El respiro para el uribismo con los resultados de las elecciones regionales
El triunfo en escenarios clave como Antioquia le da ox¨ªgeno a las fuerzas de derecha tras la derrota en las pasadas presidenciales
En pol¨ªtica las cartas nunca est¨¢n del todo jugadas. As¨ª qued¨® demostrado ¨Cuna vez m¨¢s¨C con los resultados de las elecciones regionales del pasado 29 de octubre. El uribismo languideci¨® en las presidenciales de 2022 cuando Gustavo Petro fue elegido como el primer mandatario de izquierda en la historia contempor¨¢nea de Colombia, mientras el Centro Democr¨¢tico, el partido de derecha que lidera su n¨¦mesis pol¨ªtica, ...
En pol¨ªtica las cartas nunca est¨¢n del todo jugadas. As¨ª qued¨® demostrado ¨Cuna vez m¨¢s¨C con los resultados de las elecciones regionales del pasado 29 de octubre. El uribismo languideci¨® en las presidenciales de 2022 cuando Gustavo Petro fue elegido como el primer mandatario de izquierda en la historia contempor¨¢nea de Colombia, mientras el Centro Democr¨¢tico, el partido de derecha que lidera su n¨¦mesis pol¨ªtica, el expresidente ?lvaro Uribe, no tuvo candidato propio. Adem¨¢s, perdi¨® 22 esca?os en el Congreso de la Rep¨²blica. Tan solo un a?o y medio despu¨¦s, ha tomado un nuevo impulso.
El mayor triunfo del uribismo en las elecciones regionales fue la reconquista de Medell¨ªn y Antioquia, la cuna de esa fuerza pol¨ªtica, que se les fue de las manos hace cuatro a?os con la elecci¨®n de Daniel Quintero como alcalde y con la derrota en la puja por la Gobernaci¨®n del hoy senador Andr¨¦s Guerra, frente al liberal An¨ªbal Gaviria.
Esta vez, su principal aliado paisa, el exalcalde Federico Guti¨¦rrez, arras¨® con 689.519 votos para la Alcald¨ªa (73,3%) frente a 95.393 votos (10,14%) del candidato de Quintero, Juan Carlos Upegui. Fico se neg¨® a resignarse despu¨¦s de haber quedado en el tercer lugar en las presidenciales pasadas y por fuera de la segunda vuelta, con apoyo de un uribismo a la sombra ante la baja popularidad del expresidente Iv¨¢n Duque. En estas regionales, su partido Creemos obtuvo mayor¨ªas en el Concejo de Medell¨ªn con 7 de las 21 curules, que se sumar¨¢n a las 5 que consigui¨® el Centro Democr¨¢tico. El partido de Guti¨¦rrez tambi¨¦n logr¨® la mayor votaci¨®n para las Juntas Administradoras Locales (JAL) en las 16 comunas y los cuatro corregimientos de la segunda ciudad m¨¢s grande del pa¨ªs.
A eso se suma la elecci¨®n de Andr¨¦s Juli¨¢n Rend¨®n como el primer gobernador del departamento con aval del Centro Democr¨¢tico, desde la creaci¨®n del partido en 2013. El basti¨®n antioque?o uribista reapareci¨® con fuerza. La colectividad tambi¨¦n est¨¢ cerca de ganar con aval propio la Gobernaci¨®n de Arauca ¡ªse halla en una fuerte disputa en escrutinios contra un candidato liberal¡ª, y en coalici¨®n o alianzas con otros partidos las de Santander, Sucre, Bol¨ªvar, Meta, Tolima, Risaralda y San Andr¨¦s, para un total de nueve. En ciudades capitales, adem¨¢s de la de Medell¨ªn, estuvo en las coaliciones que ganaron las alcald¨ªas de Bucaramanga, Manizales, Ibagu¨¦, Villavicencio y Providencia. En regiones como Santander, Meta, Tolima y San Andr¨¦s, la derecha en general concentr¨® un gran poder local.
Aunque el Centro Democr¨¢tico fue el partido que m¨¢s perdi¨® alcald¨ªas municipales con 84 menos ¨Cseg¨²n el Grupo de Estudios de la Democracia de la Universidad del Rosario pas¨® de 71 propias y 121 en coalici¨®n, a 16 propias y 92 en coalici¨®n¨C el balance es favorable en grandes escenarios. El polit¨®logo y profesor de esa universidad, Yan Bassett, opina que ¡°probablemente, despu¨¦s de la derrota de 2022, el Centro Democr¨¢tico pens¨® m¨¢s bien en salvar los lugares importantes y no concentrarse en avanzar m¨¢s en el ¨¢mbito local¡±.
Para Luis Fernando Trejos, director del Centro de Pensamiento UNCaribe de la Universidad del Norte, el segundo aire del partido de Uribe tambi¨¦n puede estar impulsado por la creciente percepci¨®n de inseguridad en algunas zonas del pa¨ªs y la falta de confianza en la pol¨ªtica de paz total que promueve el Gobierno Petro, un coctel que le ha permitido a fichas del uribismo volver a levantar su bandera de siempre, la de ¡°mano dura¡± contra los grupos armados ilegales, como se vio en la contienda de octubre en departamentos como Santander o Tolima.
