Ecuador vota en medio de una oleada de violencia sin freno

Ecuador busca dar un giro de tim¨®n que lo saque de la larga noche en la que se encuentra. Zarandeado por la violencia incontrolada, la debilidad de las instituciones, el desempleo, el fantasma de la migraci¨®n y una deuda fiscal de 5.000 millones de d¨®lares al cierre de este a?o, este pa¨ªs de 17 millones de habitantes acudir¨¢ este domingo a las urnas con la ilusi¨®n de encontrar un nuevo proyecto de naci¨®n que lo rescate de este panorama desolador. Daniel Noboa, de 35 a?os, heredero de un imperio del banano, lidera las ¨²ltimas encuestas ¡ªaunque por escaso margen¡ª ante Luisa Gonz¨¢lez, de 45, la candidata del partido del expresidente Rafael Correa. El resultado final resulta incierto.

Noboa, graduado en Harvard, tercera generaci¨®n propietaria de una multinacional familiar, se ha presentado como el presidente del empleo, dispuesto a reducir los impuestos y fomentar la inversi¨®n extranjera. En primera vuelta, en agosto, result¨® ganadora Gonz¨¢lez por nueve puntos (33% frente al 24), pero desde que comenz¨® la campa?a de la segunda, Noboa empez¨® a sacar varias cabezas de ventaja. El joven pol¨ªtico se dio a conocer en un debate entre candidatos en el que se mostr¨® firme y sereno, al margen de los ataques entre los otros oradores. Adem¨¢s, fue visto como una opci¨®n segura en un sistema que parece podrido, sobre todo despu¨¦s del asesinato en campa?a de otro de los contendientes, Fernando Villavicencio, un periodista que hab¨ªa denunciado la infiltraci¨®n del narcotr¨¢fico en las instituciones ecuatorianas.

Daniel no es el primer Noboa que quiere hacerse con el mando del pa¨ªs. Su padre, ?lvaro, se present¨® hasta en cinco ocasiones sin conseguirlo ¡ªen una ocasi¨®n se qued¨® a un 2% de la victoria¡ª. El padre era un pol¨ªtico mucho m¨¢s populista que regalaba dinero y ordenadores en sus m¨ªtines. Se hac¨ªa llamar ¡°el Mes¨ªas de los pobres¡±. Fue un feroz enemigo de Correa, el pol¨¦mico presidente de izquierdas enredado ahora en causas judiciales que durante su mandato sac¨® a millones de ecuatorianos de la pobreza. El estilo del hijo es mucho m¨¢s sobrio, menos agitador. M¨¢s moderno si se quiere. ?l no se ha enfrentado de frente al corre¨ªsmo, lo que le ha sacado de la polarizaci¨®n en la que est¨¢n inmersos los ecuatorianos desde hace casi 20 a?os.

Sea quien sea el elegido, recibir¨¢ un pa¨ªs sacudido por los c¨¢rteles de la droga, que en los ¨²ltimos cinco a?os han adquirido un poder extraordinario. Hasta hace poco, Ecuador era una naci¨®n que viv¨ªa en relativa tranquilidad, enclavada entre Per¨² y Colombia, los dos mayores productores de coca del mundo. De alguna manera, hab¨ªa logrado sortear la entrada de grupos criminales. Sin embargo, la dolarizaci¨®n de su econom¨ªa y su amplia costa sobre el Pac¨ªfico lo convirtieron en un territorio apetecible para las mafias mexicanas, que se han aliado con bandas locales. Esas bandas ejercen su poder desde las c¨¢rceles, un lugar en donde reina la anarqu¨ªa ahora mismo. De seguir el ritmo de homicidios de estos meses, Ecuador batir¨¢ su r¨¦cord de cr¨ªmenes desde que hay registros y se convertir¨¢, oficialmente, en uno de los pa¨ªses m¨¢s peligrosos del planeta.

