Los temas ambientales irrumpen en las negociaciones de la paz total
La deforestaci¨®n ser¨¢ un componente neur¨¢lgico en la mesa del Gobierno con las disidencias del Estado Mayor Central
Al encuentro de esta semana con las comunidades en la vereda Cerro Azul del departamento del Guaviare, al mismo tiempo la puerta de entrada a la Amazon¨ªa colombiana y el epicentro de la voraz deforestaci¨®n que la aqueja, llegaron juntos la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, y el alto comisionado de Paz, Danilo Rueda. En el helic¨®ptero que aterriz¨® el lunes all¨ª, muy cerca de las pinturas rupestres que han convertido a Cerro Azul en un creciente atractivo tur¨ªstico, los acompa?aba el ministro de Clima y Ambiente de Noruega, Espen Barth Eide, de visita en Colombia. El ¨¦nfasis del mensaje era claro: la paz y el medio ambiente deben ir de la mano en uno de los pa¨ªses m¨¢s biodiversos del mundo.
Cada comienzo de a?o, en la temporada seca, las llamas que desde hace tiempo acechan tanto reservas naturales como resguardos ind¨ªgenas devoran enormes trozos de bosque amaz¨®nico. Los responsables incluyen mafias, acaparadores de tierras, terratenientes y grupos armados. Las quemas m¨¢s intensas ocurren en el arco de la deforestaci¨®n que se extiende por Caquet¨¢, Meta y Guaviare, en el sur del pa¨ªs. Los esfuerzos del Gobierno de Gustavo Petro para detener la tala en la Amazon¨ªa, el llamado pulm¨®n del mundo, est¨¢n estrechamente ligados a la b¨²squeda de la paz total con distintos grupos armados y a la reforma rural. En especial, a la negociaci¨®n con una de las corrientes de disidencias de la extinta guerrilla de las FARC, el autodenominado Estado Mayor Central, que es el grupo dominante en esos departamentos. El propio presidente anunci¨® este mes una mesa de di¨¢logos con el EMC, el segundo proceso de paz de su Gobierno despu¨¦s del que ya est¨¢ en marcha con el ELN.
¡°La paz solo es posible hoy, en estos territorios, con una visi¨®n in¨¦dita, novedosa en el mundo, que est¨¢ anclada con los ecosistemas, con las aguas, con los bosques¡±, le dijo el comisionado Rueda a las decenas de asistentes a la reuni¨®n en Cerro Azul, a los que invit¨® a construir un territorio con justicia ambiental y social, en el que los derechos de campesinos, afros e ind¨ªgenas coexistan con la naturaleza. Tambi¨¦n les reconoci¨® sus esfuerzos por detener la ampliaci¨®n de la frontera agr¨ªcola y frenar la deforestaci¨®n. Son asuntos que se van a discutir en la futura mesa de conversaciones con el Estado Mayor Central. ¡°Empezamos a armonizar los asuntos de la paz, los asuntos sociales y los asuntos ambientales, con la cooperaci¨®n internacional¡±, celebr¨® el comisionado, que enfrenta un momento convulso tras la suspensi¨®n del cese al fuego con el Clan del Golfo.
¡°No podemos lograr la paz en esta regi¨®n si no tenemos la paz con la naturaleza¡±, les areng¨® a su turno la ministra Muhamad, que ya el mes pasado hab¨ªa visitado Guaviare como parte de la estrategia para contener la deforestaci¨®n. En di¨¢logo con este peri¨®dico, se mostr¨® esperanzada en que la apertura de la mesa lleve realmente a un ¡°gran pacto por el cuidado com¨²n de la naturaleza¡±.
