El Gobierno de Petro termina el cese al fuego con la mayor¨ªa de bloques del Estado Mayor Central

El 16 de julio era un d¨ªa clave para la pol¨ªtica de paz total del gobierno de Gustavo Petro. Era el d¨ªa para decidir si terminaba o no el cese al fuego bilateral que el presidente hab¨ªa pactado con el mayor grupo de disidencias de la extinta guerrilla de las FARC, el autodenominado Estado Mayor Central (EMC), y que entr¨® en vigencia el 16 de octubre de 2023. Este martes, por tanto, se esperaban anuncios, en medio de unas negociaciones marcadas por la tensi¨®n y los desacuerdos. La decisi¨®n del Gobierno colombiano es la de declarar como terminado el cese al fuego con las estructuras comandadas por alias Iv¨¢n Mordisco y mantenerlo con las alineadas bajo el mando de alias Calarc¨¢.

¡°La orden impartida a todas las fuerzas militares es la de, con todas sus capacidades, adelantar operaciones ofensivas contra esas organizaciones, esos bloques y frentes que se apartaron de la oferta generosa que continuaba manteniendo el Gobierno nacional en la b¨²squeda de la paz¡±, dijo Vel¨¢squez en una rueda de prensa. Las fuerzas armadas se enfocar¨¢n en combatir las 24 estructuras del Estado Mayor Central comandadas por Mordisco, que est¨¢n ubicadas en la zona amaz¨®nica, en el oriente, el centro y el suroccidente del pa¨ªs, regi¨®n donde ya se hab¨ªa suspendido el cese al fuego tras acciones de los disidentes que incluyeron atentados contra objetivos militares y comunidades ind¨ªgenas.

Por el otro lado, los bloques y frentes del Estado Mayor Central con los que se mantendr¨¢ el cese al fuego por otros tres meses son el Bloque Magdalena Medio Comandante Gentil Duarte, el Bloque Comandante Jorge Su¨¢rez Brice?o, y el Frente Ra¨²l Reyes, que en total est¨¢n compuestos por 16 estructuras, tambi¨¦n repartidas por toda la geograf¨ªa nacional: desde Bol¨ªvar hasta Putumayo, pasando por Antioquia, Cundinamarca, Meta, Huila y Caquet¨¢.

El camino para dialogar con el autoproclamado Estado Mayor Central ha sido atropellado, entre otras cosas porque las mismas disidencias est¨¢n fragmentadas. A lo largo de las conversaciones algunos frentes se han mantenido en la mesa, otros se han apartado y algunos m¨¢s han sostenido discusiones internas sobre el camino a seguir. Una de las grandes dificultades ha sido la de lograr puntos de encuentro con el jefe de la agrupaci¨®n: Iv¨¢n Mordisco, quien es conocido por ser dogm¨¢tico y estar en desacuerdo con la negociaci¨®n pol¨ªtica. Desde el 24 de abril de este a?o, el Gobierno anunci¨® que ya no negocia con ¨¦l.

Aunque con el Estado Mayor Central se hab¨ªan logrado avances¡ªcomo su compromiso a acatar las normas del Derecho Internacional Humanitario (DIH) y no generar desplazamiento forzado ni confinamiento de la poblaci¨®n civil, as¨ª como su renuncia a la pr¨¢ctica del secuestro extorsivo¡ª, no se hab¨ªan alcanzado acuerdos en temas relacionados con los cultivos il¨ªcitos o con la situaci¨®n socioambiental de la Amazon¨ªa, teniendo en cuenta que el EMC es el actor dominante en el llamado arco de la deforestaci¨®n amaz¨®nica.

Otro de los puntos clave es el tema de la extorsi¨®n, una pr¨¢ctica tambi¨¦n extendida entre los bloques con los que el Gobierno ha decidido mantener el cese al fuego. En ese sentido, Vel¨¢squez fue enf¨¢tico y dijo que el cese ¡°no significa la suspensi¨®n del cumplimiento de las obligaciones constitucionales y legales que tiene la Fuerza P¨²blica, pues delitos como el de la extorsi¨®n se siguen discutiendo sobre la mesa¡±. El ministro a?adi¨® que se prev¨¦ hacer evaluaciones mensuales para analizar si se mantiene el cese.

El mapa de las disidencias, en constante movimiento, es sumamente complejo. No solo porque el Estado Mayor Central no es el ¨²nico grupo que surgi¨® tras la firma de los Acuerdos de Paz con el gobierno de Juan Manuel Santos en el 2016. Tambi¨¦n est¨¢ la Segunda Marquetalia, encabezado por Iv¨¢n M¨¢rquez, quien fue jefe negociador en los di¨¢logos de La Habana y decidi¨® volver a las armas. Ahora bien, dentro del EMC han surgido divisiones, y se ha expandido, en b¨²squeda de un mayor control territorial. Por eso, dentro del decreto del cese al fuego se incluye un punto sobre la creaci¨®n de un comit¨¦ t¨¦cnico que elaborar¨¢ un protocolo para la georreferenciaci¨®n de los frentes, delimitando sus ¨¢reas de presencia.

Los di¨¢logos con las disidencias de las FARC hacen parte de la pol¨ªtica de paz total del gobierno de Gustavo Petro, a trav¨¦s de la cual busca mantener conversaciones simult¨¢neas ¡ªcada una a la cabeza de un negociador diferente, aunque todas bajo la gu¨ªa del Alto Comisionado para la Paz, Otty Pati?o¡ª, con distintos grupos armados, con el objetivo de lograr una definitiva finalizaci¨®n del conflicto.

La apuesta de Petro tiene varios frentes abiertos. El Gobierno tambi¨¦n sostiene una mesa de di¨¢logo con la Segunda Marquetalia. El 29 de junio, en Caracas, este grupo acord¨® un cese unilateral al fuego. En la otra esquina est¨¢ el ELN, la ¨²ltima guerrilla en armas de Colombia, con la que en enero se extendi¨® por otros seis meses el cese al fuego vigente, pacto que se vence este 3 de agosto. ¡°Se agota el tiempo¡± para renovar este cese, ha dicho el Gobierno, que ha pedido a la guerrilla retomar la suspendida mesa de negociaci¨®n.

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