La orquesta filarm¨®nica de Medell¨ªn impulsa un grupo de m¨²sica de j¨®venes neurodivergentes
Desde hace ocho a?os la capital antioque?a le ha apostado al programa Soy M¨²sico que encara la discriminaci¨®n contra personas con diagn¨®sticos como s¨ªndrome de down, autismo severo o discapacidad intelectual. ¡°Queremos cambiar la idea de que son incapaces¡±, dice la directora
Llevar la cuenta de todas las condecoraciones que tiene Raquel (15 a?os) resulta dif¨ªcil. Los diplomas y menciones inundan las paredes de su casa y resaltan en su habitaci¨®n pintada de rosa. La rutina de la joven es la misma cada martes y jueves antes de los ensayos. Mientras Beatriz, su madre, termina las tareas del hogar, ella ordena su cuarto, se mira en el espejo, y se pone brillo labial. Su pap¨¢ toma el contrabajo, lo sube al carro y arrancan. Raquel llega entusiasmada. Saluda a Kelly, y a Isa y al resto de compa?eras. Poco a poco van llegando el resto de j¨®venes que, como ellas, conforman el programa Soy M¨²sico, de la Orquesta Filarm¨®nica de Medell¨ªn, en Antioquia. El programa trabaja desde hace ocho a?os con m¨¢s 30 j¨®venes neurodivergentes para que puedan desarrollar sus competencias musicales de la mano de expertos. Luego, dos veces al a?o dan un concierto filarm¨®nico al lado de la formaci¨®n original la Orquesta de la ciudad, con lo que demuestran que el ¨²nico obst¨¢culo entre ellos y la m¨²sica es la discriminaci¨®n de la sociedad.
La mayor¨ªa de las asistentes al ensayo de este martes son mujeres, pero entre ellos est¨¢ Juan David G¨®mez Pamplona, de 26 a?os, uno de los primeros integrantes de Soy M¨²sico. Participa desde hace siete a?os y aprendi¨® a tocar la bater¨ªa. A su lado est¨¢ Claudia Zapata de 27 a?os, quien lleva cuatro a?os en el grupo. Describe su experiencia como una de mucha disciplina, y resalta que ha sido un aprendizaje no solo para ella sino para la sociedad que los considera incapaces. ¡°Con nuestro arte podemos hacer grandes cosas, educar a la gente, y que no nos vean con pesar. Solo somos personas que aprendemos de formas diferentes¡±, reflexiona. ¡°Aqu¨ª me siento respetada¡±.
Bajo la premisa de que las personas con diagn¨®sticos como s¨ªndrome de down, autismo severo o discapacidad intelectual son capaces de destacarse en ¨¢reas diversas, naci¨® Soy M¨²sico. En 2016 las directivas de la Orquesta Filarm¨®nica de Medell¨ªn (Filarmed) notaron que la cultura, en particular la m¨²sica filarm¨®nica, estaba siendo inaccesible para cierto tipo de poblaci¨®n en la capital de Antioquia. De cuatro millones de personas en la ciudad, de acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estad¨ªstica (DANE), para 2022 alrededor de 123.628 ten¨ªan alg¨²n tipo de discapacidad.
Ante ese panorama, la Filarmed se propuso generar condiciones para superar las barreras de acceso a la formaci¨®n musical. ¡°Queremos cambiar la idea de que son incapaces, si no que tienen otro tipo de capacidades¡±, sostiene Mar¨ªa Catalina Prieto, directora de la Orquesta.
Soy M¨²sico consiste en que los j¨®venes puedan adquirir conocimientos musicales amplios, como la composici¨®n y el estudio de diversos instrumentos sinf¨®nicos. El proyecto est¨¢ divido actualmente en tres fases. Por un lado, la fase Proyecci¨®n, para quienes llevan m¨¢s de cuatro a?os. Raquel, Claudia y Juan David, por su disciplina y progreso, ya hacen parte de esta etapa donde se les asigna una mayor carga semanal, y son quienes anualmente se presentan con la Orquesta Filarm¨®nica de Medell¨ªn. Antes de llegar a esa etapa, los j¨®venes pasan por un grupo base de cuatro horas semanales de intensidad o tienen la posibilidad de asistir a ensayos abiertos que est¨¢n dirigidos a personas con todo tipo de discapacidad, no solo con neurodivergencia cognitiva.
