Dejar atr¨¢s los combustibles f¨®siles y adaptarse sin plata: los retos de Am¨¦rica Latina tras la COP28

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Para este punto es probable que ya haya le¨ªdo varios textos analizando si la cumbre del clima COP28, celebrada en Dub¨¢i y concluida el 13 de diciembre, logr¨® un acuerdo hist¨®rico o no. Y es que frente al enorme reto que implica enfrentar el cambio clim¨¢tico, es posible que cada una de las decisiones que salgan de las Naciones Unides tengan un tinte amargo. A la final, en estas cumbres, los pa¨ªses negocian: se conforman, ganan o pierden. Una sola cumbre, tambi¨¦n vale la pena decir, no es suficiente para pactarlo todo.

Frente a lo acordado en Dub¨¢i, estos son algunos retos y deudas que dej¨® la COP28 para Am¨¦rica Latina:

El reto: dejar atr¨¢s los combustibles f¨®siles

La COP28 fue una cumbre sobre combustibles f¨®siles. No solo porque se hizo en un pa¨ªs petrolero o porque su presidente, el sult¨¢n Al Jaber, es director de la petrolera estatal, sino porque desde el principio hubo mucha presi¨®n para que la decisi¨®n final apuntara expl¨ªcitamente a la salida de los combustibles f¨®siles (es decir, el petr¨®leo, el carb¨®n y el gas). El apellido que deb¨ªa acompa?ar esta menci¨®n ¨C eliminarlos o reducirlos gradualmente ¨C fue considerado el punto ¨¢lgido de el debate. Y aunque en el documento final no se us¨® ninguno de los dos anteriores, sino que se eligi¨® utilizar t¨¦rminos como ¡°transitar para dejar atr¨¢s los combustibles f¨®siles en los sistemas energ¨¦ticos¡±, lo cierto es que s¨ª se trata de una se?al para Am¨¦rica Latina.

Ante esto, la regi¨®n tiene algunas ventajas. Una clave, por ejemplo, es que los combustibles f¨®siles solo representan el 66% de los sistemas energ¨¦ticos, una cifra por debajo del 80% de lo que significan para el promedio mundial, seg¨²n el informe Latin America Energy Outlook 2023 de la Agencia Internacional de Energ¨ªa (AIE). Pero as¨ª no sea gran consumidor, Am¨¦rica Latina s¨ª depende econ¨®micamente de este sector. El mismo informe se?ala que en la regi¨®n la producci¨®n de petr¨®leo y gas aument¨® un 5% en 2022, y pa¨ªses como Colombia siguen apareciendo en el mapa como el quinto exportador de carb¨®n en el mundo.

Adem¨¢s, la intenci¨®n, hasta el momento, sigue siendo impulsar estos sectores. M¨¦xico y Brasil, por ejemplo, les han puesto nuevos motores a sus empresas petroleras, Pemex y Petrobras, respectivamente. El ¨²ltimo incluso planea aumentar la producci¨®n de petr¨®leo y gas en un 124% para 2032, y a trav¨¦s de su Ministerio de Minas y Energ¨ªa, ha anunciado que busca transformar a Brasil en el cuatro productor mundial de este combustible f¨®sil.

Y aunque pa¨ªses como Colombia, en su discurso, han hablado de decirle adi¨®s al petr¨®leo, gas y carb¨®n, uni¨¦ndose durante la COP28 al llamado de no proliferaci¨®n de combustibles f¨®siles, a¨²n hay se?ales confusas. ¡°En la p¨¢gina de inscripci¨®n de proyectos energ¨¦ticos del pa¨ªs, hay tres proyectos termoel¨¦ctricos de gas vigentes, cuya fecha de operaci¨®n entrar¨ªa a ser entre 2025-2026¡å, anota Jos¨¦ Antonio Vega, del Instituto de Medio Ambiente de Estocolmo (SEI) y coautor del informe sobre la brecha de la producci¨®n de los combustibles f¨®siles.

