La lucha contra el cambio clim¨¢tico tambi¨¦n es financiera
Uno de los mayores desaf¨ªos para la econom¨ªa global y la estabilidad financiera es la crisis clim¨¢tica. En esa lucha, el sistema financiero y los agentes econ¨®micos juegan un rol crucial
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Transicionar a una econom¨ªa neutra en carbono, necesaria para responder a la crisis clim¨¢tica, tiene dos grandes retos. Por un lado, la necesidad de acceso a financiamiento para la transici¨®n por parte de las econom¨ªas en desarrollo; un tema que se ha debatido -sin el ¨¦xito deseado- por varios a?os en Naciones Unidas. Y por otro lado, el desaf¨ªo de desacoplar el crecimiento y los modelos econ¨®micos de las inversiones intensivas en emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de los negocios que generan degradaci¨®n de ecosistemas y p¨¦rdida de biodiversidad. En palabras m¨¢s sencillas, se trata de financiar iniciativas o portafolios verdes al tiempo que se integra la sostenibilidad en el mundo financiero priorizando los flujos financieros consistentes con las metas clim¨¢ticas, algo as¨ª como ¡®enverdecer las finanzas¡¯.
A pesar de que han pasado ocho a?os desde la adopci¨®n del Acuerdo de Par¨ªs, el financiamiento que apoya estas transformaciones est¨¢ sujeto a numerosas limitaciones. Por ejemplo, a nivel global los flujos financieros invertidos en acciones para combatir el cambio clim¨¢tico fueron de solo 803.000 millones de d¨®lares en 2020, mientras que las inversiones y los subsidios a combustibles f¨®siles sumaron 1.342.000 millones de d¨®lares. Es decir, el tama?o de los flujos dirigidos a la acci¨®n clim¨¢tica palidece frente a la persistencia de inversiones que est¨¢n minando los esfuerzos para detener el calentamiento global. Adem¨¢s, casi un 90% de los flujos clim¨¢ticos est¨¢n concentrados en regiones como el sudeste asi¨¢tico, EE UU, Canad¨¢ o Europa, y no en las regiones del mundo en desarrollo en las que se deber¨ªan invertir billones de d¨®lares para asegurar la transici¨®n.
Solo hasta hace aproximadamente cinco a?os se empez¨® a incorporar el impacto que tienen las decisiones de las instituciones privadas, los agentes econ¨®micos y, particularmente, los gestores de capital e inversionistas institucionales (como fondos de pensi¨®n y aseguradoras) en las transiciones clim¨¢ticas. En 2015, el Consejo de Estabilidad Financiera (FSB por sus siglas en ingl¨¦s) del G-20 consolid¨® el Grupo de trabajo sobre divulgaci¨®n de informaci¨®n financiera relacionada con el clima (TCFD por sus siglas en ingl¨¦s). En este espacio, en 2017, se cre¨® un marco de divulgaci¨®n de informaci¨®n financiera relacionada con el clima que contiene recomendaciones para que las empresas eval¨²en y gestionen los riesgos financieros derivados del cambio clim¨¢tico, permitiendo as¨ª una colocaci¨®n de capital m¨¢s efectiva y coherente con las metas internacionales.
Aunque las soluciones no son ¨²nicas ni est¨¢n escritas en piedra, el reconocimiento por parte de las compa?¨ªas, entidades y organizaciones del sector financiero sobre los impactos que el cambio clim¨¢tico puede tener en su negocio es un gran punto de partida. Comprender la relevancia de esta informaci¨®n es fundamental para garantizar la resiliencia de los modelos de negocio y permitir la toma de decisiones en el corto, mediano y largo plazo que aseguren la sostenibilidad en la generaci¨®n de resultados y el uso eficiente del capital.
En la regi¨®n hay pocas cifras que den cuenta de c¨®mo el sector financiero est¨¢ respondiendo a la necesidad de transitar a una econom¨ªa neutra en carbono. Un estudio de 2020 liderado por el Banco de Desarrollo de Am¨¦rica Latina -CAF- y otras organizaciones revel¨® que solo el 38% de 78 entidades financieras encuestadas en la regi¨®n incorpora lineamientos asociados al cambio clim¨¢tico en sus estrategias. A pesar de la existencia de un marco de recomendaciones para la divulgaci¨®n de informaci¨®n financiera, todav¨ªa existen vac¨ªos estrat¨¦gicos importantes, especialmente en la comprensi¨®n e integraci¨®n de las emisiones de gases de efecto invernadero y de los escenarios de cambio clim¨¢tico en la planificaci¨®n a largo plazo de este tipo de entidades.
