El Congreso de Colombia aprueba la ley contra el ruido
La norma ordena actualizar y unificar las reglas contra la contaminaci¨®n ac¨²stica y endurece las sanciones a quienes las violen
La plenaria del Senado, que alcanza niveles sonoros de hasta 90 decibelios, un ambiente ruidoso seg¨²n los est¨¢ndares de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud, ha aprobado este martes la ley contra el ruido en su cuarto y ¨²ltimo debate. El proyecto, liderado por el representante a la C¨¢mara antioque?o Daniel Carvalho, ordena armonizar las 17 normas nacionales que existen para enfrentar las distintas formas de contaminaci¨®n ac¨²stica y bajar un poco el volumen en un pa¨ªs culturalmente bullicioso. ¡°Tomamos la normativa que hab¨ªa alrededor del ruido y la reorganizamos porque estaba dispersa y confusa. Y aclaramos las responsabilidades de las autoridades y la ruta de atenci¨®n al ciudadano, porque hoy las autoridades se chutan [pasan] la pelota entre ellas¡±, asegur¨® a los medios a la salida del hemiciclo. El congresista por el partido Verde Ox¨ªgeno, independiente del Gobierno y de l¨ªnea progresista, trabaj¨® durante m¨¢s de dos a?os en el proyecto de la mano de ciudadanos, expertos e instituciones.
Colombia defini¨®, en 2006, los niveles m¨¢ximos de emisi¨®n de ruido que puede haber en distintos sectores ¨Cresidenciales, industriales, comerciales, entre otros¨C, dependiendo si es de d¨ªa o de noche. En un sector residencial, por ejemplo, no se pueden superar los 65 dbA (decibelios ponderados A, la medida est¨¢ndar de ruido) en el d¨ªa ni los 55 en la noche. Sin embargo, el 25% de quienes viven en las zonas urbanas de Cali, Medell¨ªn o Bogot¨¢ est¨¢n expuestos a niveles superiores a esos l¨ªmites, seg¨²n el argumenta el proyecto de ley. Por ejemplo, una persona puede estar expuesta a 80 decibelios por el tr¨¢fico, a 100 por las motos con escapes modificados y a otros niveles superiores a la norma por las fiestas vecinales u otras festividades. En particular, la alborada de Medell¨ªn del 1 de diciembre produjo m¨¢s de 70 decibelios en algunos sectores por cuenta de la p¨®lvora.
Uno de los problemas ambientales que m¨¢s preocupan a los colombianos es la contaminaci¨®n auditiva, seg¨²n informes Red de Ciudades C¨®mo Vamos, una alianza de programas similares que estudian la calidad de vida en las principales urbes. En Bogot¨¢, el 62% de los habitantes est¨¢n insatisfechos con el ruido, de acuerdo con la m¨¢s reciente Encuesta de Percepci¨®n Ciudadana, cifra que es del 61% en Cartagena, del 52% en Medell¨ªn, y del 49% tanto en Cali como en Barranquilla. El ruido es el segundo problema que m¨¢s desencadena violencia en los barrios, seg¨²n un informe de percepci¨®n de seguridad del Ministerio del Interior. Peleas vecinales que, en ocasiones, son letales. De nuevo, en la alborada de Medell¨ªn un hombre fue asesinado por su hermano luego de pedir a otro que bajara el volumen a la m¨²sica.
Pese a la agudeza del problema, las autoridades no cuentan con suficientes herramientas para controlar el ruido, explica el abogado Camilo Quintero, parte del equipo de trabajo del representante Carvalho y uno de los t¨¦cnicos detr¨¢s del proyecto. ¡°Los ciudadanos afectados afirman que enfrentan una especie de ¡®ruta de la muerte¡¯ a la hora de denunciar, porque env¨ªan las quejas a distintas dependencias y nadie responde¡±, explica v¨ªa telef¨®nica, en medio de una de las semanas m¨¢s agitadas en el Congreso. Para solucionarlo, la nueva ley prev¨¦ que en el plazo de un a?o el Gobierno Nacional ¨Ca trav¨¦s del Departamento Nacional de Planeaci¨®n, los ministerios de Ambiente, Salud, Defensa y Transporte, y el IDEAM¨Cexpida una pol¨ªtica de calidad ac¨²stica que armonice las distintas normas que est¨¢n dispersas en resoluciones, decretos y leyes.
Adem¨¢s, el Ministerio de Ambiente tendr¨¢ a?o y medio para revisar los niveles m¨¢ximos de ruido definidos en 2006 y actualizar la reglamentaci¨®n. Las nuevas normas deben incluir indicadores que sirvan para evaluar si en una zona hay o no contaminaci¨®n ac¨²stica, mapas estrat¨¦gicos de ruido y la creaci¨®n y definici¨®n de las zonas ac¨²sticamente saturadas, que exigir¨¢n medidas especiales.
La Ley contra el ruido tambi¨¦n involucra a las alcald¨ªas de poblaciones de m¨¢s de 100.000 habitantes, que tendr¨¢n un a?o y medio para redactar un plan de acci¨®n para gestionar el ruido en su territorio. Quintero asegura que delega esa labor a lo local porque ser¨ªa ¡°incoherente¡± desconocer la situaci¨®n financiera, pol¨ªtica y t¨¦cnica de cada lugar. El articulado, adem¨¢s, obliga al Estado a prever medidas especiales para personas que est¨¢n en el espectro autista y que son especialmente sensibles al sonido. Tambi¨¦n vincula al Ministerio del Transporte a la reducci¨®n del ruido del tr¨¢fico y a las alcald¨ªas a la de los grandes espect¨¢culos. El abogado asegura que se trata de un punto de partida para bajarle el volumen al estruendo en Colombia, y que implementar todo tomar¨¢ unos dos a?os.
Para garantizar que las intenciones no se queden en el papel, la ley prev¨¦ la creaci¨®n de un subsistema de vigilancia de calidad ac¨²stica, que proyectar¨¢ en una plataforma, en tiempo real, datos sobre los niveles de ruido, similar al mapa de ruido del ¨¢rea metropolitana del Valle de Aburr¨¢. ¡°Tambi¨¦n haremos seguimiento para que la ley se cumpla y, sobre todo, estaremos enfocados en campa?as de sensibilizaci¨®n ciudadana, porque esto es un problema cultural¡±, a?ade Quintero.
Mientras todo eso llega, las multas se endurecer¨¢n tan pronto como el presidente Gustavo Petro sancione la ley. El comparendo por alterar ¡°la tranquilidad¡± de un barrio subir¨¢ de 8 a 16 salarios m¨ªnimos diarios legales vigentes. La sanci¨®n no se limitar¨¢ a propiedades horizontales, como establece el C¨®digo de Seguridad y Convivencia, sino que se extender¨¢ a otros sectores residenciales, urbanos o rurales. Adem¨¢s, explica Quintero, los agentes ya no estar¨¢n limitados a las mediciones de un son¨®metro para imponer una sanci¨®n, pues podr¨¢n utilizar otras pruebas.