De hecho, que Colombia y Brasil hablen a¨²n de impulsar el gas abre una nueva pregunta sobre si existi¨® una especie de ¡°trampa¡± frente a lo acordado en la COP28, ya que la decisi¨®n final tambi¨¦n reconoce el papel ¡°de los combustibles de transici¨®n¡±. Se trata, como lo se?al¨® Mar¨ªa Laura Rojas, directora ejecutiva de Transforma, en un panel que se hizo tras la COP28, ¡°de una menci¨®n al gas sin decirlo¡±. Y eso, a su juicio, les quita ambici¨®n a las decisiones. Es m¨¢s, un d¨ªa despu¨¦s de unirse al llamado de no proliferaci¨®n de combustibles f¨®siles, el Gobierno de Gustavo Petro anunci¨® que Ecopetrol, la empresa estatal petrolera, impulsar¨ªa el gas como energ¨ªa clave para la transici¨®n del pa¨ªs.

La oportunidad: triplicar energ¨ªas renovables a 2030

Uno de los acuerdos m¨¢s aplaudidos y menos tormentosos de la COP28 fue el de triplicar las energ¨ªas renovables de 2030: una decisi¨®n en la que, de nuevo, Am¨¦rica Latina parte con varias ventajas. Seg¨²n el informe de la AIE, con las pol¨ªticas actuales, las renovables pasar¨¢n a representar el 66% de la matriz energ¨¦tica en 2030 y hasta 80% para 2050. Pero si se cumple con las promesas clim¨¢ticas anunciadas por los pa¨ªses, el aumento ser¨ªa de 70% para 2030 y 90% para 2050.

Otros informes, como el publicado este a?o por Global Energy Monitor (GEM), han indicado que, si se suman los proyectos que ya han sido anunciados por las empresas, los que est¨¢n en etapa previa a la construcci¨®n o efectivamente est¨¢n siendo construidos, la capacidad e¨®lica y solar a gran escala de la regi¨®n aumentar¨¢ en m¨¢s del 460% para 2030. ¡°La regi¨®n es la segunda, a nivel global, con m¨¢s gigavatios renovables anunciados solo por debajo de China¡±, es el panorama que describe Gregor Clark, gerente de Proyectos del Portal de Energ¨ªa de Am¨¦rica Latina de GEM.

Pero hay otra ventaja que tiene la regi¨®n: esconde varios minerales que se necesitan para generar las energ¨ªas renovables. Vega tiene en mente algunas cifras para ejemplificarlo. ¡°M¨¦xico, Chile y Per¨² producen el 40% del cobre, mientras que Chile genera el 25% de litio, seguido de Argentina (6%) y Brasil (1,5%)¡±. Sobre el n¨ªquel, asegura, un cuarto de las reservas est¨¢ en Am¨¦rica Latina y el Caribe. De hecho, el informe de la AIE tambi¨¦n dice que, en la ¨²ltima d¨¦cada, a Latinoam¨¦rica y el Caribe han ingresado m¨¢s de 75.000 millones de d¨®lares al a?o por la exportaci¨®n de minerales cr¨ªticos como los mencionados anteriormente. Solo el cobre representa el 70% de estas exportaciones.

¡°Es importante conectar la industria de las energ¨ªas renovables con la de minerales cr¨ªticos, pues no est¨¢n exentas de corrupci¨®n. Se necesitan altos est¨¢ndares ambientales y sociales que no se pueden pasar por alto en el af¨¢n de que la transici¨®n energ¨¦tica sea m¨¢s r¨¢pida¡±, a?ade Vega.

Aqu¨ª es cuando el panorama se vuelve m¨¢s complejo para Am¨¦rica Latina. Grandes proyectos de energ¨ªa solar y e¨®lica en la regi¨®n han tra¨ªdo conflictos por falta de participaci¨®n con las comunidades. Por ejemplo, en La Guajira, en Colombia, donde est¨¢ proyectado que se realicen 31 proyectos e¨®licos que, juntos, suman 5 gigavatios, se han elevado denuncias por desplazamientos de las comunidades ind¨ªgenas wayuu, falta de participaci¨®n y poca distribuci¨®n de beneficios para las comunidades que ponen su territorio.

