Mujeres y voto de Fico: las claves de la bajada de Rodolfo Hern¨¢ndez en las encuestas
El candidato pierde parte de la ventaja inicial por su falta de claridad ideol¨®gica en un pa¨ªs que sigue polarizado entre izquierda y derecha
El pase de Rodolfo Hern¨¢ndez a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia sorprendi¨® a un pa¨ªs acostumbrado ¨²ltimamente a la polarizaci¨®n de extremos ideol¨®gicos n¨ªtidos. Su rival, Gustavo Petro, encaja bien en este esquema. Pero no as¨ª Rodolfo, que en su discurso le sube el volumen a los mensajes contra la corrupci¨®n o la ¨¦lite establecida, y le baja el volumen a las cuestiones que habitualmente separan a izquierda y derecha. Muchos i...
El pase de Rodolfo Hern¨¢ndez a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia sorprendi¨® a un pa¨ªs acostumbrado ¨²ltimamente a la polarizaci¨®n de extremos ideol¨®gicos n¨ªtidos. Su rival, Gustavo Petro, encaja bien en este esquema. Pero no as¨ª Rodolfo, que en su discurso le sube el volumen a los mensajes contra la corrupci¨®n o la ¨¦lite establecida, y le baja el volumen a las cuestiones que habitualmente separan a izquierda y derecha. Muchos interpretaron esta victoria como un indicador de un cambio radical en el panorama pol¨ªtico colombiano, una superaci¨®n de la polarizaci¨®n tradicional y un giro hacia el cambio. Lo segundo parece fuera de toda duda en tanto que el voto anti-establecimiento sum¨® el 68% y coloc¨® a dos candidatos en segunda vuelta. Pero confundir esta demanda de cambio con el fin de la divisi¨®n izquierda-derecha, como pretende Rodolfo en la recta final de su campa?a, ser¨ªa un error que ya le est¨¢ costando votos, y podr¨ªa llegar a costarle perder una carrera en la que part¨ªa como favorito.
El primero de tres indicios en esa direcci¨®n est¨¢ en los propios resultados de la primera vuelta. El pasado 29 de mayo Hern¨¢ndez le sac¨® 4,3 puntos a ¡®Fico¡¯ Guti¨¦rrez, el candidato de la derecha tradicional. Algo menos de un mill¨®n de votos de diferencia. No es una brecha despreciable, pero tampoco es grande. De hecho, estos resultados admiten la interpretaci¨®n (incluso m¨¢s ajustada a la realidad) de que el voto ajeno a Petro est¨¢ dividido en dos mitades casi iguales. Ciertamente, las elecciones de varias vueltas (el sistema ¡°first pass the post¡±, o ¡°el primero es el que pasa¡±) incentivan las interpretaciones absolutistas: quien no gana (o, en este caso, gana y queda segundo), no importa. Pero la verdad es que un cuarto de los votantes se fueron por la opci¨®n tradicionalista.
Y, de hecho, las cuentas de Hern¨¢ndez para ganar la presidencia pasan s¨ª o s¨ª por absorber a estos votantes. En un pa¨ªs con niveles de abstenci¨®n que normalmente rondan el 50%, y con una participaci¨®n inusualmente elevada en primera vuelta (r¨¦cord desde 1974), parece poco realista sumar demasiado de los que no acudieron a las urnas. Las cuentas que favorecieron la impresi¨®n de que Hern¨¢ndez part¨ªa con ventaja ven¨ªan sobre todo de la pura suma de sus votos y los de ¡®Fico¡¯ en primera: 6+5 = once millones, muy por encima de los 8,5 que obtuvo Petro. Ni siquiera en el improbable caso de que todos los del derrotado Sergio Fajardo recalaran en la izquierda se llegar¨ªa m¨¢s all¨¢ de 9,3.
Pero, y este el segundo de los tres indicios, para hacer esta suma Hern¨¢ndez deber¨ªa asumir su posici¨®n dentro de la estructura de competici¨®n ideol¨®gica y territorial, m¨¢s que considerar que viene a darle la vuelta de arriba a abajo. En el an¨¢lisis de los patrones de votaci¨®n de primera vuelta hay se?ales muy fuertes de que el exalcalde de Bucaramanga tuvo dos fuentes de voto sobre todas las dem¨¢s: apoyo en zonas que fueron de la derecha tradicional en las votaciones de 2014 (el derrotado ?scar Iv¨¢n Zuluaga), 2016 (el ¡°no¡± en el plebiscito sobre los acuerdos de paz) y 2018 (la suma de Duque y Vargas Lleras). La relaci¨®n con 2018 fue especialmente fuerte.
