Ante la crisis clim¨¢tica, la cohesi¨®n del agro de las Am¨¦ricas

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La magnitud del impacto del cambio clim¨¢tico sobre la producci¨®n y el comercio de bienes de origen agr¨ªcola exige actuar con un sentido de responsabilidad y urgencia. Enfrentamos tambi¨¦n un contexto marcado por cambios dr¨¢sticos en la globalizaci¨®n y escepticismo en torno al multilateralismo, en el que desaf¨ªos ambientales pueden convertirse en una nueva generaci¨®n de barreras al comercio.

Por eso, la gravedad del momento exige respuestas certeras y una articulaci¨®n decidida e inteligente para enfrentar acciones unilaterales que pueden significar nuevos obst¨¢culos a nuestros productores agropecuarios, en especial los m¨¢s peque?os.

El continente americano responde por 31% de las exportaciones alimentarias mundiales. Es por tanto el garante de la seguridad alimentaria global. A la fuerza de sus modelos productivos debe agregarse la enorme dotaci¨®n de recursos naturales que tenemos que preservar.

Esa riqueza conlleva la responsabilidad de ser custodios de la sostenibilidad ambiental global: 16% de las tierras arables del mundo, 50% de la biodiversidad, 23% de la superficie boscosa y 30% del agua dulce est¨¢n en Am¨¦rica Latina y el Caribe.

Sobre la contundencia de estos datos, es preciso exhibir de modo positivo las exitosas experiencias y los variados esfuerzos de nuestros pa¨ªses hacia una agricultura sustentable, productiva e inclusiva, con fuerte interrelaci¨®n con la ciencia, la tecnolog¨ªa y la innovaci¨®n, todos requisitos indispensables para combatir el cambio clim¨¢tico, contribuir al desarrollo sostenible, llevar prosperidad a nuestra ruralidad y luchar de forma eficaz contra la pobreza.

Con toda esa impronta, el agro de las Am¨¦ricas dio en la reciente COP28, la cumbre ambiental que finaliz¨® en los Emiratos ?rabes Unidos, una demostraci¨®n de su rol irreemplazable para fortalecer la respuesta global a la amenaza del cambio clim¨¢tico y contribuir al mismo tiempo al desarrollo y a los esfuerzos para erradicar el hambre.

Esta es una hoja de ruta que tendr¨¢ como nuevos hitos las COP29 y COP30 -est¨¢ ¨²ltima la cumbre clim¨¢tica de la Amazonia y de Am¨¦rica Latina y el Caribe, por realizarse en Brasil- y requerir¨¢ nuevos acuerdos multilaterales, fortalecer los cambios que ya implementa el sector privado y el establecimiento de pol¨ªticas p¨²blicas de largo plazo.

Mientras tanto, en Dub¨¢i, la ciudad emirat¨ª que alberg¨® el encuentro organizado por la ONU, ministros y altos funcionarios de Agricultura de los pa¨ªses americanos, productores grandes, peque?os y medianos, l¨ªderes de la industria agroalimentaria y expertos del sector acad¨¦mico hicieron o¨ªr su voz con el prop¨®sito de influenciar las decisiones sobre el futuro de los modos de producci¨®n y consumo, y para que el sector agropecuario nunca m¨¢s est¨¦ ausente en estas discusiones.

Existe un consenso que debemos celebrar y convertir en acci¨®n: la necesidad de poner fin a la era de las energ¨ªas f¨®siles y profundizar en un camino que nos lleve al uso masivo de energ¨ªas renovables, para ingresar en el tiempo de la econom¨ªa circular y la bioeconom¨ªa.

En las m¨¢s de 60 conferencias realizadas en la Casa de la Agricultura Sostenible de las Am¨¦ricas, el pabell¨®n que el Instituto Interamericano de Cooperaci¨®n para la Agricultura (IICA) instal¨® en la Expo City de Dub¨¢i junto a sus 34 Estados Miembros y aliados del sector privado, productores agropecuarios del continente mostraron su progreso en la reducci¨®n de emisiones de gases de efecto invernadero y, al mismo tiempo, evidenciaron que el sector es el ¨²nico que puede secuestrar carbono a trav¨¦s de pr¨¢cticas de agricultura regenerativa, que incluyen la conservaci¨®n de la salud de los suelos, el buen manejo del agua y el cuidado de la biodiversidad.

Tambi¨¦n cumplimos el objetivo de que en los documentos oficiales de la COP se reconozca que los sistemas agroalimentarios de las Am¨¦ricas resultan particularmente vulnerables al impacto del cambio clim¨¢tico. Se demostr¨® tambi¨¦n el fuerte compromiso con los esfuerzos de mitigaci¨®n y adaptaci¨®n y que, en base al esfuerzo de los productores y al aporte de la investigaci¨®n y a las nuevas tecnolog¨ªas, avanzamos para producir m¨¢s alimentos con menor utilizaci¨®n de recursos naturales. Qued¨® claro, en s¨ªntesis, que los sistemas agroalimentarios del continente no son fallidos, como sostiene cierta narrativa, aunque por supuesto que pueden ser mejorados.

M¨¢s de 15 ministros y viceministros de Agricultura estuvieron presentes en ese escenario, mostrando que el sector agropecuario de las Am¨¦ricas est¨¢ maduro para hacer aportes sustantivos a la descarbonizaci¨®n y para profundizar su capacidad de secuestrar carbono.

Los ministros destacaron que los pa¨ªses del continente americano deben constituirse en l¨ªderes mundiales de la innovaci¨®n en la producci¨®n agroalimentaria para favorecer el rol del sector como parte de la soluci¨®n al cambio clim¨¢tico.

Y advirtieron, simult¨¢neamente, que resulta imprescindible garantizar el acceso m¨¢s ¨¢gil y r¨¢pido a los fondos para el financiamiento clim¨¢tico para que el sector pueda hacer una contribuci¨®n aun mayor a la soluci¨®n de la crisis ambiental.

Como plante¨® tambi¨¦n Rattan Lal, Premio Mundial de la Alimentaci¨®n 2020, Embajador de Buena Voluntad del IICA y considerado la m¨¢xima autoridad en ciencias del suelo, la agricultura puede trazarse el objetivo no solamente de ser carbono neutral, sino de tener un balance negativo de gases de efecto invernadero que contribuya significativamente a los esfuerzos globales de mitigaci¨®n del calentamiento global.

As¨ª, el sector agropecuario mostr¨® cohesi¨®n en defensa de intereses comunes y compromiso con la agenda global de mitigaci¨®n y adaptaci¨®n al cambio clim¨¢tico. Y dej¨® en claro al mundo que juega un rol estrat¨¦gico en la seguridad alimentaria y la sostenibilidad ambiental, dada la magnitud y diversidad de sus recursos naturales.