Rodolfo Hern¨¢ndez, el espejo de Trump en Colombia
El millonario empresario inmobiliario, populista y malhablado, piensa en Colombia como un proyecto de construcci¨®n
Para Rodolfo Hern¨¢ndez, Colombia es como un proyecto inmobiliario. Un pa¨ªs que es preciso derribar y volver a construir desde los cimientos, pero a su estilo, que sigue siendo una inc¨®gnita. Si alguien entrara en su p¨¢gina web sin saber que es candidato a la presidencia de Colombia, pensar¨ªa que es la de un constructor que ofrece sus proyectos de vivienda, con visualizaci¨®n en 360 grados; ver¨ªa tambi¨¦n los planos de una ¡°ciudad¡± para que vivan los presos, en medio del campo, y un render de un complejo multifuncional de 5.000 metros cuadrados donde reunir¨ªa bibliotecas, servicios m¨¦dicos y un sal¨®n social.
El hombre de 77 a?os, que llega a la primera vuelta con opciones de convertirse en el adversario de Gustavo Petro por la presidencia de Colombia, era hasta hace unos meses un desconocido para la mayor parte del pa¨ªs. Es en esencia un empresario inmobiliario, un millonario que ama la controversia, que ha logrado escalar en las encuestas en la recta final de la campa?a con un discurso populista. Un espejo del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, en Colombia, aunque hay quienes le ven tambi¨¦n como una versi¨®n mayor de Nayib Bukele, el presidente de El Salvador.
El ingeniero, como le gusta que lo llamen, se presenta como un outsider de la pol¨ªtica, pero fue alcalde de Bucaramanga, una ciudad ubicada en el oriente de Colombia, donde est¨¢n acostumbrados a sus declaraciones desparpajadas e irreverentes. Gan¨® la Alcald¨ªa por sorpresa, incluso para ¨¦l mismo, que ni siquiera estaba en la ciudad el d¨ªa de las elecciones para seguir los resultados. En Bucaramanga lo recuerdan especialmente por un golpe que le propin¨® a un concejal de la oposici¨®n, una agresi¨®n por la que tiene un proceso abierto.
Para el resto de Colombia es una sorpresa y un misterio, pero ha ganado en intenci¨®n de voto en medio de un hartazgo generalizado con la pol¨ªtica tradicional. ?Por qu¨¦ un hombre que dijo admirar a ¡°un pensador alem¨¢n, Adolfo Hitler¡± (ahora dice que fue un lapsus) se posiciona como una opci¨®n a la presidencia? Las declaraciones de Hern¨¢ndez sobre las mujeres venezolanas, a quienes ha llamado ¡°fabrica de chinos (hijos)¡±, o la generalizaci¨®n de que las mujeres de un pueblo eran prostitutas han causado estupor, pero tambi¨¦n ¨¦xito entre ciudadanos que piensan como ¨¦l.
En Bucaramanga tiene su nicho de seguidores. All¨ª recuerdan que redujo el d¨¦ficit de la Alcald¨ªa a cero y que, cuando alguien entraba a su despacho de alcalde a proponerle un gasto, siempre le planteaba tres preguntas. ?Si fuera con su dinero har¨ªa el gasto? ?Pagar¨ªa ese precio? ?Qu¨¦ ganan los pobres con esta inversi¨®n?
Hern¨¢ndez ha cimentado su campa?a en las redes sociales donde muestra su furia contra la corrupci¨®n. ¡°Vamos a sacar a los ladrones del Gobierno¡±, promete mientras viaja en un avi¨®n comercial seguido de los aplausos de los pasajeros. Reh¨²ye los debates porque hace los suyos propios en Instagram y participa en bulliciosas caravanas de coches, motos y con personas vestidas con la camiseta de la selecci¨®n colombiana que soplan vuvuzelas. Gente que disfruta haciendo ruido contra los corruptos y que han encontrado en ¡°el viejito¡±, como lo llaman, un veh¨ªculo para manifestar su hartazgo.
Pero ese discurso anticorrupci¨®n tiene un punto negro. Su alcald¨ªa estuvo salpicada por una investigaci¨®n por presuntas irregularidades en la contrataci¨®n del servicio de basuras a trav¨¦s de la empresa Vitalogic, en la que su hijo trabajaba como lobista y cobraba una comisi¨®n de millones de d¨®lares que qued¨® consignada en una notaria. Hern¨¢ndez fue acusado de inter¨¦s indebido en la celebraci¨®n de contratos, pero no acept¨® los cargos. El juicio est¨¢ previsto para el pr¨®ximo julio.
