No permitamos que el pa¨ªs de las Luces caiga en mano de coaliciones extremistas

Como exdiputada y candidata a mi reelecci¨®n, lanzo un llamado a que se escuchen las voces razonables y moderadas de los franceses que residen en el exterior en la elecci¨®n m¨¢s importante de la historia reciente de Francia.

Tras la disoluci¨®n de la Asamblea Nacional francesa el pasado 9 de junio, se terminaron todos los mandatos de los diputados. Por esta raz¨®n, las francesas y los franceses, incluidos los de Am¨¦rica lat...

Como exdiputada y candidata a mi reelecci¨®n, lanzo un llamado a que se escuchen las voces razonables y moderadas de los franceses que residen en el exterior en la elecci¨®n m¨¢s importante de la historia reciente de Francia.

Tras la disoluci¨®n de la Asamblea Nacional francesa el pasado 9 de junio, se terminaron todos los mandatos de los diputados. Por esta raz¨®n, las francesas y los franceses, incluidos los de Am¨¦rica latina y del Caribe, tendr¨¢n que votar una vez m¨¢s para elegir a su representante. Esta disoluci¨®n interviene en un contexto de crecimiento importante de las ideas de la extrema derecha francesa en las ¨²ltimas elecciones del Parlamento europeo.

A lo largo de las ¨²ltimas semanas, esta situaci¨®n llev¨® a la formaci¨®n de tres bloques pol¨ªticos. Por una parte, el partido de derecha Les R¨¦publicains (LR) conoce la mayor crisis de su familia pol¨ªtica con la declaraci¨®n del actual presidente del partido, Eric Ciotti, de uni¨®n al Rassemblement National de Marine Le Pen (el principal partido de extrema derecha franc¨¦s). Por otra parte, los partidos de izquierda se unieron una vez m¨¢s en un Frente de izquierda liderado por el partido de extrema izquierda de Jean-Luc Melench¨®n, La France Insoumise (LFI). Finalmente, la coalici¨®n central se encuentra fragilizada debido a su d¨¦bil resultado en las elecciones europeas y la crisis generada por la sucesi¨®n al presidente Macron, quien no puede volver a presentarse.

El escenario m¨¢s probable es que ning¨²n bloque obtenga la mayor¨ªa absoluta necesaria para formar un gobierno, y que tanto el bloque de izquierda como el conformado por los partidos de derecha y de extrema-derecha se disloquen. Si bien el Frente de izquierda se presenta como un bloque s¨®lido y pretende ser la ¨²nica alternativa ante la subida de la extrema derecha, hay que recordar que hace apenas unas semanas todos los partidos que lo componen presentaban listas opuestas en las elecciones del Parlamento europeo que estaban en desacuerdo frontal sobre temas tan importantes como la pol¨ªtica econ¨®mica, energ¨¦tica, internacional y europea de Francia.

En este contexto, estas elecciones son uno de los desaf¨ªos mas importantes que los franceses tendr¨¢n que superar: por ello es vital un despertar de las consciencias pol¨ªticas.

Por mi parte, mi consciencia pol¨ªtica naci¨® en una familia dominicana que se opuso a la dictadura trujillista, y se consolid¨® en Francia frente al choque que represent¨® la llegada de Jean-Marie Le Pen a la segunda vuelta de la elecci¨®n presidencial en 2002. Toda mi vida he luchado y luchar¨¦ contra la extrema derecha, porque he podido ver que la llegada al poder de gobiernos populistas resulta en retrocesos inmensos de los derechos sociales, de los derechos de las mujeres, de las preocupaciones ambientales y ecol¨®gicas, y una divisi¨®n profunda de la sociedad.

Una victoria del partido de extrema derecha populista del Rassemblement Nacional en Francia tendr¨ªa las mismas consecuencias. Con mucha preocupaci¨®n observo que sus dirigentes defienden, entre otras medidas populistas, la supresi¨®n de la doble-nacionalidad, de las circunscripciones de los franceses en el extranjero, y sobre todo una ¡°preferencia nacional¡± que consistir¨ªa en distinguir los ¡°franceses de sangre¡± de los ¡°franceses de papel¡±. Pero la extrema derecha no es la ¨²nica amenaza a nuestros valores: los extremos tienen en com¨²n una forma de nacionalismo, proteccionismo y aislamiento de Francia sobre la escena internacional. Si bien es cierto que la extrema izquierda de Jean-Luc Melench¨®n no difunde el mismo discurso xen¨®fobo, s¨ª mantiene una ambig¨¹edad con relaci¨®n a los franceses que residen fuera de Francia. En efectos, estos franceses del exterior son muchas veces tildados de exilados fiscales, sobre los cuales la extrema izquierda ha indicado en repetidas ocasiones querer imponer un impuesto sobre la nacionalidad. Adem¨¢s, y de manera muy significativa, la extrema derecha francesa tanto como la extrema izquierda, se oponen a la conclusi¨®n de acuerdos de libre comercio, como fue el caso recientemente cuando se firm¨® el acuerdo de modernizaci¨®n del tratado entre la Uni¨®n Europea y Chile o durante el proceso de ratificaci¨®n del acuerdo global entre la UE y M¨¦xico.

Como exdiputada representante de los franceses residentes en Am¨¦rica latina y en el Caribe, considero determinante el rol y la influencia que pueden tener los franceses residentes en el extranjero en la vida pol¨ªtica francesa. No es un azar si los esca?os de los franceses en el extranjero fueron en los que se vot¨® menos por los extremos. Y esta elecci¨®n no debe ser una excepci¨®n.

Por eso, llamo a las francesas y los franceses residentes en el extranjero a participar activamente a la resoluci¨®n de esta crisis institucional y a usar sus voces para garantizar la creaci¨®n de un frente republicano, que abarque la coalici¨®n de centro de la que formo parte y a diputados moderados de diferentes formaciones pol¨ªticas. La movilizaci¨®n de las francesas y los franceses residentes en el extranjero permitir¨¢ que este frente republicano se mantenga fuerte en la Asamblea Nacional. Solo as¨ª lograremos evitar que Francia se corte del mundo y de su di¨¢spora.

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