De acuerdo a los resultados del ranking de la Iniciativa de Divulgaci¨®n de Activos Clim¨¢ticos de Am¨¦rica Latina (Lacadi), solamente un 30% de los inversionistas consultados en M¨¦xico y Per¨² cuentan con un esquema de Gobierno corporativo que incorpore la informaci¨®n financiera relacionada con el clima en la toma decisiones a nivel de sus ¨®rganos superiores, como directorios y consejos de administraci¨®n. Adem¨¢s, la evaluaci¨®n de la resiliencia de las estrategias de negocio a partir del uso de escenarios de cambio clim¨¢tico es una de las brechas m¨¢s relevantes en los inversionistas institucionales consultados, ya que menos del 35% de ellos han empezado a incorporar este an¨¢lisis para tomar decisiones que incorporen los potenciales impactos del cambio clim¨¢tico en sus negocios y planeaci¨®n estrat¨¦gica a corto, mediano y largo plazo.
A pesar de estos desaf¨ªos, Am¨¦rica Latina ha demostrado su potencial como regi¨®n para enfocarse en las soluciones al cambio clim¨¢tico como un eje de desarrollo sostenible. Si bien hace falta cerrar brechas e identificar plenamente oportunidades de inversi¨®n, es esperanzador que un grupo de m¨¢s de 60 inversionistas institucionales de esta regi¨®n est¨¦ trabajando en distintas iniciativas para avanzar en la identificaci¨®n de riesgos clim¨¢ticos para sus negocios, su gesti¨®n comercial y por supuesto, en sus compromisos de divulgaci¨®n.
Un caso es el de los fondos de pensiones y aseguradoras de Colombia, M¨¦xico y Per¨² que, a trav¨¦s de las iniciativas Lacadi y Ccadi (Iniciativa de Divulgaci¨®n de Activos Clim¨¢ticos de Colombia), en alianza con otras instituciones, consultoras y organizaciones no gubernamentales de la regi¨®n, han fortalecido sus capacidades para cerrar brechas en la divulgaci¨®n de informaci¨®n financiera relacionada con el clima y as¨ª gestionar adecuadamente los riesgos y oportunidades derivados del cambio clim¨¢tico.
Este caso demuestra que Latinoam¨¦rica ya tiene la capacidad para implementar no s¨®lo marcos como el propuesto por TCFD, sino tambi¨¦n nuevos est¨¢ndares asociados con el clima como el Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad (ISSB por sus siglas en ingl¨¦s) de la Fundaci¨®n de Normas Internacionales de Informaci¨®n Financiera (IFRS por sus siglas en ingl¨¦s). Este fue lanzado recientemente como gu¨ªa internacional para alinear todos los esfuerzos en este campo.
Junto con la implementaci¨®n de estas gu¨ªas, contar con regulaci¨®n sobre el tema en cada pa¨ªs es un indicador de congruencia que va en direcci¨®n del cumplimiento de los compromisos internacionales. Seg¨²n el mapa de avances de Am¨¦rica Latina y el Caribe en Finanzas Sostenibles realizado en 2019 por la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP FI), doce pa¨ªses cuentan con iniciativas p¨²blico-privadas, principalmente en el sector bancario y de seguros, que le apuestan al financiamiento clim¨¢tico. Brasil, Colombia y M¨¦xico encabezan la lista. En Per¨² y M¨¦xico se ha trabajado con los reguladores y ministerios relacionados para que esta transici¨®n a implementar los nuevos est¨¢ndares est¨¦ alineada con las capacidades reales de los inversionistas y sea una oportunidad de cambio positivo hacia el desarrollo de econom¨ªas bajas en carbono.
Estos esfuerzos muestran c¨®mo la econom¨ªa real puede avanzar hacia la implementaci¨®n de la meta de financiamiento de largo plazo del Acuerdo de Par¨ªs, que en esencia marca el norte para alinear los flujos financieros de la econom¨ªa con un desarrollo bajo en carbono y para que los recursos financieros globales, p¨²blicos, privados, nacionales e internacionales, e incluso los individuales, sean coherentes con un sistema neutro en emisiones de carbono y resiliente al clima.
Es imperativo que los portafolios de inversi¨®n y los sistemas de planeaci¨®n estrat¨¦gica de todos los actores del sector financiero aborden de manera sist¨¦mica los desaf¨ªos que a?o a a?o pone sobre la mesa el cambio clim¨¢tico, y apoyen su propio reverdecimiento garantizando su sostenibilidad a futuro y la de los ahorros e inversiones que custodian, mientras contribuyen a los esfuerzos globales en esta materia.