¡°Puede ser que hoy se perciba al Centro Democr¨¢tico como la oposici¨®n natural al Gobierno de Petro. Si a eso le sumamos que el Gobierno ha cometido errores y que el tema de la seguridad se ha deteriorado en muchas regiones es posible que eso lo hayan canalizado candidatos del Centro Democr¨¢tico con la premisa de ¡®somos opositores, pero tambi¨¦n somos capaces de volver a traer seguridad a los territorios¡±, se?ala Trejos.
Despu¨¦s de la derrota de hace m¨¢s de un a?o, Uribe, quien enfrenta una investigaci¨®n judicial por presunta manipulaci¨®n de testigos y fraude procesal que la Fiscal¨ªa no ha podido archivar, opt¨® por ejercer lo que ¨¦l llama ¡°oposici¨®n razonable¡± al Gobierno de Petro. Apenas una semana despu¨¦s de la elecci¨®n del presidente, aparecieron juntos en una ic¨®nica foto de la que ser¨ªa la primera de varias reuniones.
El presidente Petro lleg¨® a nombrar a dos aliados del Centro Democr¨¢tico en el equipo negociador de su Gobierno con el ELN y las disidencias de las antiguas FARC ¡®Estado Mayor Central¡¯ que se adelantan como parte de la paz total. Ellos son el presidente de la Federaci¨®n Nacional de Ganaderos, Fedeg¨¢n, Jos¨¦ F¨¦lix Lafaurie, y el exministro del Interior en el primer Gobierno de Uribe, Fabio Valencia Cossio.
El m¨¢ximo l¨ªder del Centro Democr¨¢tico ha respondido a los gestos de Petro, incluso defendi¨¦ndolo p¨²blicamente: ¡°En mi presencia, ning¨²n insulto al presidente de la Rep¨²blica¡±, le reclam¨® en febrero de este a?o a un hombre que lo llam¨® guerrillero, en un acto de su partido. La voz fuerte hacia el Gobierno recay¨® en otras figuras de la colectividad, como las senadoras Mar¨ªa Fernanda Cabal, Paloma Valencia o el senador Miguel Uribe. El perfil moderado del expresidente Uribe, su jefe pol¨ªtico, parece haber dado resultado.
Las elecciones regionales le dan al partido de Uribe la posibilidad de hacer nuevas alianzas y seguir recuperando ox¨ªgeno, seg¨²n Laura Bonilla, subdirectora de la Fundaci¨®n Paz y Reconciliaci¨®n. ¡°Jugaron a lo que jugaron otros partidos, que es seguir respaldando a los candidatos con protagonismo regional. Eso les va a dar acceso a burocracia, a negociaci¨®n con mandatarios departamentales. Donde est¨¦, el Centro Democr¨¢tico va a hacer una presi¨®n fuerte de oposici¨®n¡±, asegura la analista.
Las movidas futuras ser¨¢n determinantes para las elecciones presidenciales de 2026, en las que el uribismo no solo se enfrentar¨¢ nuevamente a la izquierda y a otros partidos de ideolog¨ªas opuestas, sino que debe definir su relaci¨®n con otros partidos de derecha, como Salvaci¨®n Nacional o la Nueva Fuerza Democr¨¢tica, que tratan de posicionarse en las bases locales donde ha cedido el Centro Democr¨¢tico. ¡°El Presidente Uribe est¨¢ permitiendo un relevo generacional en el liderazgo de las ideas, tiene figuras que han ido creciendo y que van proyectando la continuidad del uribismo hacia el futuro. Es un proceso de despersonalizar el partido, defendiendo sus ideas¡±, explica la senadora Paloma Valencia en di¨¢logo con EL PA?S. La apuesta, dice, se centrar¨¢ en llegar a los j¨®venes y en exigir que se replanteen las pol¨ªticas contra la criminalidad.
Uribe, que se ha expuesto poco p¨²blicamente en comparaci¨®n con otras ¨¦pocas, volvi¨® a poner sobre la mesa la propuesta de Acuerdo Nacional, una idea del presidente Petro que no se ha materializado. ¡°El expresidente Uribe nunca ha desaparecido del todo. Creo que ha tratado de ejercer un liderazgo de contenci¨®n despu¨¦s de la victoria de la izquierda. En lugar de tener un discurso de oposici¨®n intransigente ha tratado de mostrarse conciliador, de pronto calculando que cualquier actitud de confrontaci¨®n ir¨ªa en su detrimento despu¨¦s de la derrota de la derecha el a?o pasado. Quiz¨¢ ahora podr¨¢ pensar en cambiar de estrategia. Habr¨¢ que ver¡±, puntualiza Bassett. No ser¨¢ la primera vez que se barajen las cartas en el uribismo.
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