Como se?alan Rosa Lehhmann y Anne Tittor en un art¨ªculo que publicaron en la revista cient¨ªfica Journal of Environmental Policy & Planning tras estudiar casos en M¨¦xico, Honduras y Argentina, en Latinoam¨¦rica los grupos sociales est¨¢n enfrentando una situaci¨®n de triple inequidad por la pol¨ªtica de descarbonizaci¨®n: ¡°Se ven afectados negativamente por el cambio clim¨¢tico aunque desde una perspectiva global e hist¨®rica no han contribuido mucho a ¨¦l y, ahora se enfrentan a injusticias relacionadas con la mitigaci¨®n del cambio clim¨¢tico¡±.

La deuda: plata para adaptarse

En las negociaciones clim¨¢ticas hay un tema al que le suelen caer menos reflectores: la adaptaci¨®n. Desde que se firm¨® el Acuerdo de Par¨ªs, en el a?o 2015, qued¨® en letra que ¡°el objetivo mundial relativo a la adaptaci¨®n¡± implicaba ¡°aumentar la capacidad de adaptaci¨®n, fortalecer la resiliencia y reducir la vulnerabilidad al cambio clim¨¢tico¡±. ?El problema? El documento no daba se?ales de c¨®mo medirlo ni especificaba qu¨¦ significaban esas palabras. Y sin saber qu¨¦ medir y c¨®mo medirlo, se hace m¨¢s dif¨ªcil saber si la adaptaci¨®n se est¨¢ cumpliendo.

¡°Como conoc¨ªamos que necesit¨¢bamos una gu¨ªa de c¨®mo avanza la adaptaci¨®n, qu¨¦ tan efectivos somos, en la COP26 [que se realiz¨® en Glasgow en 2021] se lanz¨® un programa de trabajo que deb¨ªa durar dos a?os y en 2022, en Egipto, se decidi¨® crear un marco de la meta global de adaptaci¨®n¡±, cuenta Maritza Flori¨¢n, especialista en cambio clim¨¢tico y biodiversidad de WWF Colombia. En otras palabras, eso implicaba que el marco de la meta de adaptaci¨®n se deb¨ªa adoptar en esta COP28 en Dub¨¢i, lo que efectivamente paso.

¡°Que el marco se adoptara, de por s¨ª, es un logro¡±, comenta la experta, aunque quedaron cosas grises, otras claras y un pendiente enorme en el proceso. Hay dos cosas por destacar. Una, es que se crearon tem¨¢ticas de adaptaci¨®n ¨Cel agua, los sistemas alimentarios, la salud, los ecosistemas, la infraestructura y el patrimonio cultural -, que servir¨¢n como gu¨ªa para que los pa¨ªses los incluyan a la hora de construir sus pr¨®ximos compromisos clim¨¢ticos, que deben ser actualizados a 2025. Lo segundo, tambi¨¦n, es que se se?al¨® que, para 2030, los pa¨ªses deben presentar cu¨¢les son sus pol¨ªticas o instrumentos para evaluar los impactos que tienen ante el cambio clim¨¢tico, as¨ª como planear c¨®mo enfrentarlos, implementarlos y monitorear que estos, efectivamente, est¨¦n funcionando. ¡°En Am¨¦rica Latina, por ejemplo, muchos de los pa¨ªses avanzan en evaluaciones y planificaci¨®n. Sin embargo, casi ning¨²n pa¨ªs tiene un plan de monitoreo en adaptaci¨®n¡±, agrega la experta. ¡°Entonces, en ese sentido el marco fue bueno porque les dio a los pa¨ªses siete a?os, hasta 2030, para que pongan la casa en orden¡±.