¡°Aqu¨ª nos sentimos respetados¡±
Suena ¡°Perla negra¡±, parte de la banda sonora de la pel¨ªcula Los Piratas del Caribe compuesta por Hans Zimmer. Al lado derecho de Manuel L¨®pez, hasta hace poco director asociado, est¨¢ Kelly, una joven pr¨®xima a sus veinte. Ella toca magistralmente cada una de las partituras que se aprendi¨® de memoria gracias a una musicograf¨ªa en braille. Cerca est¨¢ Raquel, a quien su madre Beatriz observa desde lejos. Avanza el concierto y la mirada de la mujer se pone vidriosa, se hincha de orgullo. El concierto es como una danza perfectamente ejecutada, y la empleada del aseo baila a las afueras, con el ritmo de la sinf¨®nica, la canci¨®n Carnavaleando de Marta G¨®mez. La escena enchina la piel.
Juanita Eslava, profesora en el proyecto, cree que la importancia de Soy M¨²sico no solo est¨¢ relacionado con el poder terap¨¦utico de la m¨²sica para cada uno, sino para el conjunto, por la integraci¨®n org¨¢nica que ocurre entre los j¨®venes. ¡°Si una persona sostiene el pulso, y otra puede hacer subdivisi¨®n, eso es una orquesta. Mientras unos hacen negras, otros redondas y otros trabajan en fases r¨ªtmicas m¨¢s elaboradas. Por eso el diagn¨®stico no es relevante. La m¨²sica es interhemisf¨¦rica. Si alguien no puede r¨ªtmicamente, lo puede mel¨®dicamente. La m¨²sica es bonita porque integra a nivel cerebral¡±, explica. ¡°Aqu¨ª los respetamos y eso hace que quieran continuar. No solo respetados por los profesores, sino por el director, la orquesta en su conjunto. Se ha convertido en un proceso clave de reconocimiento¡±, a?ade.
En esa sensaci¨®n de respeto coinciden varios de los j¨®venes entrevistados, y as¨ª lo resalta la madre de Raquel, quien ha impulsado en su hija cualquier inter¨¦s que ha tenido desde que era una ni?a, pese a lo que otras personas piensan sobre una persona con s¨ªndrome de Down. Su hija se ha destacado en teatro, deporte, m¨²sica y actualmente est¨¢ actuando para una pel¨ªcula. Desde que su hija naci¨®, ella y su esposo han estudiado el diagn¨®stico de arriba a abajo, la han acompa?ado, la han impulsado y han visto los resultados de ese apoyo. ¡°Raquel me ha ense?ado de paciencia, de tranquilidad y de la sensibilidad por otros. Me siento orgullosa, ella es mi maestra¡±, concluye.
Eslava, la profesora, destaca c¨®mo ese sost¨¦n familiar es decisivo para que la ni?ez con alg¨²n tipo de neurodivergencia cognitiva o diversidad funcional pueda desarrollarse plenamente. ¡°Cuando uno nace el cerebro es inmaduro, est¨¢ absorbiendo, as¨ª venga con un diagn¨®stico, pero dejemos de lado el diagn¨®stico. Fij¨¦monos en la capacidad, sigue siendo un cerebro que absorbe informaci¨®n. Ah¨ª est¨¢ diferencia entre chicos que fueron estimulados tempranamente a unos que no. Entonces crean en ellos y van a ver la diferencia en el futuro¡±, sostiene la musicoterapeuta y asesora de programas sociales.
De la mano del proceso de formaci¨®n musical vienen otras victorias. La complicidad entre compa?eros es visible, una que se extiende a sus familias. Afuera de los ensayos, las madres y padres conversan, se han sentido menos solos en la batalla contra los prejuicios, y le han apostado a fortalecer el programa en Medell¨ªn. ¡°Nuestra filosof¨ªa es aprender y dejar la buena pr¨¢ctica para que ojal¨¢ todas las organizaciones culturales de la ciudad, al menos, aprendan sobre temas de inclusi¨®n y accesibilidad¡±, sentencia Prieto, la directora de la Orquesta, quien est¨¢ trabajando en tejer redes de aliados alrededor de Soy M¨²sico.
Los anhelos de la madre de Raquel van en la misma l¨ªnea. Beatriz desea que muchas j¨®venes con neurodivergencias y capacidades diversas puedan encontrar su potencial, en la m¨²sica o el arte. Y, al preguntarle si cambiar¨ªa su experiencia como madre de una ni?a con S¨ªndrome de Down, sin dudarlo, responde tajantemente con una negativa. ¡°Raquel es mi maestra¡±.