La valent¨ªa de votar en las ciudades tomadas por el narco en Ecuador
Los vecinos de Dur¨¢n, una ciudad cuyo alcalde vive escondido por miedo a un atentado, acude a las urnas entre grandes medidas de seguridad
¡°Vengo a votar con miedo, mirando a todas partes¡±, comenta Yolanda mientras camina a paso r¨¢pido. ¡°Veo que no haya cerca gente en moto, con mascarilla, encapuchada o con casco, porque los que vivimos aqu¨ª sabemos c¨®mo son los delincuentes¡±. Acaba de votar en la escuela Rafael Larrea, en el sector del Recreo en Dur¨¢n, una de las ciudades m¨¢s peligrosas de Ecuador, secuestrada por dos bandas criminales que protagonizan balaceras a cualquier hora del d¨ªa. ¡°Anoche mataron ...
¡°Vengo a votar con miedo, mirando a todas partes¡±, comenta Yolanda mientras camina a paso r¨¢pido. ¡°Veo que no haya cerca gente en moto, con mascarilla, encapuchada o con casco, porque los que vivimos aqu¨ª sabemos c¨®mo son los delincuentes¡±. Acaba de votar en la escuela Rafael Larrea, en el sector del Recreo en Dur¨¢n, una de las ciudades m¨¢s peligrosas de Ecuador, secuestrada por dos bandas criminales que protagonizan balaceras a cualquier hora del d¨ªa. ¡°Anoche mataron a un muchacho a unas cuadras de aqu¨ª¡±, dice Josu¨¦, de 24 a?os, un joven que trabaja de alba?il en otra ciudad. Agradece estar lejos porque las bandas reclutan a personas de su edad ¡°y una vez que dices s¨ª, est¨¢s jodido, no podr¨¢s salir nunca, varios de mis amigos e incluso familiares son partes de esos grupos y no discriminan nada¡±.
Un poco despu¨¦s del mediod¨ªa, m¨¢s del 44 por ciento de la poblaci¨®n empadronada ya hab¨ªa votado en todo el pa¨ªs. ¡°La gente ha venido masivamente a votar desde temprano¡±, dice Mar¨ªa, una de las observadoras electorales. La violencia marca el ritmo de las personas que coinciden por intuici¨®n que entre m¨¢s temprano van a votar estar¨¢n menos expuestas a asaltos o estar en medio de sicariatos. Votar les toma no m¨¢s de cinco minutos cuando entran a los recintos: entregan la c¨¦dula de identidad, marcan la papeleta, la depositan en la urna y recogen su certificado. ¡°Por este papel vengo a votar¡±, reniega Mario. En Ecuador es obligatorio el sufragio en cualquier proceso electoral, no hacerlo significa una multa de 45 d¨®lares. ¡°La econom¨ªa del pa¨ªs no est¨¢ para pagar esa multa, apenas tenemos trabajo para sobrevivir¡±, a?ade. Su recinto es el colegio Nacional de Dur¨¢n, uno de los m¨¢s grandes del cant¨®n, y donde cerca de 30 militares armados resguardan el interior de las instalaciones. Los uniformados revisan bolsos y mochilas, obligan a los hombres a quitarse las gorras y aleatoriamente tambi¨¦n hacen requisas en el cuerpo para buscar armas.
Afuera, una docena de polic¨ªas est¨¢n parados cerca de la puerta de entrada, aunque la fila de espera abarca unas cuatro cuadras hasta llegar a una de las zonas peligrosas llamada la Virgen de la Gruta. Las mujeres abrazan sus bolsos en el pecho y casi nadie tiene el tel¨¦fono celular en la mano, ya conocen el sector y a lo largo de la fila ning¨²n miembro de la polic¨ªa est¨¢ resguardando la seguridad de quienes esperan entrar al recinto. ¡°Nunca hay calma en Dur¨¢n, ning¨²n d¨ªa, pero como vinieron m¨¢s militares y polic¨ªas, parece que en algo eso contuvo las balaceras desde ayer¡±, dice Alfredo Dom¨ªnguez que ha esperado m¨¢s de 30 minutos para ingresar al recinto y votar.
La violencia casi se ha normalizado en esta ciudad tomada por el crimen organizado que ha cobrado la vida de 250 personas en lo que va del 2023, eso significa un 150% m¨¢s que el a?o pasado, entre ellos dos funcionarios del Municipio de Dur¨¢n. El alcalde electo en febrero de 2023, Luis Chonillo, tambi¨¦n fue blanco de un atentado el primer d¨ªa de su gesti¨®n, del que sali¨® ileso. Desde entonces no duerme en el mismo lugar m¨¢s de una noche, restringe sus apariciones en p¨²blico y los recorridos de obras. Con el alto riesgo de sufrir un nuevo atentado, este domingo fue a votar con chaleco antibalas, casco y rodeado de un contingente policial.
Bajo un operativo similar, el exalcalde, Dalton Narvaez, fue a votar. El temor era tan fuerte que la gente que estaba dentro del colegio, al reconocerlo, se apart¨® inmediatamente ante el riesgo de estar en medio de un atentado. El miedo tiene un motivo: hace una semana su madre, Mariana Mendieta, quien fue tambi¨¦n burgomaestre de Dur¨¢n durante ocho a?os consecutivos, fue secuestrada por tres d¨ªas. Una vez que Narvaez dej¨® las instalaciones, volvi¨® ese ambiente movido, del comercio vociferando la venta de manzanas caramelizadas, papas con cuero, choclo con queso, jugos o plastificar el certificado de votaci¨®n, tradiciones de un d¨ªa de elecciones normales en Ecuador, solo que en esta ocasi¨®n, pocos se quedaban a comer, a conversar, la mayor¨ªa sal¨ªa de votar a subirse r¨¢pido a un bus, a la moto e irse.
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