Mar¨ªa Corina Machado, la elecci¨®n sentimental de la ¡°candidata-no candidata¡±
Aunque Edmundo Gonz¨¢lez Urrutia es formalmente el candidato de la oposici¨®n, la aspirante que tiene el capital pol¨ªtico para ganar las elecciones es Machado
Venezuela se encamina hacia unas elecciones presidenciales signadas por la incertidumbre. La voz cantante la lleva una mujer que es la ¡°candidata-no candidata¡±. Maria Corina Machado se ha convertido en un fen¨®meno pol¨ªtico que sigue marcando hitos. Hoy es quien moviliza la energ¨ªa del voto. Hace un a?o, pocos apostaban por su permanencia en la accidentada ruta electoral. La pol¨ªtica ha transformado la campa?a presidencial venezola...
Venezuela se encamina hacia unas elecciones presidenciales signadas por la incertidumbre. La voz cantante la lleva una mujer que es la ¡°candidata-no candidata¡±. Maria Corina Machado se ha convertido en un fen¨®meno pol¨ªtico que sigue marcando hitos. Hoy es quien moviliza la energ¨ªa del voto. Hace un a?o, pocos apostaban por su permanencia en la accidentada ruta electoral. La pol¨ªtica ha transformado la campa?a presidencial venezolana en una elecci¨®n sentimental.
Machado fue inhabilitada por el Gobierno de Nicolas Maduro. Aun as¨ª, arras¨® en las primarias con m¨¢s del 90% de los votos, lleg¨® a superar el 60% de intenci¨®n de voto como precandidata a la presidencia y ha logrado endosar ese respaldo a quienes la han sustituido, no una vez, sino dos. Todo lo ha hecho, adem¨¢s, censurada en los medios tradicionales, acosada por el Gobierno y con la amenaza constante contra sus aliados.
Cada recorrido que hace por el pa¨ªs es seguido en las redes sociales y marca la agenda del chavismo. La gente la hace depositaria de sus dolores y de la esperanza de un cambio. Los encuadres de fotograf¨ªas la muestran una vez como La libertad guiando al pueblo al enarbolar una bandera de Venezuela en medio de las multitudes; en otras, como una representaci¨®n de La piedad, especialmente cuando los hombres la abrazan y lloran en sus brazos y, en otras oportunidades, la imagen es mas caribe?a. La vemos trepando en improvisadas tarimas, montada en el techo de alg¨²n veh¨ªculo, en un caballo o en una motocicleta, con una agilidad de quien hace cabriolas.
Para la historiadora Margarita L¨®pez Maya, Machado se ha transformado en una lideresa carism¨¢tica muy parecida a los expresidentes Carlos Andr¨¦s P¨¦rez (dos veces gobernante, entre 1974 y 1979 y 1989 y 1993) y Hugo Ch¨¢vez. En los meses precedentes tuvo que tomar decisiones duras. Entre ellas, seguir o no en el camino electoral. Luego de seleccionar como sustituta a Corina Yoris, una fil¨®sofa y fan¨¢tica del Real Madrid, que tambi¨¦n fue vetada por el Gobierno, Machado se decant¨® por un candidato que no quer¨ªa serlo: Edmundo Gonz¨¢lez Urrutia, un diplom¨¢tico que se siente m¨¢s c¨®modo detr¨¢s de las candilejas.
Cualquier guionista, a est¨¢s alturas, sabe que tiene los elementos para escribir una saga. Para la comunic¨®loga Mar¨ªa Fernanda Madriz, ¡°no habr¨ªa una Mar¨ªa Corina carism¨¢tica si no hubiese un pa¨ªs que la estaba esperando y en alguna medida la necesitaba. Todo un pa¨ªs. La gente, por supuesto, pero tambi¨¦n los partidos pol¨ªticos de todo talante que han tenido que salir a patear calles, tanto los que antes lo hac¨ªan y se apoltronaron, como los que nunca lo hicieron¡±.
