Venezuela vive d¨ªas de ebullici¨®n ante la perspectiva de un posible cambio
La comunidad internacional intenta impulsar un acuerdo pol¨ªtico de ¨²ltima hora entre el chavismo y la oposici¨®n
En Venezuela, por primera vez en 25 a?os, se ha abierto la posibilidad de un cambio real. El chavismo, en el poder desde finales de los a?os noventa, llega muy desgastado a las elecciones presidenciales de este 28 de julio y, seg¨²n los sondeos m¨¢s fiables, la oposici¨®n tiene serias posibilidades de ganar. Llegados a este punto, todo el mundo se pregunta qu¨¦ ocurrir¨ªa al d¨ªa siguiente de un escenario como este. La comunidad internacional trata de conseguir, en estas dos semanas que quedan por delante, que las dos partes se sienten delante de un documento y firmen el compromiso de respetar el resultado, sea cual sea.
Detr¨¢s de ese acuerdo se encuentran, principalmente, los presidentes de Colombia y Brasil, Gustavo Petro y Lula Da Silva. Hace dos meses, en una reuni¨®n en Bogot¨¢, pactaron elaborar ese texto que debe servir de garant¨ªa para una posible transici¨®n en Venezuela. Las partes se comprometen a no alentar el fantasma del fraude y a no perseguir a sus rivales pol¨ªticos desde el Gobierno. Para unos, se trata de una manera de ense?arle una salida al chavismo, que desde hace una d¨¦cada gobierna un pa¨ªs arruinado econ¨®micamente y que ha vivido el mayor exilio de la historia de Latinoam¨¦rica, con m¨¢s de siete millones de migrantes.
Para otros, este acuerdo permite que el autoritarismo del chavismo, que controla todas las instituciones del Estado, no se agudice y Venezuela llegue a una situaci¨®n similar a la de Nicaragua o Cuba, donde no existe ning¨²n atisbo de voluntad democr¨¢tica. En el caso venezolano, Gobierno y oposici¨®n han negociado durante a?os un acuerdo pol¨ªtico en M¨¦xico que se refrend¨® en Barbados en octubre del a?o pasado. En la isla caribe?a se firm¨® celebrar elecciones presidenciales en el segundo semestre del a?o, lo que est¨¢ por ocurrir, y que el oficialismo permitiera la inscripci¨®n de los principales l¨ªderes de la oposici¨®n.
La l¨ªder indiscutible de la oposici¨®n
Lo segundo no se ha llegado a cumplir del todo. El chavismo utiliz¨® la maquinaria burocr¨¢tica para inhabilitar a Mar¨ªa Corina Machado, la l¨ªder indiscutible de la oposici¨®n. Machado hab¨ªa arrasado meses antes en unas primarias opositoras, en las que cosech¨® m¨¢s del 90% de los votos. En Venezuela no se contemplaba un fen¨®meno electoral semejante desde la irrupci¨®n de Hugo Ch¨¢vez en 1998. En encuestas, Machado venc¨ªa claramente a Nicol¨¢s Maduro, el presidente-candidato oficialista. Separada Mar¨ªa Corina de la carrera, ella, que en el pasado abogaba por no participar en elecciones anteriores para no validar al chavismo, est¨¢ decidida a continuar por la v¨ªa electoral y le ha cedido todo su capital pol¨ªtico a Edmundo Gonz¨¢lez Urrutia, un diplom¨¢tico de 74 a?os que hasta ahora se hab¨ªa movido entre los bastidores del poder.
Maduro, su operador pol¨ªtico Jorge Rodr¨ªguez y el vicepresidente del partido, Diosdado Cabello, pensaban que, sacada de la ecuaci¨®n Mar¨ªa Corina, el chavismo tendr¨ªa allanado el camino. No ha sido as¨ª. En muy pocas semanas, el desconocido Edmundo Gonz¨¢lez puntea en los sondeos. Sus actos, en los que va acompa?ado por Machado, mueven a multitudes. ?l reconoce con total naturalidad que el liderazgo le pertenece a ella y que ¨¦l solo es un instrumento de cambio para un bien mayor. ¡°Creen seriamente que pueden ganar, notan las ganas de cambio de la gente all¨¢ por donde van¡±, cuenta una fuente pr¨®xima al candidato. ¡°Pero existe la duda de si el chavismo va a querer soltar el poder, as¨ª como as¨ª. Queda muy poco tiempo y ese acuerdo de garant¨ªas no termina de concretarse¡±, a?ade.
