Un informe de la JEP contradice la sensaci¨®n de inseguridad y da el visto bueno a la paz total
El tribunal se?ala que la pol¨ªtica insignia del Gobierno de Gustavo Petro ha servido para desescalar el conflicto armado en el pa¨ªs
Pocos d¨ªas despu¨¦s de que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, destituyera a al alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, llega un esquivo reconocimiento a la labor de quien fuera el rostro m¨¢s visible de la pol¨ªtica del Gobierno Nacional de negociar con los grupos armados ilegales. La ...
Pocos d¨ªas despu¨¦s de que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, destituyera a al alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, llega un esquivo reconocimiento a la labor de quien fuera el rostro m¨¢s visible de la pol¨ªtica del Gobierno Nacional de negociar con los grupos armados ilegales. La Jurisdicci¨®n Especial para la Paz (JEP), el tribunal creado a ra¨ªz del acuerdo de paz de La Habana, ha publicado un informe en que reconoce varios logros a la paz total, la pol¨ªtica bandera del Ejecutivo. El espaldarazo se da a conocer en un momento en que el Gobierno y el presidente son blanco de cr¨ªticas por su postura en las negociaciones y en que el pa¨ªs vive en una constante sensaci¨®n de inseguridad.
El informe, elaborado por la Unidad de Investigaci¨®n y Acusaci¨®n (UIA), indica que los ceses al fuego con las disidencias del Estado Mayor Central (EMC, la mayor disidencia de las antiguas FARC) y la guerrilla del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN) han logrado menguar los efectos del conflicto armado en los primeros 10 meses de 2023, en comparaci¨®n con el mismo periodo de 2022. Seg¨²n los datos recabados por la entidad, entre enero y octubre del a?o anterior hubo 474 actos hostiles, por 280 en el mismo lapso de este a?o. El documento, adem¨¢s, se?ala una disminuci¨®n en el n¨²mero de civiles asesinados o heridos.
Por otro lado, de acuerdo con la JEP, la reducci¨®n de militares y polic¨ªas heridos en hostigamientos o combates fue del 39%, mientras que el asesinato de miembros de las Fuerzas Armadas cay¨® en un 33%. El cese el fuego con el ELN se tradujo, entre otras cosas, en una disminuci¨®n de los ataques contra la fuerza p¨²blica, lo que para los investigadores sugiere que la mayor¨ªa de los frentes de guerra de esa guerrilla ha acatado lo que se ha acordado en las negociaciones sobre la suspensi¨®n de ofensivas armadas. El tribunal tambi¨¦n destaca el efecto positivo para las v¨ªctimas de desplazamiento forzado, que ha bajado en un 46%: ¡°En 11 de los 19 departamentos donde se registran esta clase de hechos victimizantes se present¨® una reducci¨®n¡±, se lee.
De igual manera, las masacres y el asesinato de l¨ªderes sociales ¨DColombia es el pa¨ªs del mundo m¨¢s peligroso para ejercer ese trabajo¨D se han reducido, seg¨²n el tribunal. Entre enero y octubre de este a?o se registraron 77 masacres en el pa¨ªs, comparado con las 85 que hubo en el mismo periodo del a?o pasado. El homicidio de l¨ªderes sociales decreci¨® en un 25%.
Aunque las diferentes negociaciones que adelanta el Gobierno han tenido tropiezos muy medi¨¢ticos, la JEP concluye que los ceses de hostilidades y las treguas bilaterales en las etapas tempranas de los di¨¢logos tienen repercusiones favorables en el objetivo de minimizar el conflicto en Colombia, agudizado en los ¨²ltimos a?os por la aparici¨®n y expansi¨®n de las disidencias de las extintas FARC o la acumulaci¨®n de poder de otras bandas delincuenciales como el Clan del Golfo.
Los retos que persisten
En el extenso an¨¢lisis, el ¨®rgano de justicia transicional resalta la necesidad de que el Gobierno Nacional trabaje por la no repetici¨®n. Por lo tanto, menciona puntos espec¨ªficos a los que se debe atender, como salir del listado de los cinco pa¨ªses con m¨¢s casos de desplazamiento interno, como indica el informe m¨¢s reciente del Global Report on Internal Displacement (GRID). Adem¨¢s, las cifras de homicidios de l¨ªderes sociales siguen siendo preocupantes. La misma JEP subraya que entre enero y octubre del a?o en curso, una persona defensora de derechos humanos fue asesinada cada 48 horas. La situaci¨®n se agrava ante la escasez de planes para proteger a los l¨ªderes sociales. Ese ha sido un reclamo constante a la Administraci¨®n de Gustavo Petro, a quien organizaciones sociales le entregaron un plan de emergencia. El mandatario se comprometi¨® a implementarlo, aunque de momento sigue sin traducirse en acciones.
Otra dificultad reiterada son las extorsiones y los secuestros, que en los ¨²ltimos a?os han vuelto con fuerza a copar los titulares de prensa. Un claro ejemplo son las tensiones con el ELN que han provocado los raptos, un punto de desencuentro que ha generado graves tropiezos en la mesa. El caso m¨¢s reciente fue el secuestro de Luis Manuel Mane D¨ªaz, padre del futbolista Luis D¨ªaz. No obstante, la JEP determin¨® que no solo las disidencias o la guerrilla del ELN han encontrado en el secuestro una forma efectiva de financiaci¨®n. El documento asegura que en el 75% de los municipios del pa¨ªs donde se duplicaron las denuncias de secuestros y extorsiones no se observ¨® injerencia del ELN. Aun as¨ª, tanto el EMC como el ELN son los mayores responsables de ese delito en los departamentos de Arauca, Huila, y Guaviare.
Otro hallazgo particular fue el aumento de v¨ªctimas femeninas en las masacres perpetradas por grupos armados ilegales. ¡°La UIA plantea que podr¨ªa estar ocurriendo un cambio en los c¨®digos de violencia en el crimen organizado, donde se promueven las violencias basadas en g¨¦nero como mecanismo de retaliaci¨®n a los jefes o sicarios de los grupos criminales emergentes¡±, cita el informe.
El documento del tribunal de paz tambi¨¦n menciona que las l¨ªneas de mando en los grupos armados ya no suelen ser verticales, como ocurr¨ªa en estructuras como las otrora FARC. ¡°En la situaci¨®n actual, var¨ªa mucho el grado de cohesi¨®n interna, y la diferencia sustancial entre las organizaciones armadas est¨¢ entre permitir la subcontrataci¨®n de bandas locales y no hacerlo por optar que la violencia sea ejercida exclusivamente por integrantes con filiaciones ¨²nicas a la organizaci¨®n¡±. La din¨¢mica es semejante en cuanto a las causas y l¨®gicas de las violencias, que, seg¨²n la investigaci¨®n, ya no se explican solo por la necesidad de dominio territorial, sino en aspectos como la coyuntura, los intereses personales de los comandantes o los cambios en los mercados internacionales.
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