La nueva apuesta del presidente Petro
En respuesta a la crisis pol¨ªtica que enfrenta su gobierno, el presidente colombiano hace un nuevo intento por reorganizar su equipo y mantener cerca a sus aliados, sin tener que sacrificar la permanencia de ning¨²n sector
El tono del presidente Petro en sus m¨¢s recientes discursos y entrevistas ha estado lejos del triunfalismo que en los primeros a?os de su mandato busc¨® proyectar. Con frecuencia, el presidente ha hablado ante la ciudadan¨ªa de su desconfianza frente a sus propios aliados, de su miedo constante a la traici¨®n y su infelicidad en el cargo. En respuesta a la crisis pol¨ªtica que enfrenta su gobierno, en los ¨²ltimos d¨ªas el pa¨ªs ha visto un nuevo intento del preside...
El tono del presidente Petro en sus m¨¢s recientes discursos y entrevistas ha estado lejos del triunfalismo que en los primeros a?os de su mandato busc¨® proyectar. Con frecuencia, el presidente ha hablado ante la ciudadan¨ªa de su desconfianza frente a sus propios aliados, de su miedo constante a la traici¨®n y su infelicidad en el cargo. En respuesta a la crisis pol¨ªtica que enfrenta su gobierno, en los ¨²ltimos d¨ªas el pa¨ªs ha visto un nuevo intento del presidente de reorganizar su equipo de trabajo de cara al ¨²ltimo a?o de su periodo constitucional.
Petro ha culpado a sus ministros por el incumplimiento de sus promesas de campa?a, por no saber interpretar su visi¨®n sobre los distintos frentes y por sostener aspiraciones pol¨ªticas que pueden ir en contrav¨ªa con los intereses del Ejecutivo. Estos reclamos, sumados a las profundas tensiones entre las diferentes tendencias pol¨ªticas que conforman el gabinete, han llevado a que varios ministros protesten en p¨²blico y en privado por el rumbo que ha tomado la administraci¨®n. En cuesti¨®n de pocas semanas, el pa¨ªs ha sido testigo de peleas entre ministros, embajadores y altos funcionarios que mandan un mensaje de caos y de falta de coordinaci¨®n ante la ciudadan¨ªa.
Todo indica que la nueva apuesta del presidente Petro busca poner orden en medio de los enfrentamientos que el pa¨ªs entero vio en el Consejo de Ministros televisado y en las semanas que vinieron despu¨¦s. Su decisi¨®n, vista como la suma de los anuncios entregados el jueves pasado en el Teatro Col¨®n y otros que la prensa ha anticipado, es su reconocimiento de con qui¨¦nes est¨¢n sus apoyos, y revela que por m¨¢s que varios ministros rechazaran la llegada de Benedetti a un nuevo cargo del alto gobierno, el presidente ha depositado un creciente poder en ¨¦l. Pero tambi¨¦n con los nuevos movimientos en su equipo, el presidente ha buscado mostrarle a los sectores que lo han acompa?ado durante d¨¦cadas que los ha escuchado y que se pueden alcanzar acuerdos sobre los motivos de sus reclamos.
Nombramientos como el de Benedetti dejan mucho por desear y muestran el lado menos coherente del presidente con muchas de sus tesis de campa?a, pero tambi¨¦n evidencian su mirada m¨¢s pragm¨¢tica sobre c¨®mo debe hacerse la pol¨ªtica. La llegada del exsenador al m¨¢s pol¨ªtico de los ministerios tambi¨¦n debe entenderse como un ¨²ltimo intento de Petro de resolver de fondo las quejas que llevaron a la renuncia de varios de sus funcionarios m¨¢s cercanos. Desde el Ministerio del Interior, Petro tendr¨¢ a Benedetti manejando las relaciones pol¨ªticas y legislativas del gobierno en pleno a?o electoral, lo que sin duda resulta crucial para el presidente, pero sin tener roles de mando sobre el gabinete, en respuesta a la principal queja de los ministros que levantaron la voz contra su designaci¨®n.
El presidente Petro ha reconocido en sus discursos que los proyectos de su administraci¨®n pasan por una hora dif¨ªcil y es probable que entre m¨¢s se acerque el a?o electoral, los congresistas encuentren menos motivos para asumir los costos pol¨ªticos de aprobar reformas tan controvertidas como la de la salud. Ante un panorama as¨ª de complejo, es poco lo que un ministro del Interior puede hacer para cambiar la suerte de las reformas, y m¨¢s si se tiene en cuenta que Benedetti ser¨¢ el cuarto titular de esa cartera en menos de tres a?os. M¨¢s parece que su nombramiento, pocos meses antes de la temporada electoral, se da con la vista puesta en la organizaci¨®n del petrismo para las votaciones de 2026.
Otro ingrediente de la nueva apuesta de Petro ha sido el cambio de rol y de escenario de Laura Sarabia, luego de que algunos funcionarios reclamaran durante meses que desde su cargo dificultaba el acceso al presidente. Desde su nueva y compleja tarea como canciller, Sarabia tendr¨¢ que demostrar todas sus capacidades por su cuenta, desde contextos muy distintos al del Palacio de Nari?o, y dejar¨¢ de tener el mando que ejerci¨® sobre los ministros. Esto puede ser entendido como un triunfo para quienes se quejaron por su intermediaci¨®n en el acceso a la agenda presidencial.
Con Benedetti y Sarabia ocupando cargos del alto gobierno pero sin poder sobre los ministros, todo indica que los sectores de izquierda, que protagonizaron una visible rebeli¨®n dentro de la administraci¨®n Petro, se quedar¨¢n en el gabinete en esta recta final. As¨ª mismo, seg¨²n todos los pron¨®sticos, el cargo de la jefatura de despacho quedar¨¢ en manos de alg¨²n dirigente cercano a la izquierda y casi todos quedar¨¢n contentos con los cambios, con la excepci¨®n de la vicepresidenta Francia M¨¢rquez. La baja ejecuci¨®n en la cartera que lideraba y su distanciamiento con Petro ¨Cen p¨²blico y en privado¨C llev¨® a que el presidente la apartara del Ministerio de la Igualdad y dej¨® la relaci¨®n entre los dos en su punto de mayor tensi¨®n.
As¨ª como el pa¨ªs vio con sus ojos la crisis pol¨ªtica transmitida en directo desde el Consejo de Ministros y los bandos en los que distintos funcionarios se encontraban, ahora el presidente Petro busca recomponer su equipo y mantener cerca a sus aliados, sin tener que sacrificar la permanencia de ning¨²n sector a cambio de cumplir las expectativas de otros. Pero tambi¨¦n hay que recordar que antes del inicio de una temporada electoral, cualquier crisis debe leerse bajo la perspectiva de los c¨¢lculos pol¨ªticos. Para algunos miembros del gobierno nacional, la ruptura del gabinete lleg¨® en el mejor momento posible, pues se acercaba la fecha l¨ªmite para renunciar y poder aspirar sin inhabilidades a la Presidencia y al Congreso. Esa coyuntura les ha permitido desmarcarse de algunos integrantes del gobierno y buscar recuperar la simpat¨ªa de los sectores del centro que se han distanciado de la administraci¨®n.
Est¨¢ por verse si la reconfiguraci¨®n del alto gobierno ser¨¢ suficiente para detener las disputas p¨²blicas entre miembros de la presidencia Petro. Pocas cosas hacen tanto da?o a un gobierno y contribuyen tanto a la percepci¨®n de desorden y caos que el constante enfrentamiento entre miembros de un mismo equipo.