A las intentonas de Petro y Lula, se ha unido la negociaci¨®n paralela del Gobierno con la Casa Blanca, reanudada a expensas de Maduro. El presidente venezolano descoloc¨® a todo el mundo al anunciar la semana pasada que aceptaba sentarse a discutir con la administraci¨®n de Joe Biden. Justo en este momento de m¨¢xima incertidumbre. Los funcionarios estadounidenses, despu¨¦s de tiras y aflojas durante a?os con el chavismo, no son muy optimistas y tienden a creer que se trata de una forma de ganar tiempo. Aunque el chavismo detenta el poder absoluto y deja muy pocos espacios a los opositores, su narrativa durante toda la campa?a se ha basado en que los antichavistas cuentan con el apoyo de Estados Unidos (¡±somos David contra Goliat¡±, ha repetido Maduro), y que las sanciones internacionales, que no les permiten vender petr¨®leo ni oro en el mercado internacional oficial, les hacen partir con desventaja.
¡°Para m¨ª, a d¨ªa de hoy, no est¨¢n garantizadas las elecciones¡±, se?ala una fuente del m¨¢s alto nivel al tanto de las negociaciones. ¡°Maduro puede decir que no se dan las condiciones para unas elecciones justas y que es mejor aplazarlas. Las encuestas que ellos mismos manejan son catastr¨®ficas para sus intereses. Pueden ver que el final est¨¢ cerca, pero no s¨¦ qu¨¦ tanto est¨¢n listos para reconocerlo¡±. La suspensi¨®n de los comicios podr¨ªa ocurrir y es algo de lo que se habla abiertamente en Venezuela, pese a que ya est¨¢ todo preparado. Pero existen otras formas de desnivelar la contienda. En estos escasos d¨ªas, por alg¨²n motivo ¡ªen realidad no se necesita ninguno¡ª las autoridades podr¨ªan inhabilitar a Edmundo Gonz¨¢lez y dejar solo a Maduro frente a otros opositores de muy poco peso, que punt¨²an por debajo del 3% en las encuestas.
Ni siquiera har¨ªa falta llegar tan lejos. Con solo quitar la candidatura de Gonz¨¢lez de la alianza de partidos con la que se presenta se abonar¨ªa la confusi¨®n y los votantes que se?alaran esa casilla perder¨ªan su voto. Edmundo Gonz¨¢lez aparece tres veces en esa tarjeta, Maduro un total de 13. Quitarle una al opositor podr¨ªa ser demoledor. En cualquier caso, todos los escenarios son posibles. Hay quien desconf¨ªa de que lo que pretenden Petro y Lula sea efectivo. Los acuerdos anteriores, como el de Barbados, no se han respetado. ?Por qu¨¦ ahora s¨ª?
Venezuela ha entrado en territorio desconocido. Historiadores, polit¨®logos, analistas y la gente de la calle se encuentran igual de perdidos. Pronosticar conlleva un riesgo. El verdadero reto, piensan muchos, comienza despu¨¦s del 28 de julio. Si las urnas arrojaran una victoria de Maduro, el pa¨ªs seguir¨ªa en la par¨¢lisis. Estados Unidos ha revertido el levantamiento de sanciones y la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca complicar¨ªa a¨²n m¨¢s las cosas. El presidente, no obstante, ha sido muy duro contra la gesti¨®n de su Gobierno en campa?a ¡ªa veces con m¨¢s dureza que la propia oposici¨®n¡ª y ha prometido acabar con la corrupci¨®n y la desidia. Si fuese derrotado y el chavismo lo reconociera, su lugar lo ocupar¨ªa Edmundo Gonz¨¢lez a partir del 10 de enero de 2025, quien ha prometido una transici¨®n ordenada, calmada, sin traumas ni ¨¢nimo vengativo. Gobernar¨ªa desde el Palacio de Miraflores, la sede del Gobierno, un pa¨ªs controlado casi de forma absoluta por el chavismo, desde el sistema judicial hasta el Ej¨¦rcito. Algunos visualizan esa escena; otros la ven casi imposible y creen que nada va a cambiar, aunque tampoco pueden asegurarlo. Venezuela vive horas de incertidumbre.
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