Racismo y biodiversidad: las universidades, la COP16 y la naturaleza
Es importante que la educaci¨®n sea el camino que se recorre para lograr la paz en los parques nacionales naturales y santuarios. La educaci¨®n y la paz, siempre de la mano como un solo proyecto
En la decimosexta versi¨®n del panel de la firma Cifras y Conceptos se establece que uno de los principales desaf¨ªos sociales para 2025 en Colombia ser¨¢ ¡°promover la inclusi¨®n¡±. En esta columna espero reflexionar sobre las maneras como se puede enfrentar este reto en diferentes entornos, tales como las instituciones de educaci¨®n, las empresas, las organizaciones de base y muchos otros entornos en los que encontr¨¦ aplicabilidad a estos preceptos.
Baso esta primera reflexi¨®n en el encuentro de la Carta de Cali de Universidades por la Naturaleza, celebrado en el marco de la COP16. En esta coyuntura en Colombia, la ciudad de Cali se transform¨® en el epicentro de la biodiversidad y la innovaci¨®n. Las universidades, entidades filantr¨®picas y diversas instituciones y personas encontraron una oportunidad valiosa para lanzar proyectos emblem¨¢ticos y proyectar una visi¨®n de largo plazo.
En el encuentro en el que se firm¨® esta carta se reflexion¨® sobre la vinculaci¨®n de la universidad con su entorno. Muchas de las propuestas que hacen parte de esta carta surgen de la gesti¨®n de la Red Universitaria de Campus Sostenibles (RUCAS) y su programa Universidad y Biodiversidad. Con su trabajo logran demostrar la importancia de que los estudiantes identifiquen c¨®mo se elabora un plan de gesti¨®n de la biodiversidad, del financiamiento de la investigaci¨®n e innovaci¨®n para la biodiversidad desde la universidad y el potencial de la acci¨®n de la universidad para la biodiversidad en sus entornos locales y regionales posibilitando, por ejemplo, proyectos como los jardines bot¨¢nicos, colecciones, reservas, herbarios, entre otros.
En el marco de este encuentro, propuse una deliberaci¨®n sobre la trascendencia de promover la inclusi¨®n en estos contextos, posibilitando que el campus universitario dignifique la vida. Cumplir este prop¨®sito depende de la audacia para innovar en el dise?o de instituciones que guarden coherencia con lo que Margarita Marino de Botero, pionera del ambientalismo en Colombia, ha manifestado por d¨¦cadas. Ella argumenta que uno de los mayores retos en la vida es aprender a convivir con la naturaleza. Esta premisa tiene un impacto en la manera como se dise?a un campus para un futuro sostenible.
Un campus conectado de manera arm¨®nica con su entorno se convierte en una especie de fortaleza natural que interviene entre el ruido y el caos de la ciudad, y el espacio dedicado a la generaci¨®n del conocimiento. Esto implica hacer del campus un espacio en el que el privilegio de disfrutar de la naturaleza, de cuidarla y convivir con ella iguale a quienes la habitan. Un campus que convive con la naturaleza hace que la equidad sea posible en la vida cotidiana de quien entra al sal¨®n de clases a ense?ar, de quienes aprenden y quienes garantizan el funcionamiento de ese espacio. Esto es posible en las ciudades y con las alianzas que se han gestado seguiremos contando con universidades cada vez m¨¢s bellas y dignas.
Sin embargo, tambi¨¦n esta visi¨®n debe materializarse por los campus rurales o en los entornos urbanos con mayor retos socioecon¨®micos como, por ejemplo, Buenaventura y Quibd¨®, en el Pac¨ªfico colombiano. En la Carta de Cali se indica el objetivo de avanzar en trabajos en el Parque Nacional Natural Farallones de Cali. Frente a esta declaraci¨®n, extendimos una invitaci¨®n a explorar rutas de colaboraci¨®n con instituciones de educaci¨®n superior y con las escuelas que est¨¢n, por ejemplo, en los distritos nacionales de manejo Cabo Manglares, Colinas y Lomas Submarinas de la Cuenca Pac¨ªfico Norte, y en el integrado Yurupar¨ª ¨DMalpelo, en los parques nacionales naturales Los Kat¨ªos, Munchique, Sanquianga, Gorgona, Uramba-Bah¨ªa M¨¢laga, Utr¨ªa y en el Santuario de Fauna y Flora Malpelo¨D.
Hay un reto singular aqu¨ª. La mayor¨ªa de estos parques nacionales naturales y santuarios aparecen en los registros gubernamentales como cerrados. Es importante que la educaci¨®n de calidad sea el camino que se recorre para lograr la paz en estos territorios; la educaci¨®n y la paz, siempre de la mano como un solo proyecto. Estas instituciones tienen un rol central para lograr que el estado de estos distritos, parques naturales y santuarios no sea ¡°cerrado¡± para los for¨¢neos y un valle de la muerte para quienes los habitan. Muchos j¨®venes que se forman en la escuelas que est¨¢n ubicadas en estos territorios deben desterrarse de su lugares de origen para encontrar oportunidades de formaci¨®n en las ciudades.
El eslogan Paz con la Naturaleza, que marc¨® este momento hist¨®rico de Colombia, es muy poderoso y por esta raz¨®n invit¨¦ a que en su aplicaci¨®n en la era post COP16 se conecte con las personas que habitan los territorios de inter¨¦s como lo son los consejos comunitarios de pueblos afrodescendientes, los resguardos ind¨ªgenas y las autoridades ancestrales que administran estos territorios.
En el tiempo que estuve en el Ministerio de Educaci¨®n, en alianza con el Ministerio de Ambiente, logramos avances importantes lanzando la convocatoria nacional para la actualizaci¨®n de la pol¨ªtica de educaci¨®n ambiental. Los insumos recopilados ayudar¨¢n a consolidar un sistema que avance hacia la justicia social.
Esta apuesta, en conexi¨®n con el desarrollo de pol¨ªticas p¨²blicas que potencien la equidad de la educaci¨®n, el fortalecimiento de organizaciones o programas que generen los cambios necesarios para que m¨¢s personas tengan una vida digna o que sue?en lo imposible, como escribe Paula Moreno en su m¨¢s reciente libro, puede generar resultados transformadores.
En esta coyuntura pondero tambi¨¦n el lanzamiento de Baobab Centro de Innovaci¨®n en Justicia ?tnico-Racial, de G¨¦nero y Ambiental, y agradezco a la Fundaci¨®n Ford por financiar esta iniciativa liderada por la vicepresidenta de la Rep¨²blica, Francia M¨¢rquez, y la apuesta que ella hizo para que los afrodescendientes sean reconocidos como pueblo en las negociaciones de la COP. Esta misma fundaci¨®n acompa?¨®, en esta coyuntura, a Malunga, una naciente red para enfrentar el racismo antipersonas afrodescendientes y para promover la justicia social que articula liderazgos de diversas partes del mundo.
Felicitaciones al Gobierno nacional, departamental y local por lograr articularse para cumplir este prop¨®sito y a todas las entidades y personas que hicieron posible este hito.
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