La Bolsa castiga con dureza a Petrobras tras decidir que no repartir¨¢ dividendos a los accionistas
La petrolera semiestatal brasile?a pierde 11.500 millones en dos d¨ªas y Lula critica al mercado por ¡°voraz¡±
La petrolera brasile?a Petrobras, la mayor empresa del pa¨ªs, vive d¨ªas turbulentos despu¨¦s de que el consejo de administraci¨®n (donde el Estado tiene una participaci¨®n mayoritaria) decidiera no repartir dividendos extraordinarios a los accionistas. El mercado financiero reaccion¨® con fuertes p¨¦rdidas en la Bolsa y con temores de que el Gobierno de Luiz In¨¢cio Lula da Silva aumente la injerencia en la empresa. El presidente, por su parte, critic¨® los lamentos del ...
La petrolera brasile?a Petrobras, la mayor empresa del pa¨ªs, vive d¨ªas turbulentos despu¨¦s de que el consejo de administraci¨®n (donde el Estado tiene una participaci¨®n mayoritaria) decidiera no repartir dividendos extraordinarios a los accionistas. El mercado financiero reaccion¨® con fuertes p¨¦rdidas en la Bolsa y con temores de que el Gobierno de Luiz In¨¢cio Lula da Silva aumente la injerencia en la empresa. El presidente, por su parte, critic¨® los lamentos del mundo econ¨®mico y asegur¨® que la empresa tiene que servir, ante todo, a los intereses de la sociedad brasile?a.
Todo empez¨® el 7 de marzo, cuando la empresa divulg¨® sus resultados de 2023: un beneficio l¨ªquido de 124.600 millones de reales (casi 23.000 millones de euros), el segundo mejor resultado de su historia, s¨®lo superado por el de 2022. A pesar del buen dato, fue una reducci¨®n del 33,8%. La empresa lo atribuy¨® sobre todo a la ca¨ªda del precio internacional del petr¨®leo.
Pero el jarro de agua fr¨ªa vino con la letra peque?a. El mercado financiero esperaba el pago de dividendos extraordinarios, lo que no ocurri¨®. El consejo de administraci¨®n pag¨® apenas los dividendos m¨ªnimos a los que est¨¢ obligada la empresa, y el resto (casi 44.000 millones de reales, 8.100 millones de euros), los coloc¨® en su reserva. La empresa lo justific¨® diciendo que guardar¨ªa el dinero para garantizar los pagos a los accionistas en a?os de m¨¢s gastos. La ley impide que esa reserva se dedique a inversiones.
El mercado financiero castig¨® la decisi¨®n con fuerza: el valor de la empresa cay¨® bruscamente: entre el viernes y el lunes perdi¨® 63.000 millones de reales (11.500 millones de euros). R¨¢pidamente todas las miradas se dirigieron al Gobierno, que tiene seis de los 11 asientos del consejo de administraci¨®n. Los representantes del Ejecutivo votaron en contra de la propuesta de la direcci¨®n de Petrobras de repartir por lo menos la mitad de los dividendos extraordinarios. El lunes, en plena pol¨¦mica y con Petrobras perdiendo valor en la Bolsa a espuertas, Lula se reuni¨® con el presidente de la petrolera, Jean Paul Prates. Mantuvieron una ¡°conversaci¨®n seria¡± sobre el rumbo de la empresa, dijo al salir.
Horas despu¨¦s, en una entrevista en televisi¨®n, sacaba pecho ante la controvertida decisi¨®n de Petrobras: ¡°Si atiendes s¨®lo la llorera del mercado no haces nada, porque el mercado, os voy a contar una cosa, el mercado es un rinoceronte, un dinosaurio voraz, lo quiere todo para ¨¦l y nada para el pueblo. ?Al mercado no le da pena la gente que pasa hambre? ?al mercado no le dan pena los 735 millones de personas que no tienen qu¨¦ comer?¡±, provoc¨®. Lula record¨® su promesa de campa?a de reducir el precio de los combustibles y del gas de cocina y, como en otras ocasiones, volvi¨® a cargar contra la equiparaci¨®n de precios con el mercado internacional. Petrobras, dijo Lula, no tiene que pensar apenas en los accionistas, sino en los 200 millones de brasile?os que son due?os o socios de esa empresa.
Tras el descalabro de los dos primeros d¨ªas, las acciones de Petrobras se recuperan poco a poco (subieron un tres por ciento el martes), mientras el mercado financiero medita sobre el futuro de la empresa. Un momento clave ser¨¢ la asamblea del 25 de abril, donde podr¨ªa quedar claro si la petrolera sigue firme en su pol¨ªtica de no repartir los dividendos extraordinarios.
Muchos analistas desempolvan estos d¨ªas como un fantasma los malos recuerdos de la pol¨ªtica de m¨¢s interferencia en la empresa durante el Gobierno de Dilma Rousseff (2011-2016) o la monumental crisis por el esc¨¢ndalo de corrupci¨®n que la Operaci¨®n Lava Jato destap¨® a partir de 2014. En los a?os de Bolsonaro (2019-2022) Petrobras vendi¨® muchos activos para reducir la deuda y la empresa se centr¨® m¨¢s en la explotaci¨®n de petr¨®leo. El l¨ªder ultraderechista tambi¨¦n lleg¨® a destituir a tres presidentes de la petrolera porque no lograban reducir los precios de los combustibles, un asunto muy sensible.
Para Lula, Petrobras tiene que recuperar su vocaci¨®n de motor econ¨®mico nacional, recuperando las inversiones en refiner¨ªas, plataformas petrol¨ªferas o industria naval para ser una enorme palanca de generaci¨®n de empleo. La empresa tiene un protagonismo destacado en los planes gubernamentales, sobre todo en el ambicioso Programa de Aceleraci¨®n del Crecimiento (PAC) y la transici¨®n energ¨¦tica, aunque acabar (o al menos disminuir) la explotaci¨®n de petr¨®leo no est¨¢ en el horizonte.
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