Los candidatos han reducido al m¨ªnimo sus eventos en p¨²blico. Cuando han aparecido, llevaban chalecos antibalas y estaban rodeados de un gran dispositivo de seguridad. Ninguno de los dos ha sido muy espec¨ªfico a la hora de ofrecer sus recetas para detener la violencia. Noboa habla de utilizar drones y sat¨¦lites para rastrear a los criminales y encerrar a los presos m¨¢s peligrosos en barcazas en medio del mar. Gonz¨¢lez propone militarizar las prisiones, las aduanas y los puertos, todas ellas cooptadas ahora mismo por el narcotr¨¢fico, y hacer una profunda depuraci¨®n de las fuerzas de seguridad. Los analistas consideran que estas propuestas son insuficientes ante un problema tan agudo.

Nada ha ilustrado mejor la corrupci¨®n y el cinismo de las autoridades ecuatorianas que los resultados de la investigaci¨®n del asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio. La polic¨ªa detuvo en un principio a siete implicados en el crimen, un ecuatoriano y seis colombianos que actuaron como sicarios. Los siete fueron movidos de una prisi¨®n a otra, en teor¨ªa por motivos de seguridad, pero hace una semana aparecieron ahorcados. Aunque resultaban fundamentales para esclarecer la verdad y se sab¨ªa que sobre ellos pesaba una condena a muerte, el Gobierno no fue capaz de proteger sus vidas. El sistema parece haber confabulado para acallar sus voces.

Si Noboa ser¨ªa el presidente m¨¢s joven de la historia de Ecuador, Gonz¨¢lez se convertir¨ªa en la primera presidenta electa. De perfil bajo, poco carism¨¢tica, se ha mantenido siempre fiel a Correa. Ocup¨® varios cargos p¨²blicos durante su presidencia y ahora, que era asamble¨ªsta, ha sido elegida por ¨¦l para tratar de regresar al poder. Ella apela con nostalgia a una ¨¦poca ¡ªentre 2007 y 2017¡ª en la que la ratio de homicidios era cinco veces m¨¢s baja que la actual y en la que el auge del petr¨®leo y otras materias primas mejor¨® notablemente el pa¨ªs.

Los m¨¢s suspicaces creen que nombrar a Gonz¨¢lez no es m¨¢s que una estrategia para allanar el regreso a Ecuador de Correa, que vive exiliado en B¨¦lgica por una condena de ocho a?os de prisi¨®n por cohecho en el caso Odebrecht ¡ª¨¦l asegura que se trata de una persecuci¨®n pol¨ªtica¡ª. A nadie se le escapa que a Correa no le desagradaba la banda presidencial y que alg¨²n d¨ªa le gustar¨ªa volver al cargo. Por si acaso, ella ya ha dicho que no lo indultar¨¢, aunque lo convertir¨¢ en su principal asesor.

No hay que olvidar que la econom¨ªa de Ecuador atraviesa momentos cr¨ªticos. El pr¨®ximo gobernante tendr¨¢ que enfrentar un d¨¦ficit fiscal del 4% del PIB. Las opciones del pr¨®ximo presidente son reducidas, porque el actual Gobierno cerr¨® un tratado con el Fondo Monetario Internacional por 6.500 millones de d¨®lares de 2020 a 2022. Desde entonces no ha habido nuevos acercamientos con el FMI y para un gobierno que durar¨¢ apenas 16 meses ¡ªlo que quedaba del gobierno de Lasso antes de que decretara el cierre de la Asamblea y la convocatoria de elecciones¡ª ser¨¢ dif¨ªcil obtener nuevos cr¨¦ditos. Quien llegue lo har¨¢ con las manos atadas.

As¨ª, Ecuador acude a las urnas con una sensaci¨®n de urgencia. En uno de sus ¨²ltimos m¨ªtines, Gonz¨¢lez dijo con dramatismo: ¡°En esta elecci¨®n nos jugamos la vida¡±. Noboa: ¡°Vamos a cambiar juntos el pa¨ªs¡±. Aunque propongan modelos en las ant¨ªpodas, coinciden en que seguir esta senda destructora le colgar¨ªa a Ecuador la etiqueta de Estado fallido.

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