La Cuba de las ¡®mipymes¡¯, una isla con Doritos y frijoles Goya donde la gente pasa hambre
El sector privado se abre paso en medio de la peor crisis reciente. Seg¨²n datos oficiales, hay m¨¢s de 11.000 peque?os negocios que abastecen a la poblaci¨®n con productos que no tiene el Estado. Pero no todos se los pueden permitir
En Cuba, ese pa¨ªs donde hay gente que pasa hambre, hoy puedes encontrar alimentos que hasta hace unos a?os nadie conoc¨ªa, como sirope de chocolate de la marca Hersey¡¯s, salsa de tomate Hunts, frijoles negros Goya, saz¨®n completo Badia, aceite de spray Pam, galleticas Mar¨ªa, paquetes de Doritos, sorbetos Ranchero o latas de ch¨ªcharos, ma¨ªz y vegetales mixtos de la l¨ªnea Country Barn. As¨ª luce el cat¨¢logo de Mercatoria, una compa?¨ªa de distribuci¨®n minorista y mayorista de productos de aseo, limpieza, alimentos y bebidas, que tiene sus almacenes en Luyan¨®, en La Habana, y sus oficinas en el c¨¦ntrico barrio del Vedado. Quienes viven en Cuba y no tienen dinero o viven de su salario probablemente no lo sepan, como tampoco sabr¨¢n que hay un sitio que ofrece toallitas h¨²medas Wet Ones, protector solar Banana Boat, jab¨®n l¨ªquido Palmolive y estuches de cepillos de dientes Colgate. Y no, no se trata de otro pa¨ªs, no lleg¨® el capitalismo, ni lo invadi¨® Estados Unidos.
Aldo ?lvarez, el due?o de Mercatoria, parece un tipo con carisma, se mueve con gracilidad. Lleva la barba ordenada, los lentes negros, y tiene las maneras y los gestos de un negociante. Es abogado y ofreci¨® por varios a?os servicios a empresas extranjeras que operaban en el mercado cubano. As¨ª aprendi¨® del mundo de la importaci¨®n, el comercio y los contratos. Se fue a vivir a Espa?a hace tiempo y regres¨® a Cuba en 2018. Tres a?os despu¨¦s, cuando el Gobierno de Miguel D¨ªaz-Canel anunci¨® la inclusi¨®n de ¡°nuevos actores¡± en la econom¨ªa cubana, y por consiguiente la apertura de las micro, peque?as y medianas empresas privadas conocidas como mipymes, ?lvarez se convirti¨® en empresario. ¡°Yo vi una oportunidad en algo que sab¨ªa hacer, en lo que ten¨ªa experiencia y pod¨ªa desarrollar¡±, asegura.
Mercatoria comenz¨® con un proyecto de cinco personas que distribu¨ªan a domicilio productos para restaurantes o cafeter¨ªas. En los inicios, importaban principalmente desde Espa?a o M¨¦xico. ¡°Estamos hablando del medio de la covid, donde encontrar productos era dif¨ªcil, donde los negocios estaban vueltos locos buscando suministros, hab¨ªa mucho desabastecimiento¡±, dice. Ah¨ª identific¨® la oportunidad de negocio para cubrir las necesidades de los cubanos con poder adquisitivo en aquel momento.
En Mercatoria compran los que pueden. Seg¨²n ?lvarez, tiene clientes de todo tipo: ¡°Hay quien a¨²n se alimenta con la libreta de abastecimiento y rellena su dieta con una compra espec¨ªfica. Hay quienes reciben ingresos o trabajan en el sector privado y van a la tienda privada del barrio¡±.
Desde su apertura, el cat¨¢logo de Mercatoria ha crecido y han aumentado sus clientes. Sus microbuses distribuyen insumos a cafeter¨ªas, puntos de venta, tiendas o centros de elaboraci¨®n en toda La Habana. Ya hicieron, incluso, su propia cafeter¨ªa, su propio centro de elaboraci¨®n, una panader¨ªa y est¨¢n acabando una peque?a industria de pastas.