Los votantes de Hern¨¢ndez
Sus propuestas de gobierno van desde garantizar ¡°que todos los colombianos vayan una vez al a?o al mar¡±, eliminar siete embajadas, hacer grandes recortes presupuestarios, suspender el uso de aviones y helic¨®pteros presidenciales o donar todo el dinero que reciba como salario, hasta decretar durante 90 d¨ªas el estado de Conmoci¨®n Interior para atacar la corrupci¨®n, lo que le dar¨ªa una ventana de decisi¨®n sin pasar por el Congreso. Tambi¨¦n promete crear una Ciudad Justicia, en medio del Vichada, un departamento al sur del pa¨ªs, donde llevar¨ªa a los presos para que hagan labores agropecuarias y les pondr¨ªa pulseras controladas por sat¨¦lite.
Mientras Petro, el favorito en las encuestas, ha tenido que explicar sus ideas y hacerlas m¨¢s complejas para ahuyentar el miedo que causa en el establishment la llegada al poder de la izquierda por primera vez, Rodolfo Hern¨¢ndez ha podido construir met¨¢foras sencillas que hablan de forma directa, y sin intermediarios, al coraz¨®n de una clase baja y media, empobrecida despu¨¦s de la pandemia. ¡°Esc¨²chenme colombianos: ya estamos haciendo la vivienda modelo en Piedecuesta. No se preocupen por cu¨¢nto vale, calculamos que tengan que pagar 250.000 pesos mensuales con el 1% de tasa de inter¨¦s¡±, dijo a trav¨¦s de sus redes. ¡°Es un regalo tener una vivienda¡±, insiste, y les recuerda que tendr¨¢n espacio ¡°para meter la moto y para sacar una mecedora y disfrutar de una charla familiar¡±.
Los votantes de Hern¨¢ndez son personas que han so?ado toda su vida con una casa propia, con conocer el mar, que no suelen militar en partidos, que se expresan en su d¨ªa a d¨ªa tal y como lo hace el ingeniero. ?l les habla tambi¨¦n de la adicci¨®n a las drogas y no de grandes propuestas para detener el narcotr¨¢fico. ¡°Hay que matar la demanda. Si seguimos dando plomo y gastando plata en glifosato son millones y millones de pesos que vamos a perder, m¨¢s las muertes, y la guerra de la droga seguir¨¢¡±. Para eso utiliza TikTok, memes y m¨²sica. Su campa?a tiene corridos rancheros, reguet¨®n y guarachas.
Hern¨¢ndez tambi¨¦n conecta con ciudadanos que han sufrido violencia durante el conflicto. Su padre fue secuestrado por la guerrilla y liberado a cambio de un rescate econ¨®mico y, una d¨¦cada despu¨¦s, el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN) hizo lo mismo con su hija Juliana, que a¨²n hoy sigue desaparecida. Durante esta campa?a ha exteriorizado su dolor de padre.
Su plan de gobierno es extenso y una mezcla de propuestas con la mirada de un empresario que se enfoca en el ahorro y concibe que las finanzas del pa¨ªs funcionan como las de una compa?¨ªa. Muchas de las propuestas sobre el papel distan de sus pol¨¦micas declaraciones en redes o, directamente, se contradicen. Y aunque hay algunas que suenan realizables, como condonar cr¨¦ditos de estudios a los m¨¢s pobres, crear un instituto anticorrupci¨®n o promover la industria de medicamentos local, nunca explica de d¨®nde saldr¨ªa el dinero para implementarlas.
Como con Trump, todo en Hern¨¢ndez es impredecible. En 2015, la noche en que se conoc¨ªan los resultados a la Alcald¨ªa de Bucaramanga, ¨¦l estaba tomando un avi¨®n hacia Nueva York para hacerse unos ex¨¢menes m¨¦dicos. No cre¨ªa que pudiera ganar. Esta vez s¨ª est¨¢ convencido de que superar¨¢ a Federico Guti¨¦rrez y que entrar¨¢ en la batalla con Gustavo Petro. El domingo por la noche seguir¨¢ los resultados desde su fuerte en Bucaramanga.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.