El hielo que se pierde: los glaciares andinos han retrocedido a sus niveles m¨¢s bajos en 11.700 a?os
Estudio publicado en Science advierte que, en el tr¨®pico, estos ecosistemas se est¨¢n perdiendo mucho m¨¢s deprisa de lo previsto. Dan alerta de c¨®mo se ven los paisajes del Antropoceno
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Que los glaciares del mundo hayan venido perdiendo su hielo no es una noticia que sorprende cuando se sabe que todos los ecosistemas enfrentan las consecuencias del cambio clim¨¢tico. Sin embargo, uno de los mayores coletazos se lo est¨¢n llevando los glaciares de los Andes tropicales, ya que, seg¨²n encontr¨® un reciente estudio publicado en Science, estos helados gigantes que se ubican cerca a la l¨ªnea ecuatorial, han retrocedido a su tama?o m¨¢s peque?o en 11.700 a?os. Es decir, desde que comenz¨® la etapa geol¨®gica conocida como el Holoceno.
¡°Me gusta pensar en este periodo como el tiempo en el que la civilizaci¨®n humana se desarroll¨®, porque aproximadamente comienza cuando se invent¨® la agricultura¡±, cuenta a Am¨¦rica Futura Adrew Gorin, coautor del documento e investigador del Departamento de Ciencias de la Tierra y Planetarias de la Universidad de California, Berkeley. ¡°Pero tambi¨¦n es un buen periodo de referencia para entender nuestro clima porque si nos remontamos m¨¢s all¨¢ de los 11.700 a?os, es cuando ocurri¨® la ¨²ltima edad de hielo, as¨ª que es bastante obvio que para ese entonces los glaciares eran m¨¢s grandes que hoy¡±.
El conocimiento que tenemos sobre los glaciares viene, en su mayor¨ªa, de im¨¢genes satelitales que muestran c¨®mo se contraen o expanden. El problema es que se trata de datos hist¨®ricamente limitados, raz¨®n por la que Gorin y su equipo utilizaron una t¨¦cnica menos popular que les permiti¨® entender mejor la dimensi¨®n de estas fluctuaciones. Tomaron 18 muestras de las rocas superficiales de cuatro nevados (Zongo y Charquini, en Bolivia; Pan de Az¨²car, en Colombia y Queshque, en Per¨²) y las sometieron a una prueba qu¨ªmica que les indica qu¨¦ tanto tiempo han estado expuestas al cielo, a la radiaci¨®n c¨®smica.
Gorin explica que, espec¨ªficamente, analizaron cu¨¢l era la concentraci¨®n de dos isotopos¡ªel berilio-10 y el carbono-14¡ªen cada una de las muestras. ¡°Son qu¨ªmicos muy raros que se empiezan a acumular en las rocas cuando est¨¢n expuestas al cielo¡±, comenta. As¨ª que, si las rocas llevan menos tiempo cubiertas por el hielo del glaciar, tendr¨¢n menos concentraci¨®n de estos qu¨ªmicos, indicando que su exposici¨®n al cielo es reciente y, que, por ende, los nevados nunca antes hab¨ªan perdido tanto hielo.
¡°Una buena analog¨ªa para entenderlo es como cuando puedes saber si un amigo estuvo al sol dependiendo de si est¨¢ bronceado o quemado. Aunque no se puede entender literalmente, lo que hicimos fue medir la quemadura solar de las rocas, solo que no con el sol¡±, aclara el experto.
El trabajo fue uno entre pa¨ªses, de equipo, de distancias. Expertos de m¨¢s de seis universidades, incluyendo la Boston College, viajaron hasta cada uno de estos cuatro glaciares a obtener las muestras con ¡°martillo y cincel¡±. Parquearon los carros lo m¨¢s cerca permitido a los nevados, caminaron por horas, tomaron las muestras y se regresaron hasta con 20 o 25 kilos de roca en sus maletas. ¡°En este caso yo no fui personalmente el que las recolect¨®, pero s¨¦ c¨®mo funciona porque lo he hecho en glaciares de Canad¨¢ y Estados Unidos¡±, agrega Gorin. Luego las muestras de roca viajaron en avi¨®n hasta su laboratorio en California y fueron analizadas. Lo que encontr¨® tuvo sus tintes de zozobra: los glaciares de los Andes tropicales, pero probablemente tambi¨¦n los de todo el mundo, est¨¢n retrocediendo mucho m¨¢s deprisa de lo previsto, incluso d¨¦cadas antes de lo pronosticado por la climatolog¨ªa.
Los datos fueron tan consistentes que incluso los investigadores se han lanzado a decir que el escenario que viven estos ecosistemas corresponde m¨¢s al Antropoceno que al Holoceno. Aunque a¨²n hay un debate acad¨¦mico sobre si oficializar el Antropoceno como una ¨¦poca geol¨®gica ¨C una en la que actividad humana es la que ha generado los profundos cambios en c¨®mo funciona la Tierra ¨C Gorin cree que la evidencia est¨¢ ah¨ª. ¡°Si en billones de a?os, cuando los humanos no existamos, los extraterrestres llegaran a estudiar la historia de la Tierra y vieran los registros de las rocas, su qu¨ªmica, las se?ales de concentraci¨®n de di¨®xido de carbono dejadas atr¨¢s, dir¨ªan: ¡®Vaya, algo muy raro pas¨® aqu¨ª¡¯. Y probablemente identificar¨ªan este periodo como uno ¨²nico¡±, explica.
Aunque los glaciares de los Andes tropicales se convirtieron en los primeros en ¡°superar este alarmante punto de referencia entre ¨¦pocas¡±, no ser¨¢n los ¨²nicos. Gorin, que en el pasado sac¨® un estudio similar sobre los glaciares de Norteam¨¦rica, afirma que a pesar de que a¨²n no han llegado a su m¨ªnimo hist¨®rico de cobertura en 11.700 de a?os ¡°lo har¨¢n m¨¢s pronto que tarde¡±.
Y es que no es coincidencia que, cuando se habla de cambio clim¨¢tico, a lo primero que se apunte es a los glaciares. ¡°S¨ª, son importantes porque garantizan el agua de cientos de comunidades andinas¡±. Pero tambi¨¦n lo son porque ¡°funcionan como agregadores del clima¡±, dice el experto. ¡°A los glaciares no les importa el tiempo del d¨ªa a d¨ªa. Si hubo una ola de calor la semana pasada o una tormenta hace un mes, sino que dependen de las tendencias del clima a largo plazo, de lo que sucede con el clima en d¨¦cadas o cientos de a?os¡±. Por esto que los glaciares hayan retrocedido a dimensiones no vistas casi desde que se crearon las bases de la actual civilizaci¨®n humana no deja de ser una fuerte se?al.