Si le preguntas a ?lvarez si no le ha pasado por la cabeza que ma?ana el Gobierno cubano le quite su negocio, desaparezca Mercatoria y que de la noche al d¨ªa deje de ser empresario, dir¨¢ que el escenario obviamente ¡°genera mucha incertidumbre¡±. No ser¨ªa algo extra?o. En a?os anteriores, en medio de otras crisis, el Gobierno acudi¨® a los trabajadores por cuenta propia, a los emprendedores, a los negociantes para que se encargaran de lo que el Estado no pod¨ªa. Luego, al m¨ªnimo respiro econ¨®mico, despoj¨® a no pocos de sus licencias. A inicios del Periodo Especial de los 90, Fidel Castro, cerrado desde principios de la Revoluci¨®n a cualquier cosa que se asemejara a la propiedad privada, tuvo que autorizar la apertura de paladares y algunos negocios ante el impacto que constituy¨® la p¨¦rdida de la ayuda sovi¨¦tica. La familia cubana vendi¨® comida en las salas de sus casas, bajo incontables restricciones. Ra¨²l Castro, durante su mandato, volvi¨® a abrir espacio al cuentapropismo. Unos a?os despu¨¦s, a pesar del dinamismo que este sector inyect¨® a la econom¨ªa, volvieron a restringir las licencias. En 2021, a solo un mes de las protestas del 11 de julio en la que los cubanos tomaron las calles hastiados de la crisis econ¨®mica y la falta de libertades, D¨ªaz-Canel anunci¨® la apertura de mipymes acompa?ada de un listado de restricciones, prohibiciones y regulaciones, y dejando claro que el principal actor de la econom¨ªa cubana era la empresa estatal socialista. ?Ante este panorama, por qu¨¦ ahora alguien querr¨ªa apostar por abrir un negocio en Cuba?
?lvarez reconoce que los emprendedores cubanos son ¡°emprendedores extremos¡±, que hacen lo que pueden con lo que tienen. Pero ¨¦l quiere permanecer en Cuba. Cree que hay nuevas oportunidades que, pese a las ides y venidas, el sector privado cubano ha ganado en los ¨²ltimos 14 a?os. ¡°Todav¨ªa estamos muy atados, pero aun as¨ª hay oportunidades a desarrollar en lo que es tu pa¨ªs, y hay personas que lo est¨¢n haciendo, apostando por poder participar de manera econ¨®mica. Tienes que tener ganas de echarla en Cuba¡±, dice. ¡°Ahora estamos en un momento de cierto reajuste. ?Pero puede el sector privado perder parte de lo que ha ganado en estos tres a?os? Puede ser. La pregunta que yo me hago siempre es: ?esto tiene marcha atr¨¢s? ?Y hasta d¨®nde?¡±.
La ¡°propiedad privada¡±, el mayor cambio de los ¨²ltimos tiempos en Cuba
Lo que muchos due?os mipymes y economistas consideran un cambio importante es que por primera vez la Constituci¨®n hable de ¡°propiedad privada¡±, cuando en todos los a?os de la Revoluci¨®n sus gobernantes huyeron de esa palabra. Hasta ahora, en Cuba se hab¨ªa evitado hablar de sector privado disfraz¨¢ndolo de ¡°sector no estatal¡±, ¡°emprendedurismo¡± o ¡°cuentapropismo¡±. Es, seg¨²n el economista Ricardo Torres, exinvestigador del Centro de Estudios de la Econom¨ªa Cubana y profesor en la American University de Washington, ¡°el cambio m¨¢s importante que ha ocurrido en Cuba en much¨ªsimo tiempo¡±.
Otra novedad con la llegada de las mipymes fue que el Gobierno permiti¨® que los actores econ¨®micos tuvieran personalidad jur¨ªdica, lo que les garantiza seguridad y ventajas legales. ¡°Nunca hab¨ªamos tenido personalidad jur¨ªdica¡±, dice Dari¨¦n Garc¨ªa, fundador de Gestor¨ªa Conf¨ªas, una Mipyme ubicada en el piso ocho del m¨ªtico edificio Focsa, que ofrece servicios de contabilidad y acompa?amiento a directivos de negocios. ¡°Antes, cuando eras trabajador por cuenta propia, era mucho m¨¢s f¨¢cil quitarte un negocio, pero con personalidad jur¨ªdica es m¨¢s complicado. Hacer una empresa inscrita en notar¨ªa y amparada en un marco jur¨ªdico empresarial, te pone en una posici¨®n en la que est¨¢s hablando de t¨² a t¨² con el resto del sector jur¨ªdico, en igualdad de condiciones¡±.
