Por qu¨¦ importa reconocer el rol de los afrodescendientes en la conservaci¨®n
Las tierras reconocidas de comunidades afro en Colombia, Brasil, Ecuador y Surinam ocupan solo el 1% de estos pa¨ªses, pero son esenciales para combatir la p¨¦rdida de biodiversidad y el cambio clim¨¢tico. M¨¢s del 70% de estas tierras est¨¢n en zonas de alta biodiversidad
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En la Cumbre de Biodiversidad de Cali (COP16), los casi 200 pa¨ªses que forman parte del Convenio sobre la Diversidad Biol¨®gica (CDB) dieron un paso significativo al reconocer a los pueblos afrodescendientes como actores clave en la conservaci¨®n de la naturaleza. Esta decisi¨®n marca un momento crucial en el discurso global sobre la biodiversidad, que hasta ahora no los mencionaba expl¨ªcitamente. Es un avance importante, porque lo que no se nombra no existe.
Este reconocimiento no se queda en el simbolismo: les permite tener acceso a recursos para financiar sus iniciativas enfocadas en la conservaci¨®n y gesti¨®n sostenible de la biodiversidad, y a participar oficialmente en las Conferencias de las Partes (COP). Es decir, abre el camino a un modelo de conservaci¨®n inclusivo, donde las poblaciones afro tienen voz y acceso a recursos, y el cual pone en valor las contribuciones y el conocimiento ancestral de las poblaciones afrodescendientes, poco visibilizadas y escuchadas hasta ahora.
Es urgente que su contribuci¨®n reciba el reconocimiento y los recursos financieros que merece. Esto es clave para enfrentar de manera m¨¢s efectiva la crisis de p¨¦rdida de biodiversidad y el cambio clim¨¢tico, que avanza r¨¢pidamente. Adem¨¢s, valorar el papel de las comunidades tradicionales en la conservaci¨®n, como las afrodescendientes, tambi¨¦n refuerza la defensa de sus derechos. Son caras de la misma moneda.
Un an¨¢lisis de Conservaci¨®n Internacional junto a cient¨ªficos de la Universidad de Florida, el MIT, el Smithsonian y la Universidad de Nueva York muestra que las tierras reconocidas de comunidades afrodescendientes en Colombia, Brasil, Ecuador y Surinam ocupan solo el 1% de estos pa¨ªses, pero son esenciales para combatir la p¨¦rdida de biodiversidad y el cambio clim¨¢tico. M¨¢s del 70% de estas tierras est¨¢n en zonas de alta biodiversidad, y almacenan alrededor de 80 millones de toneladas de carbono irrecuperable que, de liberarse por una mala gesti¨®n del territorio, agravar¨ªa el calentamiento global.
Desde hace varios a?os Conservaci¨®n Internacional lidera, junto a organizaciones y comunidades afrodescendientes, proyectos innovadores para la conservaci¨®n de manglares y la creaci¨®n de mecanismos de financiamiento inclusivo. Ahora, desde el naciente Programa Afrodescendientes en la Conservaci¨®n, apoyamos estrategias que fortalecen la autodeterminaci¨®n del Pueblo Afro en tres pa¨ªses, asegurando que sus voces y conocimientos sean el motor de la conservaci¨®n.
El programa fortalece iniciativas lideradas por Afro mujeres en la conservaci¨®n, enfocadas en la bioeconom¨ªa y el bienestar social. En la Amazon¨ªa de Surinam, mujeres pertenecientes a los ¨²ltimos sistemas tribales africanos en las Am¨¦ricas, rescatan pr¨¢cticas agr¨ªcolas ancestrales y recuperan semillas de arroz de origen africano, contribuyendo tanto a la seguridad alimentaria como a la adaptaci¨®n al cambio clim¨¢tico.
En la regi¨®n del Choc¨® Biogeogr¨¢fico, impulsamos proyectos de ecoturismo, uso de plantas medicinales y fortalecimiento de la identidad cultural en Colombia; y colaboramos con mujeres afrodescendientes en la Academia para unir saberes ancestrales y modernos, en Ecuador, generando conocimiento valioso sobre el papel de los Pueblos Afrodescendientes en el manejo sostenible de los recursos naturales.
La humanidad se ha propuesto como objetivo conservar el 30% del planeta para 2030 (meta 30x30). No lo lograremos sin reconocer el aporte de los afrodescendientes a la conservaci¨®n y darles el lugar que merecen. Se ha dado un gran paso, pero necesitamos avanzar m¨¢s r¨¢pido. Esto implica identificar d¨®nde y c¨®mo est¨¢n, escuchar sus propuestas y asegurarles un financiamiento adecuado. Al fin y al cabo, los pueblos afrodescendientes han habitado y protegido durante siglos ecosistemas esenciales para toda la humanidad. No podemos seguir esperando; no repitamos los errores del pasado.