?Pero qu¨¦ diferencia el liderazgo de Machado de otros liderazgos femeninos y masculinos, en la regi¨®n? Para Mireya Rodr¨ªguez, exparlamentaria y creadora de una academia para mujeres pol¨ªticas, Machado ¡°ha demostrado una capacidad notable para evolucionar y adaptarse a las circunstancias cambiantes de la pol¨ªtica venezolana¡±. ¡°Esta transformaci¨®n no solo ha sido pol¨ªtica, sino tambi¨¦n personal. Su enfoque en la empat¨ªa, la comprensi¨®n y la reunificaci¨®n de la familia ha fortalecido su liderazgo, haci¨¦ndolo m¨¢s inclusivo y sensible a las necesidades del pueblo venezolano¡±, prosigue.
De vuelta a lo menos simb¨®lico, L¨®pez Maya destaca que aunque Gonz¨¢lez Urrutia es el candidato de la oposici¨®n, la que tiene el capital pol¨ªtico para ganar esta elecci¨®n es Machado. ¡°Ella es la lideresa del cambio que lo endosa, como endosaba Ch¨¢vez a candidatos y alcaldes, entre otros¡±. Este efecto, que en Venezuela llaman portaviones, tiene impacto incluso en la acera contraria. El n¨²mero dos del chavismo, Diosdado Cabello, ajust¨® su plan de movilizaci¨®n al de Machado. No le pierde pie ni pisada. El militar la persigue de pueblo en pueblo. Todo lo cual le da un cariz m¨¢s heroico a la gesta de la opositora.
Para Madriz, el protagonismo de Machado puede indicar un escenario m¨¢s complejo de transformaci¨®n en el pa¨ªs. ¡°Ella es como un im¨¢n, pero el pathos colectivo la trasciende, en el entendido de que los imanes solo atraen hierro y no otros metales, y que el hierro no se encuentra en cualquier territorio. Im¨¢n y hierro necesitan coincidir en un tipo de terreno particular que les permite atraerse y encontrarse¡±. Amplia esta experta del Instituto de Investigacion de las Comunicaciones y estudiosa del expresidente R¨®mulo Betancourt que ¡°los cambios hist¨®ricos requieren de un terreno pol¨ªtico-social favorable para que un tipo espec¨ªfico de liderazgo haga sincron¨ªa y engrane con un estado particular del ¨¢nimo que, a su vez, ancla en una vivencia devenida supervivencia, en alguna medida, para casi todos los venezolanos¡±.
No es la primera vez que Venezuela vive un fen¨®meno de liderazgo carism¨¢tico. El m¨¢s reciente fue el de Ch¨¢vez. La periodista espa?ola Beatriz Lecumberri recogi¨® en su libro La revoluci¨®n sentimental, (Ediciones Puntocero, 2012) testimonios que reflejan el tipo de conexi¨®n que establecieron Ch¨¢vez, sus seguidores y tambi¨¦n sus detractores. Para Lopez Maya, lo que est¨¢ ocurriendo con Maria Corina Machado tiene de positivo que ella despert¨® la esperanza del cambio y con sus giras riega la semilla del movimiento nacional electoral, ¡°una pieza super importante para una participaci¨®n nutrida el 28-J y para abrir una transici¨®n democr¨¢tica¡±.
Pero hay otra cara de la moneda. ¡°Todos sabemos en carne propia las consecuencias de no poderle restricciones a liderazgos carism¨¢ticos, y m¨¢s a¨²n en Venezuela, donde no hay institucionalidad de contrapesos, puede continuarse el autoritarismo aunque de otro cu?o¡±. Para Mireya Rodriguez, quien analiza la carrera pol¨ªtica de Machado, los nuevos atributos de esta dirigente surgir¨¢n de acuerdo con los nuevos retos que le tocar¨¢n: entre ellos el resultado de la elecci¨®n del 28 de julio. Por ahora identifica tres ¨¢reas sensibles: la articulaci¨®n entre sus partidarios y los nuevos aliados; la gesti¨®n de los liderazgos cuestionados, as¨ª como su exposici¨®n f¨ªsica. Pese a la incertidumbre y las tensiones, los venezolanos vamos hacia una jornada electoral que es tan at¨ªpica que quien lidera el movimiento es una mujer a quien le negaron el derecho a inscribirse como candidata.
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