La gente coincide en que en Cuba los negocios dejaron de tener nombre para llamarse todos Mipyme. Si alguien necesita un jab¨®n o arroz, va a la Mipyme, si preguntas d¨®nde comprar batido de guayaba, te dir¨¢n que en la mipyme de la esquina. Pero tambi¨¦n hay mipymes para hacer sistemas de energ¨ªa solar, arreglos florales, comprar muebles tipo IKEA o drones, o mipymes que son boleras, negocios de piscicultura, salones de juego, peque?os hoteles, tiendas que venden piezas de ¨®mnibus o autos y cafeter¨ªas que imitan a Starbucks. Seg¨²n las cifras del Ministerio de Econom¨ªa y Planificaci¨®n, hasta junio, en Cuba hab¨ªa 11.046 entidades privadas que emplean unos 297.000 trabajadores, m¨¢s del 15% de la fuerza laboral del pa¨ªs. En 2023, el sector privado import¨® m¨¢s de 1.300 millones de d¨®lares y hoy contribuyen con el 14% del PIB.
¡°Hay mipymes de todo¡±, asegura Garc¨ªa, quien trabaja creando otras mipymes a clientes de empresas comercializadoras, de construcci¨®n y negocios vinculados al sector de la gastronom¨ªa. Mercatoria, por ejemplo, es uno de sus clientes. Ahora mismo, dice, no es un buen momento. Est¨¢ creando solo tres mipymes, pero en otros meses le han llegado hasta doce solicitudes en un mes.
Los cubanos se lanzaron a abrir negocios privados cuando en mayo la Administraci¨®n de Biden anunci¨® nuevas medidas para beneficiar a este sector en la Isla, que revocaron muchas de las restricciones impuestas por Trump. El republicano hab¨ªa dado marcha atr¨¢s a la pol¨ªtica de apertura de Barack Obama, quien se reuni¨® en 2016 con empresarios y emprendedores cubanos durante su visita a Cuba. En el encuentro les pregunt¨®: ¡°?Qu¨¦ necesitas para progresar?¡±, y les dijo que el futuro de la econom¨ªa cubana iba ¡°a avanzar con su trabajo¡±. El mandato de Ra¨²l Castro, marcado por el restablecimiento de relaciones con Estados Unidos, hizo despegar el sector privado.
¡°La ¨¦poca de Obama, a nivel global, y en respuesta a la Gran Recesi¨®n, tuvo un gran ¨¦nfasis en promover el emprendimiento¡±, asegura Ricardo ¡®Ric¡¯ Herrero, Director Ejecutivo del Cuba Study Group, organizaci¨®n que, desde EE UU apoya al empresariado en Cuba. ¡°Esto coincide con la apertura del sector no estatal en Cuba, que todav¨ªa operaba a base de licencias, sin personalidad jur¨ªdica, pero que generaba muchas expectativas de cambios. Se especula que hubo mucha resistencia interna a estas aperturas de Ra¨²l Castro, hab¨ªa resistencia a abrir la econom¨ªa porque ve¨ªan una amenaza a su monopolio¡±.
Si bien Trump ech¨® por el suelo muchos de los avances de Obama en el acercamiento hacia Cuba, las expectativas de que Biden retomara sus pol¨ªticas de apertura no fueron ni tan aceleradas ni tan eficientes como se esperaba. Hace unos meses, entre otras cosas, la administraci¨®n dem¨®crata extendi¨® la posibilidad de que los empresarios cubanos pudieran abrir cuentas en bancos de Estados Unidos, autorizaron las transferencias U-turn (que empiezan y terminan fuera de EE UU) y se comprometieron a facilitar la comunicaci¨®n por Internet.
Las medidas de Biden han sido particularmente atacadas por una parte del ala conservadora cubanoamericana. En Cuba, los due?os de negocios las han tomado con escepticismo. ¡°Ya a m¨ª me mordi¨® el perro de Obama¡±, asegura Garc¨ªa. ¡°?Entonces me est¨¢s haciendo el anuncio cuatro meses antes de las elecciones? Vamos a esperar a que pasen las elecciones y despu¨¦s veremos. Todav¨ªa hay gente con cuentas congeladas en Estados Unidos, muchos corrieron a hacer cuentas bancarias cuando Obama, y cuando lleg¨® Trump congelaron las cuentas, pusieron multas. ?Entonces, qu¨¦ banco se va a atrever ahora a hacer esa operaci¨®n? ?Y qu¨¦ persona se va a atrever a hacer esa operaci¨®n con qu¨¦ banco? ?Y si sale Trump?¡±, se pregunta.
