De un mayor control del Estado al aumento de los recortes: qu¨¦ hay detr¨¢s de la ¡°econom¨ªa de guerra¡± anunciada por Cuba
El plan, recibido por muchos como una nueva f¨®rmula para definir las penurias habituales, puede agravar el flujo migratorio, seg¨²n los analistas
Cuba vive en una ¡°econom¨ªa de guerra¡±. Lo afirmaron las propias autoridades de la isla hace una semana. Es decir, la escasez de alimentos con la que la poblaci¨®n lleva a?os lidiando, el salario que no alcanza, los precios disparados, ese panorama desolador, ese territorio de desastre se asemeja al de un pa¨ªs volcado al campo de batalla. El reconocimiento despert¨® reacciones dispares. Hubo quien consider¨® ¡°efectista¡± el anuncio, otros respondieron esc¨¦pticos y unos cuantos no han hecho m¨¢s que burlarse. El popular actor Ulises Toirac, uno de los grandes rostros del humor de la televisi¨®n nacional, asegur¨® en sus redes que estaba cansado del calor y la ausencia de pan, pero no ahora, sino desde hace mucho tiempo. Luego lanz¨® la broma m¨¢s seria que haya dicho jam¨¢s: ¡°Es que estoy en econom¨ªa de guerra. Hace a?os¡±.
A pesar de su significado, la declaraci¨®n del Gobierno, realizada en una reciente reuni¨®n del Consejo de Ministros donde se anunciaron nuevas medidas para ¡°reimpulsar la econom¨ªa durante 2024¡å, no provoc¨® un particular clima de temor o incertidumbre. Los cubanos llevan a?os sufriendo una crisis que comenz¨® en los noventa con la p¨¦rdida de la ayuda econ¨®mica proveniente de la extinta Uni¨®n Sovi¨¦tica y de la cual nunca han podido recuperarse. La gente ha percibido que la escasez permanente en la que vive tiene ahora un nuevo nombre, m¨¢s tremendista.
Nada cambia, en el fondo, luego de que les dijeran que permanecen en una ¡°econom¨ªa de guerra¡±, porque desde hace mucho entienden lo que esto implica. ¡°He o¨ªdo comentarios sobre eso de la econom¨ªa de guerra, pero no me dice nada porque siempre estamos muy mal¡±, dice Yosvani Casta?eda, de La Habana. ¡°La comida y todo lo dem¨¢s est¨¢ muy caro. Los precios est¨¢n por las nubes, sobre todo lo m¨¢s necesario, la comida, las medicinas. Se necesita un cami¨®n de dinero para sobrevivir. Hay que esperar a ver si es cierto que van a topar los precios, pero lo que yo creo es que esto nunca va a cambiar¡±.
El t¨¦rmino de ¡°econom¨ªa de guerra¡± ahora se vuelve una inc¨®gnita para muchos: ?por qu¨¦ motivo el Gobierno cubano utiliza hoy, y no antes, un concepto propio de pa¨ªses en situaci¨®n b¨¦lica, que han tomado medidas para reorganizar su industria, ahorrar insumos o controlar sus pol¨ªticas econ¨®micas en contextos hostiles?
Ricardo Torres, exinvestigador del Centro de Estudios de la Econom¨ªa Cubana y profesor en la American University de Washington, cree que el t¨¦rmino ¡°se pretende instalar en la opini¨®n p¨²blica para justificar los ajustes inevitables que tiene que introducir el Gobierno¡±, ya que ¡°una parte de las medidas relacionadas con el presupuesto son impopulares, porque implican recortes de gastos y m¨¢s recaudaci¨®n de impuestos¡±. El economista cree, adem¨¢s, que con esta expresi¨®n las autoridades se refieren tanto a la crisis econ¨®mica como al ¡°asedio¡± internacional que padecen. ¡°Se sabe que hay una combinaci¨®n de factores dom¨¦sticos y externos que afectan a la econom¨ªa cubana. Pero no hay una guerra. Hay un modelo que no funciona, que tiene fallos de d¨¦cadas, y una crisis econ¨®mica que no ha sido bien gestionada por el Gobierno¡±.
