Hugo Ch¨¢vez y Rep¨²blica Venezolana: los barrios de Bogot¨¢ donde los venezolanos sobreviven en la miseria
Los dos sectores de Bogot¨¢, donde casi el 90% de los habitantes son migrantes que huyeron del pa¨ªs vecino, viven una grave crisis de seguridad y sanidad en su nuevo hogar
Son las cinco de la ma?ana, el aire andino de Bogot¨¢ es helado, y Saray, una ni?a de cuatro a?os, camina entre la basura, el barro y la arena. No ha comido nada a¨²n y agarra fuerte la mano de su madre, Omaira, para buscar refugio y comida en el jard¨ªn infantil m¨¢s cercano. Las dos deben caminar dos kil¨®metros para llegar al lugar porque no cuentan con 6.000 pesos (1 d¨®lar y medio) para tomar un transporte en bicitaxi que las mueva m¨¢s r¨¢pido. Da igual, porque Omaira, la madre, sabe que Saray no puede perderse un d¨ªa en el jard¨ªn: si se quedara en la casa, Saray solo podr¨ªa tener una de las tre...
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Son las cinco de la ma?ana, el aire andino de Bogot¨¢ es helado, y Saray, una ni?a de cuatro a?os, camina entre la basura, el barro y la arena. No ha comido nada a¨²n y agarra fuerte la mano de su madre, Omaira, para buscar refugio y comida en el jard¨ªn infantil m¨¢s cercano. Las dos deben caminar dos kil¨®metros para llegar al lugar porque no cuentan con 6.000 pesos (1 d¨®lar y medio) para tomar un transporte en bicitaxi que las mueva m¨¢s r¨¢pido. Da igual, porque Omaira, la madre, sabe que Saray no puede perderse un d¨ªa en el jard¨ªn: si se quedara en la casa, Saray solo podr¨ªa tener una de las tres comidas del d¨ªa. Las dos, madre e hija, son venezolanas y parte de los miles de migrantes que abandonaron la crisis de Venezuela para buscar una mejor vida en Colombia. En Bogot¨¢ encontraron un refugio, en un barrio poco visitado, que parad¨®jicamente tiene el nombre del l¨ªder que transform¨® su pa¨ªs: el barrio Hugo Ch¨¢vez. Un barrio donde muchos migrantes venezolanos saben que, si bien Caracas no vive las mismas crisis que Bogot¨¢, ac¨¢ y all¨¢ la miseria tiene una cara muy parecida.
Bogot¨¢ alberga hoy al menos 572.000 migrantes venezolanos, seg¨²n cifras de ProBogot¨¢ y Usaid, entregadas en marzo pasado. Y el 60% de esos migrantes est¨¢n asentados en las localidades de Engativ¨¢, Ciudad Bol¨ªvar, Suba, Kennedy y Bosa. El PA?S realiz¨® un recorrido por los barrios Hugo Ch¨¢vez y Rep¨²blica Venezolana, dos donde la enorme mayor¨ªa de los habitantes son migrantes¡ªentre 80 o 90% de las personas. Si no fuera por el clima fr¨ªo, estas peque?as venezuelas bien podr¨ªan parecerse a Caracas o Maracaibo, donde suenan en las voces m¨¢s chamos que parceros. Como Saray, la ni?a de 4 a?os, en el barrio Hugo Ch¨¢vez viven m¨¢s de 300 ni?os venezolanos.
El barrio Hugo Ch¨¢vez es el nombre informal, su nombre oficial es Unir II. Es un barrio de invasi¨®n ubicado en la localidad de Engativ¨¢, en Bogot¨¢, el cual tiene alrededor de 4.000 habitantes, de los cuales el 80% son venezolanos. Hugo Ch¨¢vez, el barrio y no el l¨ªder, arranc¨® hace a?os como un terreno amplio al que llegaban los recicladores de la ciudad con sus caballos de carga. Pero un d¨ªa lleg¨® all¨ª Mariano Porras, un terrateniente y fiel seguidor de Ch¨¢vez, quien en 2005 compr¨® el terreno y decidi¨® luego vender lotes por 1 mill¨®n de pesos (260 d¨®lares). La idea es que fuera un hogar para los migrantes de Venezuela y ellos, efectivamente, llegaron. Fabricaron, improvisando, varias casas con madera, ladrillo y bahareque.
La primera en construirse fue ¡°la casa vieja¡±, ubicada en el centro del barrio y desde all¨ª hacia al fondo siguieron construyendo ¡ªsin licencia¡ª casas que tienen entre cuatro y cinco pisos hacia arriba. En cada piso viven de ocho a diez personas, todos familiares entre s¨ª, por lo que en cada edificio se alojan unas cincuenta personas venezolanas. En el caso de Omaira y Saray, las dos viven en una casa de 4 pisos con otras 4 familias venezolanas, y todos son viejos conocidos desde Maracaibo.