Las mipymes, ¡°chivos expiatorios¡± del Estado cubano
El Grupo de Construcciones Pilares pas¨® en 2018 de ser identificado como trabajadores por cuenta propia a convertirse en mediana empresa en 2021, la m¨¢xima categor¨ªa permitida en Cuba para las privadas. Con un equipo de ingenieros, arquitectos y operarios, en solo seis a?os han brindado servicios de construcci¨®n a m¨¢s de 100 proyectos en todo el pa¨ªs.
La ingeniera Yulieta Hern¨¢ndez D¨ªaz, de 38 a?os, es su fundadora. Para ella, el cambio m¨¢s significativo desde que dej¨® de ser cuentapropista y pas¨® a ser empresaria est¨¢ en el marco regulatorio. ¡°Luego de septiembre de 2021, pasamos de tener un listado de actividades permitidas para tener un listado de actividades prohibidas. Esto abri¨® un gran abanico de posibilidades y oportunidades para emprender como actores econ¨®micos privados en Cuba¡±.
Esta tambi¨¦n es una de las cr¨ªticas a la iniciativa del Gobierno, que mantiene restringidas m¨¢s de 100 actividades, entre las que est¨¢n las de capacitaci¨®n profesional, la limitaci¨®n de solo 100 empleados por negocio, la imposibilidad de tener inversi¨®n extranjera en el sector privado, o de comprar inmuebles y poseer tierras. Con el tiempo, el Gobierno ha a?adido restricciones. Un reciente anuncio enlist¨® 125 nuevas actividades econ¨®micas que quedan prohibidas en el pa¨ªs, como la fabricaci¨®n y reparaci¨®n de equipos m¨¦dicos, la fabricaci¨®n de productos farmac¨¦uticos, la edici¨®n y maquetaci¨®n de libros, la producci¨®n audiovisual y algunas actividades relacionadas con el transporte.
A Hern¨¢ndez le afecta la imposibilidad de tener m¨¢s de 100 trabajadores. ¡°El sector de la construcci¨®n demanda equipos de trabajo de gran cantidad de personal¡±, asegura. ¡°Este es un tema muy sensible en Cuba. El l¨ªmite de 100 ocupados est¨¢ dise?ado para evitar la concentraci¨®n de capitales y de medios de producci¨®n, un principio del socialismo. Pero limita el crecimiento de los negocios en el pa¨ªs¡±.
Cuba acudi¨® a la apertura de las mipymes en medio de la que es hasta hoy, probablemente, la mayor crisis econ¨®mica de la historia de la Revoluci¨®n. El pa¨ªs termin¨® el 2023 con una inflaci¨®n del 30% al cierre del a?o, una econom¨ªa contra¨ªda al 2% y una depreciaci¨®n de la moneda de m¨¢s del 50 % frente al d¨®lar y al euro en el mercado informal. Son los negocios privados los que se est¨¢n haciendo cargo hoy de lo que el Estado cubano no puede. El pan podr¨ªa ser el mayor de estos s¨ªmbolos, un producto que por a?os el Gobierno garantiz¨® y racion¨® a trav¨¦s de la libreta de abastecimiento. Hoy las mipymes importan la harina que no puede comprar el Estado por falta de dinero o confianza de los vendedores, y fabrican el pan en los hornos con los que el Estado no cuenta. Los cubanos no pocas veces han culpado a los nuevos negocios privados de los altos precios que hoy tienen los productos b¨¢sicos, y el Gobierno ha echado mano de esta narrativa.
A pesar de que el sector privado suple muchas veces la funci¨®n del Gobierno, el economista Torres asegura que ¨¦ste los usa de ¡°chivo expiatorio¡±. No pocas veces los dirigentes han responsabilizado a estos negocios de los altos precios. ¡°Los due?os de negocios, que tienen que invertir, suben sus precios. ?Qui¨¦n es el que le va a dar la cara al ciudadano? El due?o del negocio. ?Y quien caus¨® la debacle? El Estado, con sus malas pol¨ªticas. Los precios no est¨¢n subiendo por el due?o de la cafeter¨ªa, sino porque hay malas decisiones econ¨®micas detr¨¢s de eso. Y el Gobierno se aprovecha de ese estado de ¨¢nimo para usarlo contra las mipymes y el sector privado¡±.
