El atentado contra la voluntad popular y la democracia en Venezuela
La resoluci¨®n de esta crisis es fundamental no solo para Venezuela, sino para la salud democr¨¢tica de Am¨¦rica Latina. No podemos permitir que este atropello
La reciente proclamaci¨®n de Nicol¨¢s Maduro como ganador de las elecciones presidenciales en Venezuela ha sumido al pa¨ªs en una crisis pol¨ªtica y electoral sin precedentes. La falta de transparencia en el proceso de escrutinio por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE)...
La reciente proclamaci¨®n de Nicol¨¢s Maduro como ganador de las elecciones presidenciales en Venezuela ha sumido al pa¨ªs en una crisis pol¨ªtica y electoral sin precedentes. La falta de transparencia en el proceso de escrutinio por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) descalifica la legitimidad de los resultados oficiales, generando un clima de profunda desconfianza e incertidumbre.
Como presidenta de la Junta Nacional de Escrutinio (JNE) de Panam¨¢ en 2019 y 2024, he tenido la responsabilidad de liderar procesos electorales en situaciones de estrecho margen (2% de diferencia en 2019) y de gran controversia (2024). Esta experiencia me permite afirmar con convicci¨®n que la esencia de un proceso electoral ¨ªntegro radica en la custodia fiel de la voluntad popular.
En Panam¨¢, nuestro sistema electoral se distingue por el papel protag¨®nico de la sociedad civil en el escrutinio y la proclamaci¨®n de los ganadores. Este modelo, que pone el poder directamente en manos de los ciudadanos, contrasta marcadamente con lo ocurrido en Venezuela. En nuestro pa¨ªs, el escrutinio es un proceso p¨²blico y transparente, donde cada acta determina el resultado de cada mesa, sin margen para interpretaciones arbitrarias de funcionarios. Los resultados son compartidos abiertamente entre todos los interesados: miembros de mesa, representantes de los candidatos y votantes.
La situaci¨®n en Venezuela es alarmante. Jennie Lincoln, jefe de la misi¨®n electoral del Centro Carter, ha presentado evidencia contundente que cuestiona la victoria proclamada de Maduro. Su an¨¢lisis de 24.533 actas (81.7% del total) sugiere una victoria aplastante de Edmundo Gonz¨¢lez Urrutia, con casi el 70% de los votos, una proporci¨®n de 2 a 1 frente a Maduro. Naciones Unidas ha ratificado el megafraude perpetrado en Venezuela ante los ojos del mundo.
Los puntos clave de esta controversia son profundamente preocupantes:
1. La transmisi¨®n de resultados aparentemente se realiz¨® sin interrupciones, contradiciendo las acusaciones de interferencia e intentos de hackeo.
2. Las declaraciones del presidente del CNE son inconsistentes con los datos verificados independientemente.
3. El CNE ha incumplido su promesa de publicar los resultados detallados y entregar copias digitales a los partidos.
4. La integridad de las actas es fundamental, y su alteraci¨®n masiva ser¨ªa un proceso extremadamente complejo y detectable.
5. Parad¨®jicamente, el sistema electoral venezolano es tecnol¨®gicamente avanzado, lo que hace a¨²n m¨¢s sospechosa la falta de transparencia.
Pero lo ocurrido en Venezuela no es simplemente un fraude electoral. Es una afrenta directa al pueblo venezolano y a los principios fundamentales de la democracia. Ning¨²n funcionario tiene el derecho de subvertir la voluntad popular. Esto no es una mera interpretaci¨®n de la ley, sino su flagrante violaci¨®n
Es imperativo tomar medidas inmediatas que incluyen: la publicaci¨®n ¨ªntegra y sin demora de todas las actas de votaci¨®n; la realizaci¨®n de una auditor¨ªa independiente y transparente del proceso electoral; la apertura de un di¨¢logo genuino entre todas las partes para encontrar una soluci¨®n que respete la voluntad del pueblo.
La comunidad internacional debe asumir un papel activo, utilizando todas las herramientas a su alcance a fin de que las autoridades venezolanas act¨²en con transparencia, ofreciendo mediaci¨®n para resolver esta crisis.
Lo ocurrido trasciende las fronteras de Venezuela y plantea un desaf¨ªo para la integridad democr¨¢tica de toda la regi¨®n. Solo mediante un proceso electoral transparente y verificable, en el que la sociedad civil sea la gran protagonista, -y es lo que ha ocurrido de hecho en Venezuela pues es justo la sociedad la que custodi¨® la voluntad popular vertida en las actas-, es que se podr¨¢ restaurar la confianza en las instituciones democr¨¢ticas venezolanas.
La resoluci¨®n de esta crisis es fundamental no solo para Venezuela, sino para la salud democr¨¢tica de Am¨¦rica Latina. No podemos permitir que este atropello a la voluntad popular quede sin consecuencias. Es un tema que exige la atenci¨®n y acci¨®n continua de la comunidad internacional y de todos los defensores de la democracia.
Ya se ha demostrado que cuando la sociedad civil asume grandes responsabilidades en el proceso electoral, se fortalece la confianza y la legitimidad de los resultados. Es este modelo de transparencia y participaci¨®n ciudadana el que deber¨ªa servir de ejemplo para resolver la crisis venezolana y fortalecer los procesos democr¨¢ticos en toda la regi¨®n. La voluntad de Maduro no puede imponerse sobre la voluntad popular y hay que levantarse a defender la democracia venezolana.
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