Pero, de acuerdo con la Polic¨ªa, este es hoy uno de los cuatro barrios m¨¢s peligrosos de toda la capital. Sus propios habitantes dicen que quien entra a llevar un domicilio o a prestar un servicio de transporte p¨²blico, corre el riesgo de no salir nunca. ¡°Como nadie se atreve a entrar ac¨¢, no los van a encontrar¡±, dice Omaira, la madre de Saray. Miembros de las temidas bandas criminales venezolanas como El Tren de Aragua, Los Rolos y Los Coste?os han sido capturados en el barrio realizando operaciones de tr¨¢fico de estupefacientes, hurtos y asesinatos. Hay noticias frecuentemente de desapariciones e incluso casos en los que se han encontrado cad¨¢veres en el humedal Jaboque ¡ªaleda?o al barrio. Cuando Saray, de 4 a?os, camina entre el barrio, su madre no solo camina entre el fr¨ªo sino tambi¨¦n entre el miedo.
?Porqu¨¦ dejar Caracas por un lugar igual de inseguro? ¡°Por lo menos aqu¨ª en Colombia mi marido puede trabajar, en Venezuela est¨¢bamos quietos,¡± dice Kimberly Ram¨ªrez, una de las vecinas de Omaira. Trabajo mal pagado, pero trabajo al final del d¨ªa.
Rep¨²blica de Venezuela, una invasi¨®n en Ciudad Bol¨ªvar
En medio de una de las lomas empinadas de Ciudad Bol¨ªvar, una de las localidades m¨¢s pobres de Bogot¨¢, se encuentra Rep¨²blica de Venezuela, un barrio de invasi¨®n compuesto en un 90% por venezolanos. Al llegar all¨ª se tiene la sensaci¨®n de estar, no en un barrio, sino en un conjunto de casas donde todos se conocen: la gran mayor¨ªa tienen a sus familiares de vecinos.
A diferencia de Hugo Ch¨¢vez, en Rep¨²blica de Venezuela no hubo un terrateniente vendiendo un terreno: los migrantes que llegan se acomodan d¨ªa a d¨ªa donde hay espacio, as¨ª de simple. Las casas son construidas en madera y tejas de aluminio, con dos o tres divisiones a lo ancho, donde viven de ocho a diez personas. A diferencia de H¨²go Ch¨¢vez, Rep¨²blica de Venezuela no est¨¢ formalmente legalizado como barrio, y vive completamente en la informalidad¡ªla luz viene con cables del barrio vecino, el agua se toma de una fuente natural aleda?a. No hay acueducto, no hay red el¨¦ctrica.
Alexander, de 34 a?os, est¨¢ sentado en su silla de ruedas en la entrada de su casa construida con retazos de madera. Hace ocho a?os dej¨® Valencia, Venezuela, en b¨²squeda de trabajo. Logr¨® trabajar como mec¨¢nico en una empresa cerca al Parque Sim¨®n Bol¨ªvar en Bogot¨¢. Estaba contento, la vida le sonre¨ªa porf¨ªn, pensaba que ahora s¨ª iba a salir de la miseria, que algo parecido al ¡®sue?o colombiano¡¯ se acercaba. Hasta una ma?ana del 2022, cuando tuvo un accidente de tr¨¢nsito al bajar de la loma donde vive hacia el centro de la ciudad, y ahora no puede caminar. ¡°?Me devolv¨ª de Venezuela para pedir plata en sem¨¢foros dando l¨¢stima?¡± se pregunta. Vino a buscar oportunidades, un futuro, no vino a mendigar. No dej¨® la pobreza de la Rep¨²blica de Venezuela para vivir en la pobreza de la otra Rep¨²blica de Venezuela.
No muy lejos de ¨¦l vive Yeimi Carre?o, de 42 a?os, migr¨® de Venezuela en 2015 y en Bogot¨¢ ha sido recicladora, aseadora y alba?il. En ocasiones se ve¨ªa obligada a dejar solos a sus dos hijos, porque no ten¨ªa quien cuidara de ellos y esto, le trajo problemas con el Estado colombiano. El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) inici¨® hace unos a?os un proceso en su contra para quitarle la custodia de los menores¡ªque se termin¨® resolviendo a su favor, con el apoyo de su esposo, quien se mud¨® a Colombia al saber que corr¨ªan el riesgo de perder a los dos ni?os. ¡°Estamos agradecidos con Colombia¡±, dice. Lo dice a pesar del abandono en el que est¨¢ el barrio, a pesar de que casi le quitan a sus hijos. No se va. Actualmente se est¨¢n mudando a una nueva casa, construida por ella y su pareja, en la Rep¨²blica de Venezuela de Bogot¨¢. Las gotas de la lluvia se sienten en su techo construido por latas de aluminio. Es m¨¢s fr¨ªo que Caracas, y quiz¨¢s igual de pobre o peligroso que Caracas, pero no no, no es Caracas.
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