Estados Unidos espi¨® a Lula da Silva durante 50 a?os y elabor¨® m¨¢s de 800 informes sobre el presidente brasile?o

El Gobierno de Estados Unidos ha estado espiando al presidente brasile?o, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, durante m¨¢s de cinco d¨¦cadas. Esa vigilancia tuvo como resultado un total de 819 documentos que suman 3.300 p¨¢ginas. La gran mayor¨ªa de los informes fueron elaborados por la CIA, la agencia de inteligencia estadounidense. La informaci¨®n est¨¢ ahora en manos del escritor y bi¨®grafo de Lula, Fernando Morais, que lleva tres a?os intentado acceder a estas informaciones y finalmente lo ha conseguido gracias a un prestigioso bufete de abogados, Pogust Goodhead, y a la Ley de Acceso a la Informaci¨®n de EEU U, seg¨²n revel¨® al diario Folha de S?o Paulo.

Morais pidi¨® acceder a documentos que abarcan la pr¨¢ctica totalidad de la trayectoria pol¨ªtica de Lula: desde 1966, cuando daba sus primeros pasos como l¨ªder sindical en una f¨¢brica metal¨²rgica de las afueras de S?o Paulo, hasta 2019, cuando sali¨® de la c¨¢rcel y empez¨® la resurrecci¨®n pol¨ªtica que culmin¨® con su ajustada victoria frente a Jair Bolsonaro.

¡°El presidente a¨²n estaba preso cuando consegu¨ª poderes para recopilar en su nombre todos los registros existentes en las agencias (¡­) Marearon mucho la perdiz, y como ped¨ª una cantidad grande, sintieron que pod¨ªan tardar en entregar¡±, explic¨® Moraes al citado diario. El resultado demor¨®, pero es bastante denso: se encontraron 613 documentos de la CIA donde Lula aparece citado, 111 del Departamento de Estado, 49 de la Agencia de Inteligencia de Defensa, 27 del Departamento de Defensa, ocho del Comando Sur de EE UU (una unidad de apoyo a las Fuerzas Armadas estadounidenses) y uno del Comando Cibern¨¦tico del Ej¨¦rcito.

De momento, ni el FBI ni la NSA han respondido a las peticiones de Morais, que a¨²n no ha tenido acceso al material completo. Tampoco se sabe si Lula est¨¢ siendo vigilado de nuevo en su tercer mandato. Lo que s¨ª parece claro es que EEUU espi¨® a Lula en sus dos primeros gobiernos (2003-2007) y (2007-2010), pero tambi¨¦n bastante antes, cuando organizaba huelgas masivas y preparaba la fundaci¨®n del Partido de los Trabajadores (PT) a finales de los a?os 70. De sus a?os en el poder se sabe que las agencias estadounidenses se interesaron, por ejemplo, en su relaci¨®n con China y con Oriente Medio, en los planes militares brasile?os, en la relaci¨®n con su sucesora, la expresidenta Dilma Rousseff o en la petrolera de capital mixto Petrobras, la mayor empresa del pa¨ªs.

El bi¨®grafo del presidente brasile?o vive pegado a ¨¦l y hace tres a?os public¨® Lula, una primera parte de su biograf¨ªa (en espa?ol editada por Planeta). Ahora planea incluir parte de estas nuevas informaciones en el segundo tomo sobre su vida pol¨ªtica, que se prev¨¦ que vea la luz en los pr¨®ximos meses.

Hasta el momento, Lula no se pronunci¨® sobre el espionaje, pero probablemente no habr¨¢ recibido la noticia con excesiva sorpresa. No es la primera vez que se desvela que el gobierno de EE UU vigilaba a las autoridades brasile?as. En 2013, documentos obtenidos por el ex t¨¦cnico de la NSA Edward Snowden y el periodista Glenn Greenwald confirmaron que la entonces presidenta Rousseff hab¨ªa sido espiada. Dos a?os despu¨¦s, gracias a WikiLeaks, se supo que se hab¨ªan pinchado al menos 29 tel¨¦fonos, tanto de Rousseff como de ministros y asesores. El esc¨¢ndalo provoc¨® una fuerte crisis diplom¨¢tica con la administraci¨®n de Barack Obama: la presidenta brasile?a cancel¨® un viaje oficial a Washington a ¨²ltima hora y las cosas s¨®lo empezaron a mejorar despu¨¦s de una visita a Brasilia del entonces vice presidente, Joe Biden.

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