El Gobierno cubano, en cambio, ha negado en m¨¢s de una ocasi¨®n que su intenci¨®n sea mermar al sector privado. ¡°Quiero reiterar que no hay ni habr¨¢ una cacer¨ªa de brujas contra las mipymes privadas, como algunos afirman, manipulan o sugieren¡±, dijo en un discurso Miguel D¨ªaz-Canel en el que carg¨® contra ¡°el descontrol, las ilegalidades, las evasiones tributarias, la especulaci¨®n y el fraude¡±.
Herrero tambi¨¦n asegura que hay una ¡°doble moral¡± en la forma en que el Gobierno se relaciona con los negocios privados que ¨¦l atribuye a la falta de divisas que est¨¢ enfrentando el Estado. ¡°El flujo de divisas entra ahora por el sector privado porque no hay proveedor en el exterior que le quiera vender al estatal. Se ha generado una competencia por las divisas y ahora el Gobierno est¨¢ tomando m¨¢s y m¨¢s medidas para capturarlas¡±, sostiene. ¡°Lo que estamos viendo en el sector privado es que, cuando el gobierno se las pone muy dif¨ªcil, se van¡±.
Llegado a este punto, ?qu¨¦ podr¨ªa hacer el Gobierno para fortalecer el sector privado y no seguir debilit¨¢ndolo? Los empresarios coinciden en que es necesario tener m¨¢s participaci¨®n en la econom¨ªa, una apertura a la inversi¨®n extranjera, la posibilidad de rentar inmuebles, arrendar tierras, y, sin duda, incentivar la producci¨®n para sustituir importaciones.
¡°Cuba hoy lo que necesita es producir¡±, sostiene Garc¨ªa. ¡°Muchas mipymes tienen como objeto social la producci¨®n, pero no hay incentivos. El pa¨ªs no tiene dinero, no puede dar ayuda financiera, pero s¨ª tiene los impuestos en la mano, podr¨ªa quitar impuestos a los que produzcan¡±. Ric Herrero, por su parte, piensa que los emprendedores necesitan acceso al capital, a proveedores en el exterior, ampliar sus conexiones y contactos, y la posibilidad de recibir mentor¨ªas.
Cuba, un pa¨ªs con cada vez m¨¢s diferencias sociales y econ¨®micas
Pero ese pa¨ªs en el que se habla de sector privado, de negocios que crecen o importaciones que llegan directo del sur de Florida tambi¨¦n hay gente que no tiene dinero para comprar los productos b¨¢sicos. En una isla donde el salario m¨ªnimo es de 2.100 pesos cubanos (88 d¨®lares), han llovido las denuncias por un cart¨®n de huevos hasta en 2700 pesos cubanos o un paquete de sal en m¨¢s de 500.
En su b¨²squeda de soluciones, el Gobierno anunci¨® en julio que topar¨ªa el precio de productos b¨¢sicos de alta demanda como pollo, aceite, leche en polvo, salchichas o detergente, algo que molest¨® particularmente a los due?os de negocios.
Y el problema persiste. A sus 31 a?os, Yadiel Paz ¡°no tiene otro remedio¡± que comprar en las mipymes que han ido floreciendo en Venezuela, un municipio al centro de la isla. ¡°El Estado ya no tiene para abastecer al pueblo de comida¡±, asegura. ¡°Pero a veces ni siquiera puedo comprar. Los precios esta muy altos, tan altos como en el mercado negro. Ning¨²n salario alcanza en este pa¨ªs¡±.
La situaci¨®n acelera la desigualdad social que el Gobierno por a?os trat¨® de esconder bajo el tapete del igualitarismo. Se han visto autos Tesla circulando por las calles de La Habana, los empresarios cubanos han importado veh¨ªculos desde Estados Unidos por un valor superior a los 20 millones de d¨®lares, pero a la vez no hay combustible para facilitar el traslado de quienes usan el transporte p¨²blico.
¡°Hay personas que est¨¢n haciendo dinero y hay quienes tienen mucha hambre¡±, asegura Garc¨ªa. ¡°No solo la diferencia es entre due?os de mipymes y los dem¨¢s, sino entre los trabajadores de mipymes y la poblaci¨®n. Eso est¨¢ afectando mucho la emigraci¨®n laboral. En el sector estatal casi no hay trabajadores. Y tambi¨¦n est¨¢ afectando a la salud p¨²blica, la educaci¨®n y los servicios de todo tipo¡±.
