El caos y una ola de violencia sin precedentes fuerzan la renuncia del primer ministro de Hait¨ª, Ariel Henry

El primer ministro de Hait¨ª, Ariel Henry, present¨® el lunes su renuncia como jefe de Gobierno del pa¨ªs caribe?o en medio de una ola de violencia sin freno que asfixia a la poblaci¨®n. Desde que se agrav¨® la crisis a principios de marzo con la evasi¨®n de m¨¢s de 3.000 presos, Henry no hab¨ªa logrado regresar a Puerto Pr¨ªncipe y aguardaba en Puerto Rico, donde aterriz¨® de regreso de un viaje a Kenia. Hab¨ªa asumido el mando en julio de 2021 tras el asesinato del presidente Jovenel Mo?se, un magnicidio que sumi¨® al pa¨ªs en el caos y en una inestabilidad institucional sin precedentes. La semana pasada, el expolic¨ªa Jimmy Ch¨¦rizier, alias Barbecue, el l¨ªder m¨¢s temido del crimen organizado, amenaz¨® con desatar ¡°una guerra civil¡± si no se produc¨ªa una renuncia del jefe del Ejecutivo.

La dimisi¨®n fue adelantada por el presidente interino de la Comunidad del Caribe (Caricom) y mandatario de Guyana, Irfaan Ali, durante la clausura de una reuni¨®n de alto nivel sobre Hait¨ª celebrada en Jamaica. Pero poco despu¨¦s se pronunci¨® el propio Henry. ¡°El Gobierno que encabezo dimitir¨¢ inmediatamente despu¨¦s de la instalaci¨®n de un consejo [de transici¨®n]¡±, asegur¨® en un discurso grabado y difundido a trav¨¦s de las redes sociales. ¡°Quiero agradecer al pueblo haitiano por la oportunidad que me ha brindado. Pido a todos los haitianos que mantengan la calma y hagan todo lo que puedan para que la paz y la estabilidad vuelvan lo m¨¢s r¨¢pido posible¡±, a?adi¨® el primer ministro.

Un alto funcionario de la Administraci¨®n de Joe Biden indic¨® en declaraciones a periodistas recogidas por Reuters que la decisi¨®n sobre la dimisi¨®n se fragu¨® el pasado viernes y que el primer ministro tiene permiso para permanecer en Puerto Rico o viajar a otros lugares de Estados Unidos. Aunque Henry ha manifestado su intenci¨®n de regresar al pa¨ªs, las condiciones de seguridad en estos momentos no lo permiten, agreg¨® la fuente gubernamental.

Precisamente el viernes, el coraz¨®n pol¨ªtico de Puerto Pr¨ªncipe fue escenario de la en¨¦sima noche de violencia. Un grupo de bandidos se enfrent¨® a las fuerzas de seguridad a las puertas del Palacio Nacional e intent¨® prender fuego a la sede del Ministerio del Interior hasta que los pandilleros fueron abatidos por los agentes. El objetivo de la revuelta era la toma de la casa presidencial en un momento de enorme debilidad institucional. El pa¨ªs est¨¢ cerrado a cal y canto, la semana pasada quedaron suspendidas las conexiones desde Miami y Santo Domingo y en las redes sociales se difundieron im¨¢genes de grandes agujeros en las paredes del aeropuerto de la capital.

Los l¨ªderes de la Comunidad del Caribe se reunieron el lunes en Kingston para abordar la crisis y debatir el marco para facilitar una transici¨®n con el benepl¨¢cito de Estados Unidos. El Departamento de Estado hab¨ªa apremiado en los ¨²ltimos d¨ªas a Henry a ¡°acelerar¡± ese proceso mientras los grupos criminales exig¨ªan su renuncia sembrando el terror en las calles. En la cita de Jamaica participaron organizaciones pol¨ªticas, religiosas, de la sociedad civil y del sector empresarial. El prop¨®sito es que todos estos sectores est¨¦n representados en ese consejo provisional encargado de llevar a Hait¨ª a unas elecciones. Tras el asesinato de Mo?se, esa fue una de las demandas centrales de la comunidad internacional. El pa¨ªs lleva desde 2016 sin pasar por las urnas y el primer ministro pospuso la fecha en varias ocasiones escud¨¢ndose en los graves problemas de inseguridad.

El propio secretario de Estado, Antony Blinken, apost¨®, antes de que se formalizara la renuncia, por un consejo ¡°independiente¡± y ¡°de base amplia¡± encargado de abordar las urgencias de Hait¨ª. Unas ¡°necesidades inmediatas¡± de la poblaci¨®n, que adem¨¢s de vivir cercada por la violencia ha lidiado en los ¨²ltimos a?os con la miseria y una permanente crisis humanitaria que ha desencadenado una migraci¨®n masiva. Todos los haitianos piden ayuda internacional. Pero esa misi¨®n nunca ha llegado. Naciones Unidas ultima el env¨ªo de un contingente de apoyo policial al pa¨ªs, que, con 11 millones de habitantes, tiene menos de 10.000 polic¨ªas. Kenia se ofreci¨® para liderar el plan y se comprometi¨® a mandar al menos a 1.000 agentes. Otros pa¨ªses, como Espa?a, tambi¨¦n han ofrecido apoyo humano y material, todo bajo el paraguas financiero de Estados Unidos, que por el momento ha prometido una inversi¨®n log¨ªstica de 200 millones de d¨®lares.

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