¡°Ac¨¢ hay una comunidad campesina dispuesta a trabajar en otro modelo de desarrollo, que est¨¢ entrando con el Estado colombiano a acuerdos de conservaci¨®n, hay un potencial inmenso del turismo ecol¨®gico, pero si no logramos consolidar la paz total, esto siempre se va a ver restringido¡±, valora la funcionaria. A diferencia del acuerdo con las FARC, apunta, el tema ambiental va a jugar un rol protag¨®nico en las agendas de negociaci¨®n tanto con el ELN como con las disidencias del Estado Mayor Central.
En los primeros acercamientos con las disidencias, el Gobierno pidi¨® como un gesto de buena voluntad detener la deforestaci¨®n. Los observadores coinciden en que el descenso ha sido notorio. El Gobierno de Iv¨¢n Duque, el antecesor de Petro, se propuso en un primer momento mantener la p¨¦rdida anual de bosques al nivel r¨¦cord de 2017, en torno a unas 220.000 hect¨¢reas. Sin embargo, con el apoyo de Alemania, Reino Unido y Noruega ¨Cpor mucho el mayor cooperante ambiental de Colombia¨C, estableci¨® despu¨¦s metas m¨¢s agresivas. Por lo pronto, en el 2021 se deforestaron 174.103 hect¨¢reas, un aumento frente a las 171.685 perdidas en 2020. La cifra est¨¢ empujada por la ganader¨ªa, el acaparamiento de tierras, la miner¨ªa ilegal y los cultivos de coca, entre otras causas. Mientras Duque militariz¨® la pol¨ªtica ambiental, Petro favorece trabajar de la mano de las comunidades con concesiones forestales.
Aunque el rezago estructural con la entrega de cifras consolidadas de perdida de bosques solo permite conocer las de un a?o en particular hasta mediados del siguiente, un sobrevuelo en avioneta por Guaviare y el parque natural de Chiribiquete, un enorme oc¨¦ano de ¨¢rboles declarado patrimonio de la humanidad, permite constatar muchas menos columnas de humo, las primeras se?ales de las quemas, con respecto al panorama cr¨ªtico de hace un a?o.
Los temas ambientales en general, no solo la deforestaci¨®n, ocupan un lugar preponderante en la agenda de la paz total, seg¨²n explica Rodrigo Botero, director de la Fundaci¨®n para la Conservaci¨®n y Desarrollo Sostenible (FCDS). El reconocido ambientalista ahora es tambi¨¦n uno de los negociadores en la mesa con el ELN. ¡°Si se mantiene la conflictividad ambiental, es muy dif¨ªcil salir de escenarios que al final se traducen en conflictividad social y pol¨ªtica¡±, se?ala. Aunque advierte que en otros lugares de Colombia es apremiante resolver problemas como la miner¨ªa de aluvi¨®n, destaca que lo ambiental nunca hab¨ªa sido el primer paso en un acercamiento con un grupo armado.
Noruega fue garante de la negociaci¨®n con las FARC y ahora lo es en la mesa con el ELN. Tanto la resoluci¨®n de conflictos como la ¡°diplomacia verde¡± son metas expl¨ªcitas de su pol¨ªtica exterior. Oslo considera a Colombia un pa¨ªs clave dado que ¡°el mantenimiento de un sistema ecol¨®gico integrado en el Amazonas es necesario para toda la humanidad; si colapsa es un problema para todo este continente y tambi¨¦n para el clima mundial¡±, se?ala Espen Barth Eide, el ministro de Clima y Ambiente ¨Cquien era canciller durante los acercamientos con las FARC¨C. Sin ir muy lejos, los bosques en la Amazon¨ªa garantizan, entre muchas otras cosas, la regulaci¨®n del clima y la oferta de agua en la zona andina ¨Cincluyendo la distante Bogot¨¢¨C, a trav¨¦s de los ¡°r¨ªos voladores¡±. Hay mayor consciencia sobre el desaf¨ªo global del clima y el medio ambiente que hace una d¨¦cada, recuerda el pol¨ªtico n¨®rdico, por lo que ahora se impone tambi¨¦n en distintos procesos de paz. Colombia no es una excepci¨®n.
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