Con todo, no es la primera vez que el Gobierno cubano califica las turbulencias como una ¡°econom¨ªa de guerra¡±. A finales de 2023, el mandatario Miguel D¨ªaz-Canel anunci¨® p¨²blicamente el ¡°inicio de una nueva tendencia en el comportamiento¡± de la econom¨ªa cubana. ¡°Econom¨ªa de guerra la hemos llamado, porque debe operar en un escenario de pol¨ªtica de m¨¢xima asfixia, dise?ada y aplicada a un peque?o pa¨ªs por el m¨¢s poderoso imperio de la historia¡±. Con esto se refer¨ªa al embargo econ¨®mico que mantiene Estados Unidos hacia Cuba, y que ha servido como pretexto para justificar las constantes crisis que han acabado sumiendo al pa¨ªs en la miseria.
Otros especialistas, como Omar Everleny P¨¦rez Villanueva, exdirector del Centro de Estudios de la Econom¨ªa Cubana de la Universidad de La Habana, ven ¡°arriesgado¡± usar un t¨¦rmino como ¡°econom¨ªa de guerra¡±, que podr¨ªa ¡°incentivar m¨¢s la emigraci¨®n cubana, que ha roto todos los r¨¦cords posibles de salidas del pa¨ªs desde 1959 a la actualidad¡±. Tambi¨¦n, seg¨²n ¨¦l, podr¨ªa enviar ¡°un mensaje desalentador a los posibles inversionistas extranjeros en la econom¨ªa cubana que podr¨ªan haber tra¨ªdo capitales frescos tan necesarios para el desarrollo¡±. El economista considera que, al apelar a dicho t¨¦rmino, el Gobierno ¡°quiere decir¡± que podr¨ªan tomarse medidas extraordinarias en el ¨¢rea econ¨®mica, que en otras condiciones no se har¨ªan. ¡°Desde frenar de nuevo las empresas privadas que funcionan como abastecedoras minoristas a la poblaci¨®n, como no otorgar nuevas licencias, o poner topes a los precios¡±.
El sector privado, un blanco de las nuevas medidas
Si precisamente un resquemor han despertado los nuevos recortes, ha sido en las personas que integran el sector privado en la isla. En la reuni¨®n, Mildrey Granadillo de la Torre, viceministra primera de Econom¨ªa y Planificaci¨®n, anunci¨® que dichas medidas incluyen recortes presupuestarios, un ¡°control de precios¡± tanto en el sector estatal como el no estatal, el establecimiento de una pol¨ªtica de precios ¨²nicos y la centralizaci¨®n y el control de algunas decisiones econ¨®micas. Hasta el momento se desconoce cu¨¢ndo comenzar¨¢n a implementarse, pero desde ya algunos analistas entienden que las medidas podr¨ªan afectar directamente a las llamadas Mipymes, peque?as y medianas empresas que se aprobaron en 2021, cuando el Gobierno no encontr¨® otra opci¨®n que abrir el sector privado, en medio de una crisis agravada desde 2019, los golpes a la econom¨ªa a causa de la pandemia de la covid-19 y el recrudecimiento de las sanciones econ¨®micas hacia la isla por parte de la Administraci¨®n del expresidente estadounidense Donald Trump.
Algunas de esas medidas, seg¨²n P¨¦rez Villanueva, ¡°son muy arriesgadas, ya que tender¨¢n a disminuir la oferta de bienes, en una situaci¨®n de gran escasez, y donde hay un deterioro enorme del poder adquisitivo de los salarios y pensiones¡±. El Gobierno topar¨¢ los precios m¨¢ximos de productos como el pollo, el aceite, la salchicha, la leche en polvo, la pasta alimenticia y el detergente, en muchas ocasiones inaccesibles para personas que solo viven con el salario del sector estatal. La medida, que alivia a los clientes, podr¨ªa afectar a los negocios privados.
¡°El control administrativo de los precios de algunos productos que venden las Mipymes es un sinsentido total¡±, piensa Torres. ¡°Se conocen los resultados: aumento de la escasez, contrabando, mercado informal, y un largo etc¨¦tera. En cierta forma es el reconocimiento del fracaso en el control de la inflaci¨®n. Se contin¨²an imponiendo restricciones al sector privado, cuando deber¨ªan hacer todo lo contrario. La mejor cura para estabilizar la econom¨ªa es hacerla crecer, y no vemos un plan coherente en ese sentido¡±.