?Puede hablarse de una llegada del capitalismo al ¨²ltimo basti¨®n comunista de Occidente? ¡°Hay una realidad: Cuba s¨ª est¨¢ cambiando, el modelo no es igual¡±, dice Torres. ¡°El sector privado tiene un espacio en la econom¨ªa m¨¢s grande que antes. Tambi¨¦n hay muchos m¨¢s espacios de mercado. Pareciera que Cuba se est¨¢ aproximando m¨¢s al modelo ruso que al modelo chino, con un sector privado que es subsidiario del Estado. ?La gran pregunta es hacia d¨®nde se est¨¢ dirigiendo Cuba, hacia qu¨¦ modelo se est¨¢ dirigiendo?¡±.
?Son un ¡°mito¡± las mipymes?
La llegada de las mipymes a Cuba vino acompa?ada de una serie de interrogantes: ?cu¨¢n privadas son?; ?son un mito, como asegur¨® la congresista republicana de Florida Mar¨ªa Elvira Salazar?; ?o son una fachada que enriquece al r¨¦gimen de Castro y D¨ªaz-Canel, como asegur¨® su colega, el senador Marco Rubio?
El hecho de que muchos de los nuevos negocios tengan relaci¨®n con personas desde Miami, o que desde Estados Unidos sean los empresarios cubanos quienes importen por primera vez gran cantidad de sus productos a trav¨¦s de una importadora estatal, ha molestado a muchos. Las mipymes tambi¨¦n fueron blanco de cr¨ªticas porque, seg¨²n algunos desde una u otra orilla, estaban en manos de gobernantes y sus familiares. Los medios se hicieron eco de que Lisa Titolo Castro, hija de Mariela Castro y nieta de Ra¨²l, era la propietaria de Gaia Mercado, una marca due?a de un mercado de productos en l¨ªnea y una cafeter¨ªa. Tambi¨¦n trascendi¨® que la Mipyme Merca-Max SURL, que comercializa pollo desde Estados Unidos, era propiedad de Yoandy River¨®n, un conocido agente de la Seguridad del Estado.
Garc¨ªa dice que, indiscutiblemente, hay empresas ligadas a altos dirigentes del Gobierno, pero eso no significa que todas lo sean. ¡°Decirte que no existen es mentira¡±, sostiene. ¡°Nosotros hemos creado m¨¢s de 250 empresas, menos de diez sabemos que est¨¢n ligadas a figuras del Gobierno. Por ah¨ª puede estar la proporci¨®n. Al final, todos aqu¨ª tenemos relaci¨®n con el Gobierno. Yo estoy en un local del Gobierno arrendado, tengo que pagarle el tel¨¦fono a (la estatal) ETECSA, pero mi empresa es cien por ciento m¨ªa, y como la m¨ªa hay muchas que son cien por ciento privadas, sin relaci¨®n con hijos de dirigentes, o con dirigentes¡±.
Torres, por su parte, descarta que sea ¡°un mito¡± el sector privado. ¡°Est¨¢n todos estos argumentos que dicen que, si es usado por el Gobierno cubano, se dice que el Gobierno est¨¢ utilizando a las mipymes para evadir sanciones. Puede ser que s¨ª, pero decir que el sector privado es un mito, creo que no se corresponde con la realidad¡±, a?ade el economista. ¡°Que el Gobierno quiera instrumentalizar al sector privado para beneficiarse, es una cosa. Pero eso no quiere decir que el sector privado no est¨¦ org¨¢nicamente aparte del Estado¡±.
Para Garc¨ªa, lo mejor que tiene Cuba hoy ¡°es que no tiene nada, que es un campo virgen¡±. Los economistas coinciden en que esto no basta y que la Cuba del futuro debe tener un sector privado mucho m¨¢s grande y din¨¢mico. ¡°?Eso va a suceder el d¨ªa despu¨¦s de que ocurran los cambios pol¨ªticos a los que mucha gente aspira?¡±, dice Torres. ¡°No, es un proceso, y no empieza ese d¨ªa. Veo que aqu¨ª se est¨¢ poniendo la semilla de lo que ser¨¢ el futuro¡±.
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