Caribe Afirmativo coinciden en que la mejor¨ªa relativa tambi¨¦n se refleja en la recopilaci¨®n de informaci¨®n de entidades como la Registradur¨ªa: ¡°Se evidencia una sinton¨ªa a nivel estatal. Contar con mayor informaci¨®n es una base para exigencias de muchas poblaciones. Celebramos el avance, pero debe venir de la mano con un an¨¢lisis de los retos que quedan, tanto de los partidos como de la ciudadan¨ªa y el sistema electoral¡±, dice Mar¨ªa del Rosario Perea, coordinadora del componente de Inclusi¨®n y Diversidad en la MOE. Wilson Casta?eda, de Caribe Afirmativo, se muestra en la misma l¨ªnea: ¡°Este a?o por primera vez tenemos herramientas de dos entes, uno estatal y otro de la sociedad civil ¡ªla Defensor¨ªa del Pueblo y la MOE¡ª que monitorean riesgos de violencia electoral¡±.
A mayor visibilidad, mayor riesgo
En muchos casos, la poca participaci¨®n est¨¢ estrechamente relacionada con las violencias a las que est¨¢n expuestas muchas mujeres o personas LGBTIQ+ cuando deciden aspirar a cargos de elecci¨®n popular. El caso m¨¢s brutal fue el homicidio de Claudia Ord¨®?ez, en Jamund¨ª (Valle del Cauca). La lideresa, que era muy reconocida en el corregimiento del Guabal y aspiraba por el Partido Liberal fue asesinada la madrugada del s¨¢bado 26 de agosto cuando dos hombres armados llegaron a su trabajo y le dispararon a ella y a su esposo, quien d¨ªas despu¨¦s muri¨® por la gravedad de las heridas. Hasta el momento las autoridades no han esclarecido el hecho. La Fundaci¨®n Artemisas, que trabaja desde diferentes frentes de la mano con 90 mujeres lideresas pol¨ªticas, registra que m¨¢s de un 70% de ellas han sufrido violencia psicol¨®gica en alg¨²n punto de su militancia pol¨ªtica. La mayor¨ªa de casos han sido amenazas de grupos armados, de sus contendores, o an¨®nimas.
Para enfrentar esos hechos, hace 4 meses el Congreso de la Rep¨²blica aprob¨® un proyecto de ley que busca crear sanciones ante la violencia de g¨¦nero en pol¨ªtica y promover escenarios de participaci¨®n m¨¢s seguros. El proyecto a¨²n espera la sanci¨®n presidencial, por lo que las rutas para denunciar son escasas, seg¨²n Perea: ¡°No hay procedimientos espec¨ªficos y pertinentes para atender esas violencias. Y de existir, su difusi¨®n deber¨ªa ser amplia e iniciar en los partidos pol¨ªticos¡±.
Esas rutas son un punto esencial para promover la equidad pues, en muchos casos, la violencia hacia las candidaturas LGBTIQ+ o femeninas empieza en las mismas colectividades pol¨ªticas en las que militan. Un ejemplo reciente es la denuncia p¨²blica que hizo la candidata trans al Concejo de Bogot¨¢, Valeria Bonilla, quien acus¨® al partido Polo Democr¨¢tico Alternativo de dejarla deliberadamente por fuera de su lista cuando ella ya hab¨ªa iniciado su precandidatura con ese partido. A su juicio, fue una decisi¨®n con tintes transf¨®bicos.
Esas situaciones parecen ser cada vez m¨¢s frecuentes al aumentar la participaci¨®n de mujeres y poblaci¨®n LGBTIQ+, pues son pocos los partidos que cuentan con rutas internas efectivas y claras para sus militantes. A lo anterior se le suma lo naturalizadas que est¨¢n en la sociedad otro tipo de agresiones como los insultos sexistas, el menosprecio intelectual, la invisibilizaci¨®n, el desfinanciamiento o la violencia digital.
Esas violencias se encarnan en el v¨ªdeo sexista de Roger Su¨¢rez, candidato a la Alcald¨ªa de Plato, en el que se?ala que no se va a ¡®degenerar¡¯ y muestra a dos mujeres moviendo el torso. Este tipo de campa?as alimentan los estereotipos de g¨¦nero y a largo plazo hacen mella en las candidatas y desalientan sus liderazgos pol¨ªticos.
El impacto de los conflictos armados
Otro factor preocupante para las organizaciones sociales es la escalada del conflicto en diferentes territorios. Los an¨¢lisis del equipo de Perea evidencian que cuando hay mayores ¨ªndices de violencia, expresados en el amedrentamiento o el asesinato de l¨ªderes, es menor la participaci¨®n de mujeres.
En ello coincide Juliana Hern¨¢ndez, de Artemisas, quien explica que una en esas situaciones se recarga todav¨ªa m¨¢s el trabajo de cuidados que suelen recaer sobre las mujeres: las lideresas que viven en esas zonas se convierten f¨¢cilmente en objeto de amenazas, a ellas o a sus familiares. Y prefieren abandonar sus aspiraciones pol¨ªticas para salvaguardar a los suyos.
Los liderazgos pol¨ªticos de personas LGBTIQ+ tambi¨¦n han sufrido casos de violencia en varias zonas con fuerte control de actores armados ilegales. As¨ª ocurre en el Urab¨¢ Antioque?o o el Catatumbo, explica Caribe Afirmativo. Las personas con experiencias de vida trans son las m¨¢s afectadas. Hasta el momento, esta organizaci¨®n tiene conocimiento de 13 casos ¡ªde las 200 candidaturas que tienen registradas¡ª que han sido motivados por el prejuicio en contra de las expresiones de g¨¦nero u orientaciones sexuales diversas.
En ese panorama de avances peque?os y retos enormes, Perea, Casta?eda y Hern¨¢ndez destacan que las candidaturas que siguen adelante lo han hecho con poco apoyo estatal. Encuentran, adem¨¢s, que se distinguen de las tradicionales de hombres blancos urbanos por su sentido de trabajo en comunidad. Como lo manifest¨® una lideresa pol¨ªtica a Artemisas cuando le preguntaron c¨®mo afrontar la violencia en su contra: ¡°Resiliencia y pa¡¯lante¡±.
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