Lo pendiente, explica, es que el marco de adaptaci¨®n no present¨® indicadores para su medici¨®n. ¡°Sin embargo, se cre¨® otro programa de trabajo para que, en la COP30, que se har¨¢ en 2025 en Brasil, se establezcan estos indicadores¡±. Lo malo o lo fatal, es que no qued¨® ninguna obligaci¨®n explicita, ni lenguaje fuerte sobre c¨®mo se va a financiar la adaptaci¨®n. ¡°El texto contiene objetivos vagos y el v¨ªnculo establecido entre la nueva meta cuantificable de financiamiento y la adaptaci¨®n es d¨¦bil¡±, coincide Victoria Laguzzi, asistente de Pol¨ªtica Clim¨¢tica de la Fundaci¨®n Ambiente y Recursos Naturales (FARN), de Argentina. ¡°El marco necesitaba medios de implementaci¨®n que indicaran qui¨¦n y c¨®mo se financia el avance, ya que esa estructura podr¨ªa ayudar a pa¨ªses en desarrollo, como los latinos, a mejorar sus planes nacionales de adaptaci¨®n de manera acorde a sus necesidades y prioridades, y con acceso a financiamiento para implementar esas pol¨ªticas¡±.

No se trata de una petici¨®n menor. El ¨²ltimo informe sobre la Brecha de Adaptaci¨®n presentado por Naciones Unidas indica que el financiamiento que se requiere para la adaptaci¨®n es de 387.000 millones de d¨®lares anuales a 2030, cuando lo que se est¨¢ recibiendo actualmente apenas llega a los 20.000 millones de d¨®lares. ¡°Como resultado de las crecientes necesidades de financiaci¨®n de la adaptaci¨®n y de los vacilantes flujos, el actual d¨¦ficit de financiaci¨®n de la adaptaci¨®n se estima actualmente entre 194.000 y 366.000 millones de d¨®lares anuales¡±, asegura el reporte.

Otra forma de verlo es como lo pone Flori¨¢n. ¡°Los casi 700 millones de d¨®lares que fueron anunciados para el fondo de p¨¦rdidas y da?os durante la COP28 ¨C y que igual son insuficientes para ese tema ¨C son casi lo mismo que se ha logrado movilizar para la adaptaci¨®n en ocho a?os¡±. No en vano, el borrador del texto sobre el marco de la meta global de adaptaci¨®n fue el ¨²ltimo en hacerse p¨²blico.

Lo que viene: protagonizar el cambio clim¨¢tico y la biodiversidad

S¨ª, durante la COP28 todo el mundo estaba pendiente sobre qu¨¦ iba a decir la decisi¨®n final sobre los combustibles f¨®siles. Pero hubo tambi¨¦n otras victorias. El texto destaca ¡°la importancia de proteger, conservar y restaurar la naturaleza y los ecosistemas¡±, lo que incluye ¡°intensificar esfuerzos para detener y revertir la deforestaci¨®n para 2030¡å. Se trata de temas que tocan a Am¨¦rica Latina y mucho, ya que despu¨¦s del sector energ¨¦tico ¨C que representa el 46% de sus emisiones¨C la agricultura (con 23%), y el cambio y uso del suelo (con 19%), son las actividades que m¨¢s contribuyen al cambio clim¨¢tico en la regi¨®n.

¡°El texto tambi¨¦n hace una menci¨®n a c¨®mo se deben unir la agenda clim¨¢tica con la de biodiversidad¡±, asegur¨® Rojas, ya que incluso se refiere al marco mundial Kumming-Montreal de la diversidad biol¨®gica, un tratado acordado durante la COP15 de biodiversidad, desarrollada en 2020, que tiene como uno de sus objetivos que, para 2030, se proteja el 30% de la tierra y el oc¨¦ano bajo alguna figura. Esto es importante para la regi¨®n porque, precisamente, durante los pr¨®ximos a?os Am¨¦rica Latina estar¨¢ en el centro de las negociaciones ambientales. El pr¨®ximo a?o Colombia ser¨¢ sede de la COP16 de biodiversidad, y para 2025 la COP30 de cambio clim¨¢tico se trasladar¨¢ a Brasil.

¡°Esa petici¨®n, la de relacionar el cambio clim¨¢tico con la biodiversidad, es una agenda muy latina¡±, agrega Flori¨¢n. Por lo que es muy probable que, por lo menos en los pr¨®ximos dos a?os, la regi¨®n est¨¦ bajo la lupa internacional.