El economista tambi¨¦n est¨¢ de acuerdo con un sentir general: las medidas buscan m¨¢s control del Estado en la econom¨ªa del pa¨ªs. ¡°Creo que ese siempre es un objetivo del Gobierno¡±, dice. ¡°El Gobierno le teme a un sector privado grande y aut¨®nomo, pero al mismo tiempo no puede prescindir de ¨¦l sin hundir a¨²n m¨¢s la econom¨ªa. Quieren alcanzar un equilibrio que es imposible para mantener un modelo que ha fracasado¡±.
Desde hace un tiempo, los economistas aseguran que la crisis en la que el pa¨ªs est¨¢ sumergido desde 2019 sobrepasa con creces a lo vivido durante el llamado Periodo Especial, la dura crisis que comenz¨® como resultado del colapso de la Uni¨®n Sovi¨¦tica. A inicios de este a?o se conoci¨® que por primera vez Cuba hab¨ªa pedido ayuda de manera ¡°urgente¡± al Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas para que enviara leche para los menores de siete a?os. En 2023, el pa¨ªs cerr¨® con una inflaci¨®n del 30% al cierre del a?o, una econom¨ªa contra¨ªda al 2% y una depreciaci¨®n de la moneda cubana de m¨¢s del 50% frente al d¨®lar y al euro en el mercado informal. Los cubanos, en medio de la desesperaci¨®n, se han lanzado en dos ocasiones a las calles gritando ¡°hambre¡± y ¡°comida¡±. El panorama es desolador.
¡°Creo que esta crisis es peor por muchas razones¡±, asegura Torres, compar¨¢ndola con la vivida en los noventa. ¡°Cuba entraba al Periodo Especial despu¨¦s de una d¨¦cada de relativa prosperidad, servicios sociales robustos y reducida desigualdad. A esta crisis se llega despu¨¦s de casi tres d¨¦cadas de estancamiento y creciente desigualdad. Muchas familias nunca recuperaron los niveles de vida de los ochenta. Hay un retroceso en la calidad de los servicios sociales. Esta crisis golpea desproporcionadamente a una parte de la poblaci¨®n que ya estaba en desventaja. La emigraci¨®n ha sido mucho m¨¢s alta, y la poblaci¨®n envejece aceleradamente. Todo esto son malos augurios para el futuro¡±, insiste.
A pesar de que en los ¨²ltimos tiempos el Gobierno ha tomado una serie de medidas, como la destituci¨®n del ministro de Econom¨ªa o la puesta en pr¨¢ctica de otro plan que implicaba un aumento en el precio del transporte, de las tarifas de electricidad y hasta del gas licuado, lo cierto es que no se acaba de proponer una soluci¨®n concluyente para aliviar la crisis en la isla. Las autoridades siguen mirando a otro lado y centralizando todo el poder econ¨®mico.
¡°Creo que la ¨²nica medida que puede sacar al pa¨ªs de la situaci¨®n de escasez cr¨®nica es quitar los nudos que a¨²n frenan la producci¨®n manufacturera o agr¨ªcola¡±, considera Everleny, quien insiste en que, fuera de esas medidas, todas las dem¨¢s ¡°son coyunturales y en vez de avanzar hacia adelante, se retrocede¡±. ¡°Por ejemplo, los topes de precios han demostrado ser inviables en las coyunturas econ¨®micas en Cuba. El Gobierno tiene que ser competitivo con el privado, pero no desde posiciones de poder o de control desde arriba, sino ofreciendo productos a mejor precio¡±.
Torres, a su vez, piensa que en este, como en los anuncios anteriores, falta lo m¨¢s importante: un plan coherente que incluya medidas estructurales. ¡°Se mantiene la apuesta por un modelo econ¨®mico fallido, mientras contin¨²a el enfoque de poner parches. La prioridad en este momento debe ser una reforma radical de las empresas estatales, reestructurando las inviables e imponiendo la disciplina que solo el mercado puede conseguir¡±, sostiene.
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