Brasil celebra que el G-20 considere su plan para tasar las grandes fortunas

Las grandes fortunas del mundo tienen que pagar m¨¢s impuestos. Es lo que defiende Brasil desde la presidencia del G-20, y este viernes, los 20 pa¨ªses m¨¢s ricos del mundo dieron un paso adelante, aunque t¨ªmido, en esa direcci¨®n. Tras dos d¨ªas reunidos en R¨ªo de Janeiro, los ministros de Finanzas del grupo lograron el consenso necesario para afirmar que la evasi¨®n fiscal de los megaricos es un problema que hay que combatir. El ministro de Econom¨ªa brasile?o, Fern...

Las grandes fortunas del mundo tienen que pagar m¨¢s impuestos. Es lo que defiende Brasil desde la presidencia del G-20, y este viernes, los 20 pa¨ªses m¨¢s ricos del mundo dieron un paso adelante, aunque t¨ªmido, en esa direcci¨®n. Tras dos d¨ªas reunidos en R¨ªo de Janeiro, los ministros de Finanzas del grupo lograron el consenso necesario para afirmar que la evasi¨®n fiscal de los megaricos es un problema que hay que combatir. El ministro de Econom¨ªa brasile?o, Fernando Haddad, estaba muy satisfecho con el resultado: ¡°Es una gran victoria de la diplomacia brasile?a [¡­] un avance bastante significativo. Siempre fuimos optimistas sobre el resultado, pero super¨® nuestras expectativas iniciales¡±, dijo en la rueda de prensa de cierre de la reuni¨®n.

La propuesta brasile?a, basada en estudios del economista franc¨¦s Gabriel Zucman, prev¨¦ que si todos los milmillonarios del mundo (los que tienen una fortuna de 1.000 millones de d¨®lares o m¨¢s) pagasen un tributo del 2% sobre su riqueza podr¨ªan recaudarse entre 200.000 y 250.000 millones de d¨®lares. Se ver¨ªan afectadas poco m¨¢s de 3.000 personas.

Pero el documento aprobado este viernes no entra en detalles ni mucho menos. Desde posiciones gen¨¦ricas y reforzando en todo momento que los pa¨ªses son soberanos para decidir sobre sus sistemas tributarios, s¨ª subraya que es importante que todos los contribuyentes, ¡°incluidas las personas con un patrimonio neto ultra alto, contribuyan con su parte justa en impuestos¡±, y que una ¡°evasi¨®n fiscal agresiva¡± de estos individuos puede ¡°socavar la equidad de los sistemas tributarios¡±. La propuesta de Brasil se seguir¨¢ debatiendo de aqu¨ª a noviembre, cuando R¨ªo de Janeiro acoger¨¢ la cumbre de jefes de Estado del Gobierno y podr¨ªa haber m¨¢s avances.

No obstante, el camino no parece f¨¢cil. La secretaria del Tesoro de EE UU, Janet Yellen, evidenci¨® que no es muy partidaria de trabajar en un acuerdo a escala planetaria: ¡°Para la mayor¨ªa de pa¨ªses tiene sentido abordar la tributaci¨®n progresiva (¡­) pero la pol¨ªtica tributaria es muy dif¨ªcil de coordinar globalmente y no vemos la necesidad, ni creemos que sea deseable, intentar negociar un acuerdo global sobre eso; todos los pa¨ªses deber¨ªan certificar que sus sistemas tributarios son justos y progresivos¡±, dijo la representante del Gobierno de Joe Biden. Si Donald Trump vuelve a la Casa Blanca, las perspectivas pueden ser a¨²n menos halag¨¹e?as.

Espa?a es uno de los pa¨ªses a favor del plan de Brasil. El ministro de Econom¨ªa, Carlos Cuerpo, presente en las negociaciones, rest¨® importancia a las reticencias de EE UU. ¡°Es una discusi¨®n que acaba de empezar. Es pronto para cantar victoria o para darlo todo por cerrado. Es importante tener pasos pr¨¢cticos para seguir avanzando en esta discusi¨®n¡±, afirm¨® en declaraciones a este diario.

El otro gran plan de Brasil para el G-20, una alianza a nivel mundial para erradicar el hambre, s¨ª parece lograr un consenso con menos peros, aunque como casi siempre en estos casos, hay m¨¢s buenas intenciones que hechos tangibles. El primer esbozo de la ¡°Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza¡± lo present¨® el mi¨¦rcoles Lula da Silva en un acto solemne y cargado de simbolismo.

Desde un almac¨¦n que es la sede de una ONG pionera en el reparto de comida a los m¨¢s pobres, vestido con la corbata que guarda para las ocasiones importantes, y visiblemente emocionado, el l¨ªder brasile?o hizo un llamamiento para pasar a la acci¨®n: ¡°Nunca tantos tuvieron tan poco, y tan pocos concentraron tantas riquezas. Nada es tan absurdo e inaceptable como la persistencia del hambre y de la pobreza, cuando tenemos a disposici¨®n tanta abundancia. Es una constataci¨®n que pesa en nuestra conciencia. Ning¨²n tema es m¨¢s desafiante y actual para la humanidad¡±, afirm¨®.

Entre Roma y Brasilia

El documento que crea la alianza fue aprobado por aclamaci¨®n durante una reuni¨®n con ministros de Desarrollo del G-20, aunque de momento no hay muchos detalles. Se sabe que funcionar¨¢ con un secretariado alojado en parte en la sede de la FAO, en Roma, y en parte en Brasilia. Anticip¨¢ndose a las cr¨ªticas por impulsar el en¨¦simo aparato burocr¨¢tico in¨²til, Lula prometi¨® que la estructura de la alianza ser¨¢ ¡°peque?a, eficiente y provisional¡±, porque se desactivar¨¢ en 2030.

Tambi¨¦n prometi¨® que la mitad de los costes los cubrir¨¢ Brasil, aunque a d¨ªa de hoy no est¨¢ claro qu¨¦ presupuesto necesitar¨¢. Seg¨²n el Gobierno brasile?o, no se trata de recaudar nuevos fondos, sino de hacer que lleguen donde m¨¢s se necesita. ¡°Vamos a usar recursos globales que ya existen, pero est¨¢n dispersos¡±. De momento, Noruega y Espa?a aportar¨¢n un mill¨®n de euros cada uno. Para que el resto de pa¨ªses se animen a participar, Brasil prometi¨® pagar la mitad de los costes de la alianza, que se presentar¨¢ oficialmente durante la cumbre del G20 que se celebrar¨¢ en noviembre en R¨ªo.

La lucha contra el hambre es, probablemente, la principal bandera de la trayectoria pol¨ªtica de Lula, y que Brasil dejara el Mapa del Hambre de la ONU en 2014, uno de sus mayores orgullos. El pa¨ªs volvi¨® a la lista en 2022, por los efectos de la pandemia y los cambios en la gesti¨®n de las ayudas sociales durante el Gobierno de Jair Bolsonaro. El mismo d¨ªa en que Lula presentaba su gran plan, la FAO divulg¨® su informe anual sobre seguridad alimentaria. El Gobierno brasile?o celebr¨® que en 2023, la ¡°inseguridad alimentaria severa¡± (un tecnicismo que b¨¢sicamente quiere decir hambre), cay¨® un 85% en Brasil, lo que significa que en un a?o 14,7 millones de brasile?os dejaron de sentirse hambrientos, pasando del 8% al 1,2% de la poblaci¨®n. Lula prometi¨® que en 2026, el ¨²ltimo a?o de su mandato, Brasil volver¨¢ a quedar fuera de la fat¨ªdica lista de la ONU.

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