La otra gran fuente fue su regi¨®n natal, el centro y oriente del pa¨ªs, de voto m¨¢s bien alejado a la izquierda, lo que vino a reforzar el esquema anterior. Petro, mientras tanto, sigui¨® creciendo en zonas donde ya hab¨ªa vencido en 2018: Caribe y Pac¨ªfico, grandes n¨²cleos urbanos. Rodolfo, pues, no le dio la vuelta al mapa electoral colombiano, sino que absorbi¨® una parte del mismo, dejando la otra mucho menos afectada. Y, sin embargo, poco ha hecho durante la ¨²ltima semana y media por acercarse a las figuras de la derecha tradicional. Algunas de ellas, como el derrotado (pero, recordemos, solo por 4 puntos) ¡®Fico¡¯, se lo han echado en cara. Antes al contrario, ha tratado de reforzar su imagen de independiente completo, confiando toda su apuesta al eje del cambio y a la superaci¨®n del tradicional izquierda-derecha.
Por ahora, y este es el tercer y definitivo indicio, las encuestas no le est¨¢n dando la raz¨®n. Las ¨²nicas dos casas que nos ofrecen serie de datos apuntan en la misma direcci¨®n: a Hern¨¢ndez le est¨¢n bajando los apoyos.
Un an¨¢lisis pormenorizado de la informaci¨®n acumulada por el tracker diario de la firma GAD3 ayuda a entender d¨®nde pierde m¨¢s. Ciertamente, no es posible tomar estos estimados como muy precisos dado que el margen de error se incrementa al considerar solo partes de una muestra (las que representan a cada subgrupo) en lugar de su totalidad, pero la consistencia en los datos sirve para al menos hacerse una idea.
Quiz¨¢s los focos de ca¨ªda m¨¢s preocupantes para Hern¨¢ndez son las mujeres y el ex-votae de Federico Guti¨¦rrez. Que est¨¦ descendiendo el apego de la gente que ya le escogi¨® en primera vuelta es tambi¨¦n preocupante por sorprendente, dado que es algo que no suele suceder de manera significativa porque para cualquier persona es cognitivamente muy costoso reconsiderar una decisi¨®n tan importante como el voto en apenas tres semanas de margen. Pero el grueso de sus ca¨ªdas est¨¢n en otros lados. Entre las mujeres, que al fin y al cabo representan a la mitad del electorado, se deja nueve puntos. Y solo logra mantener a 4 de cada 5 de los que escogieron derecha tradicional en primera vuelta. Eso ser¨ªan unos cuatro millones, que sumados a los cinco y medio propios que parece mantener, le dejan en 9,5. A poco que pierda un poco m¨¢s, o que Petro logre a?adir m¨¢s de un mill¨®n a su propia coalici¨®n, su condici¨®n de favorito estar¨ªa en peligro.
Ciertamente, las encuestas apenas ofrecen una foto de la situaci¨®n actual de una carrera que ya demostr¨® lo vol¨¢til que puede ser: antes del 29 de mayo solo los sondeos realizados en la ¨²ltima semana fueron capaces de anticipar la victoria de Hern¨¢ndez. Pero esa foto no es la esperada en un inicio, dejando la competici¨®n en un empate t¨¦cnico gracias, especialmente, a la enorme cantidad de indecisos que hay. Una cifra que probablemente ha aumentado: en este tiempo, los votos intencionales a Hern¨¢ndez han bajado m¨¢s de los que han subido los de Petro, y los indicadores de voto en blanco se mantienen muy elevados en casi todas las encuestas publicadas hasta ahora (media; 6,8%). Los indicios aqu¨ª mostrados sugieren que ese empate, moment¨¢neo o no, obedece a que Hern¨¢ndez sangra apoyos por el lado que a ¨¦l menos le ha interesado en su carrera, pero que seguir¨ªa guardando su peso inesquivable en el panorama colombiano: el de la pol¨ªtica y la ideolog¨ªa tradicional.